Ecocidio en el río Óder: toneladas de peces muertos alertan sobre desastre ambiental
Más de 200 toneladas de peces muertos en el río Óder, entre Alemania y Polonia, subrayan la urgencia de repensar la gestión de ríos en Europa.
Más de 200 toneladas de peces muertos en el río Óder, entre Alemania y Polonia, subrayan la urgencia de repensar la gestión de ríos en Europa.
A finales de julio de 2022 enormes cantidades de peces muertos flotaban en las aguas del río fronterizo entre Alemania y Polonia. Diariamente, voluntarios sacan miles de bremas, carpas, rutilos y peces gato sin vida del río Óder. Tan sólo del lado polaco, hasta ahora, se han recogido 100 toneladas.
Crisis ambiental deja 200 toneladas de peces muertos en el río Óder
Las autoridades regionales de la provincia polaca de Silesia (sur) han prohibido nadar en el lago y el tramo del canal del río Óder donde se han hallado más de 110 toneladas de peces muertos desde principios de mes.
En declaraciones a la prensa polaca, el vaivoda (gobernador) de Silesia, Marek Wójcik, anunció que se prohíbe cualquier uso humano de las aguas del lago Dzierżno Duże y del cuarto tramo del canal de Gliwice, por donde fluye el río Óder y donde se produjo una catástrofe ecológica en 2022.
Según el gobierno regional de Silesia, se ha solicitado al Instituto de Protección Ambiental permiso para extender la prohibición a un tramo más amplio.
Catástrofe ecológica en el río Óder: la muerte masiva de peces revela la crisis ambiental en Europa y la necesidad de una gestión hídrica responsable
La ministra polaca de Clima y Medio Ambiente, Paulina Hennig-Kloska, visitó uno de los puntos del Óder donde se han encontrado peces muertos y aseguró que la situación es “difícil, pero está bajo control”, y admitió que se ha detectado una proliferación de las llamadas algas doradas y un aumento en la salinidad del caudal del río.
En 2022 se recogieron más de 200 toneladas de peces muertos en varios tramos del cauce polaco del Óder, un desastre cuyas causas trataron de esclarecer varios informes que apuntaron como causa más probable una plaga de algas doradas que provocaron la hiperoxigenación del agua. Estas algas pueden producir sustancias tóxicas que matan a peces y conchas, pero no son dañinas para el ser humano.
Al mismo tiempo, se comprobó que los vertidos industriales que “desde hace decenas de años” tienen lugar en múltiples puntos del río, unidos a las olas de calor, como la que acaba de atravesar el sur de Polonia, crean unas condiciones en que la proliferación de esas algas se acelera.
Piotr Nieznanski, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), subrayó: “La muerte de peces es una señal de alarma para toda Europa, que debe repensar su gestión de los ríos”. En muchos países europeos, el período de sequía ha debilitado marcadamente a los ecosistemas fluviales. “Cambios en los parámetros del agua, que, en parte, se deben a que nadie controla qué se vierte en los ríos, pueden llevar a más catástrofes, iguales o peores que la que se está viviendo en el Óder”, dice Nieznanski.
Actualmente se está llevando a cabo un experimento para combatir este problema en el Óder por parte del Instituto de Medio Ambiente polaco, con el uso de un preparado a base de silicio que podría ser efectivo para acabar con las algas doradas en embalses y lagos, aunque no en la corriente del río.
En 2022, Alemania y Polonia se acusaron mutuamente de no adoptar las medidas suficientes y de no actuar con la celeridad necesaria para evitar un desastre ecológico que deterioró gravemente el entorno natural de una amplia zona y del que aún es posible ver las consecuencias.
-Con información de medios y EFE.