John Malkovich como gemelas espeluznantes: la mejor foto de Sandro Miller

Hace diez años, me diagnosticaron cáncer de garganta en etapa 4. El pronóstico no era 100% positivo y había días en los que me quedaba en la cama preguntándome si alguna vez volvería a tomar fotografías. Soy un autodidacta y me puse a pensar en las imágenes que habían cambiado la forma en la que veo la fotografía, que era el trabajo de Irving Penn, Richard Avedon y Diane Arbus, trabajo que hacía temblar mis rodillas de emoción.

Pensé;  si mejoro, me encantaría rendir homenaje a estos grandes, en una forma en la que nadie lo ha hecho.

Busqué a John Malkovich, con quien había trabajado durante 14 años. Aunque no se parecía nada a las gemelas de Arbus, pensé que sería interesante con un buen pelo, y maquillaje, de expertos en prostéticos y en pelucas. Le encantó la idea: para él era algo parecido al teatro, consideraba que estas imágenes eran pequeñas obras de teatro. Antes de empezar, pasé dos años investigando las fotos. Leí todas las historias de las imágenes que pude encontrar y me puse a cazar las imágenes de prueba de las sesiones. Una clave para recrear estas imágenes clásicas fue examinar el globo ocular. Si amplificas las fotos en una pantalla, el globo ocular se convierte en un espejo que dice mucho de la forma en que se tomó la foto. Puedes ver de dónde salió la luz, y casi saber qué tipo de luz.

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El proyecto se volvió algo muy extremo. Tenía a más de cuarenta personas trabajando en él, incluyendo costureras, expertos en bigotes y especialistas en abejas. Cuando recreamos el retrato de Yousuf Karsh de Winston Churchill, ampliamos la foto muchísimo para que nuestro encargado de joyería pudiera recrear exactamente el tipo de aro de la cadena del reloj de bolsillo. Para la foto de Picasso en Cannes de Irving Penn, llevé la imagen a un fabricante extraordinario de sombreros en Chicago para averiguar de qué estaba hecho el sombrero de Picasso. Él sabía exactamente de qué tipo era y me lo consiguió.

Diane Arbus es una de mis fotógrafas favoritas. Al igual que yo, tiene un lado oscuro. Tomó la fotografía de las gemelas idénticas en 1967. Estaba en una pequeña ciudad de Nueva Jersey en una fiesta de Navidad para gemelos y trillizos. Cuando vio a Cathleen y a Colleen Wade les pidió que posaran para ella. Eran perfectamente idénticas en sus facciones, su cabello, el listón y los vestidos de pana. Cuando llegas a su expresión, una está aceptando la cámara de alguna manera y tiene una leve sonrisa, tal vez disfruta el momento, mientras que la otra está algo incómoda y realmente no quiere darle tiempo a la cámara. Surgen entonces tantas preguntas y es por eso que se convirtió en un clásico.

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Los escenógrafos hicieron el fondo para mi foto. Era casi idéntica, la pared con una grieta y la pintura de ladrillo en el piso. La parte más difícil fue conseguir la expresión de las niñas. Antes de cada toma, John se sentaba con pelo y maquillaje al menos tres horas, así es que puse una copia de la imagen original en el espejo. Mientras permanecía sentado, se ponía a mover el cuerpo, su nariz, su boca. Se estaba transformando. Una vez que llegaba al ser pasaba algo que te volaba la tapa de los sesos. Parecía que el espíritu de John se había ido por completo y que un nuevo espíritu había llegado. Había veces en que todo el equipo de 25 personas miraba con preocupación este cambio. Era casi espiritual. Creo que es un genio.

Por cualquier razón, la madre de las gemelas no les puso las mismas medias ese día, y las que usa John no son exactamente iguales. La imagen de Diane se creó en 1967, y aunque tejimos estas medias especialmente para la foto, no hubo manera de conseguir el mismo material. No conseguimos a nadie que las tejiera exactamente igual con gancho porque las medias tenían muchos detalles, casi como encaje, y ya habíamos gastado mucho dinero en este proyecto como si lo estuviéramos quemando. Se trataba de una de esas ocasiones en las que nos permitimos una pequeña licencia poética.

Cuando se publicó el proyecto la gente decía: “Sólo tomó las caras y las pegó en las fotos viejas”. Yo vengo de la vieja escuela, así es que no me iba a meter a la computadora a manipular las cosas para que salieran bien. Obviamente que para esta imagen tuvimos que pegar las dos fotos de John pero por lo demás, yo quería sentir el dolor que pasaron los fotógrafos originales. Lo grandioso es cuando la gente va a los museos o a las galerías a ver las imágenes y dice: “Es increíble, ahora puedo ver que hizo todo esto con una cámara”.

Me gusta que la gente piense que esta imagen puede ser la de las dos niñas ahora. Con frecuencia ves a gemelos de 60 ó 70 años que se visten igual. Los gemelos son muy especiales, tienen una conexión muy profunda y mucho amor.

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La reacción a las fotos ha sido brillante. David Lynch me pidió que trabajara en un proyecto similar. Seguido me preguntan cuánto tiempo tardé en lograr esto. Yo siempre digo: “Me tardé 40 años”. Me he pasado aprendiendo fotografía todos los días de mi vida para llegar a este punto, y sigo aprendiendo. 

La exhibición Malkovich, Malkovich, Malkovich: Homenaje a los maestros de la fotografía se encuentra en el Magazzino delle Idee, Trieste, Italia.

La-Lista de Sandro Miller

• Lugar de nacimiento: Elgin, Illinois, 1958
• Estudios: Autodidacta
• Influencias: Irving Penn, August Sander, Avedon, Lucian Freud, Diane Arbus
• Punto más alto: “Haber nacido”
• Punto más bajo: “Diagnóstico de cáncer, nominación de Trump a la presidencia, y los últimos cuatro años”.
• Consejo más importante: “No trates de convertirte en una super estrella de la noche a la mañana. Para ser un verdadero fotógrafo son necesarios años de dedicación y sacrificio de muchas cosas por el resto de tu vida. Tu feed de Instagram y los seguidores no determinan que seas un gran fotógrafo. Tal vez sólo quiere decir que pasas mucho tiempo en las redes sociales”.