Conoce al británico que lidera a un rival de Tesla que quiere salvar al planeta
Peter Rawlinson dice que Lucid, que está por enlistarse por 24,000 millones de dólares, atrae el interés de grandes fabricantes de autos.
Peter Rawlinson dice que Lucid, que está por enlistarse por 24,000 millones de dólares, atrae el interés de grandes fabricantes de autos.
El jefe de Lucid Motors Peter Rawlinson habla fluido el idioma de la nueva raza de fabricantes de autos eléctricos. Él quiere salvar el planeta y quiere hacerlo rápido.
El fabricante de California apenas comenzará con la producción de su muy anticipado primer modelo en la segunda mitad del año pero rápidamente se ha percibido como uno de los líderes de la manada de los próximos rivales de Tesla. Un trato reciente de 24,000 millones de dólares para enlistar a Lucid Motors en las bolsas de valores de EU le darán 4,600 millones de fondos para jugar.
Tanta es la urgencia de la “crisis ambiental inminente” a la que se enfrenta el mundo, según Rawlinson, que Lucid espera trabajar con fabricantes de autos en masa para poner su tecnología en producción lo más pronto posible.
A Lucid se le “acercaron unas cuantas compañías automotrices este año” para obtener licencias, le dijo Rawlinson a The Guardian. Esas negociaciones no dejaron “nada tangible” todavía y el prospecto de generar ganancias a partir de alianzas con otros fabricantes, él dice, se mantiene muy especulativo. Sin embargo, hay “potencial que hace agua la boca”, y el aliado correcto podría generar un auto eléctrico accesible en cuatro años.
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Él declinó a comentar cuando se le preguntó si Apple se le acercó, el fabricante de iPhone que considera hacer un auto eléctrico.
“El panorama es, tengo esta dicotomía”, dijo Rawlinson, a través de una videollamada desde California. “La dicotomía es que necesitamos poner millones de autos de 25,000 dólares rápido en producción para salvar el planeta. Tenemos la tecnología adecuada pero como compañía no puedo llegar a lograrlo hasta dentro de ocho o nueve años, y será muy tarde”.
Un acuerdo con fabricantes como Honda, Hyundai o Toyota (nombrados por Rawlinson) sería el “betún del pastel” para una compañía, que todavía no vende ni un auto, que se ha convertido en una de las abanderadas del boom de las compañías de adquisición de propósito especial de autos eléctricos de EU. Los rivales que también usan compañías de adquisición de propósito especial (SPAC) para enlistarse en EU incluyen a Arrival del Reino Unido y Canoo, Fisker, Lordstown y Rivian de EU, por encima de los contendientes chinos como Li Auto, Nio y Xpeng.
Lo que destaca a Lucid es su tamaño. El financiamiento de 4,600 millones de dólares que recibirá del listado, si se completa, incluirá 2,100 millones de dólares directamente de la SPAC y otros 2,500 millones de dólares de inversionistas del fondo soberano de riqueza de Arabia Saudita, que lo vuelve su mayor accionista.
Eso de alguna manera vuelve a Rawlinson el fabricante de autos más influyente del Reino Unido, uno bien basado en California.
Rawlinson creció en el sur de Gales, fue a la escuela en Cowbridge, cerca de Cardiff. Él consideró la escuela de artes pero mejor estudió ingeniería mecánica en el Imperial College London. Trabajó en Jaguar y Lotus en el Reino Unido antes de unirse a una ambiciosa compañía nueva de autos eléctricos. Esa compañía era Tesla de Elon Musk, y Rawlinson terminó como ingeniero principal del Model S de Tesla.
En 2013, Rawlinson se mudó a Atieva, que hace baterías para las carreras de autos eléctricos de la Fórmula E. Atieva eventualmente decidió mudarse a la producción de autos, y Rawlinson los persuadió de cambiar su nombre a Lucid.
Rawlinson sigue de cerca el modelo de negocios de Tesla, desde hacer sus primeros autos para compradores más ricos hasta comenzar un negocio paralelo de baterías para casas. Rawlinson habla bien de su ex empleador, dice que “tienen la mejor tecnología eléctrica en producción hoy en día”.
Mañana podría ser un asunto diferente. Lucid afirma que sus autos no se han probado pero son extraordinarios.
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El Lucid Air, cuya producción iniciará en la segunda mitad de este año, busca un rango de 830 kilómetros para su modelo principal de 161,000 dólares. Tanta distancia entre recargas terminaría con la “ansiedad por el rango”, que muchos motoristas citan como una desventaja para comprar eléctricos.
La aceleración prometida de 0 a 60 mph en 2.5 segundos también superaría a un Ferrari, pero con cero emisiones de carbono.
No hay una gran revelación tecnológica de cómo se alcanzará este rango. En su lugar, Lucid se deshace de ineficiencias en donde las encuentra, con baterías, engranaje, electrónicos y motor desarrollados por Lucid. Un ejemplo de un desarrollo importante son las baterías que tienen un proceso simple de manufactura, o un motor al que se le inyecta directamente el refrigerante, lo que permite un manejo de calor más eficiente.
Lucid emplea a casi 2,000 personas, con 3,000 trabajadores que se esperan en EU para finales de 2022. La fábrica que construyeron en Arizona en teoría puede hacer 34,000 autos al año. Para 2023 espera 90,000 unidades y venderá una SUV de siete asientos que actualmente tiene el nombre “Project Gravity”.
Para 2025 se especula que tendrán ganancias de 14,000 millones de dólares, que representaría un índice de crecimiento asombroso. Esperan que cinco años después produzcan 500,000 autos al año, posiblemente con fábricas en China y el Medio Oriente. Eso todavía sería una fracción de los volúmenes de los productores de autos en masa con valoraciones similares pero no sería una falta de ambición de Lucid.
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“Toda la humanidad se beneficiará de la tecnología que tendremos con este producto de lujo”, dijo Rawlinson, “porque se podrá usar para autos más accesibles que haremos en el futuro”.