Guacamayaleaks | Los regalos para el general Luis Cresencio Sandoval
Ilustración Eduardo Séptimo / La-Lista.

Cada Navidad, el general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, recibe cientos de regalos entre los que puede haber desde una taza con chocolates envuelta en un papel celofán con un gran moño rojo hasta un estuche de cubiertos de plata, enviado por el empresario Carlos Slim Domit.

Entre los más de 4 millones de correos filtrados por el grupo de hackers Guacamaya, hay inventarios de los regalos navideños dedicados al general Sandoval.

Los presentes que recibe con más frecuencia son botellas de tequila, whiskey, cognac, vino tinto, mezcal y licores artesanales, al menos durante los dos primeros años de la actual administracón (2019-2020), de acuerdo con documentos de la filtración masiva de datos a la que La-Lista tiene acceso. En un fin de año llegó a recibir cerca de 170 obsequios de generales y mandos del ejército, funcionarios de la administración pública federal, gobernadores y “diversas personalidades”.

El presidente del Consejo de Administración de Telmex, ​América Móvil, Grupo Carso y Grupo Sanborns le hizo llegar a finales de 2019 un estuche de cubiertos de plata marca Christofle, con un valor aproximado de 272 mil 300 pesos, según la “Relación de objetos navideños para atención del C. Gral. Srio. Def. Nal.”, con fecha del 8 de enero de 2020, con el nombre de la Secretaría Particular del general.

El documento incluye un anexo con siete de ellos, donde además de citar quién lo envía, incluye un valuación. Ahí se encuentran los cubiertos de plata a nombre Slim Domit y de Héctor Slim Seade, director general de Telmex. El documento no precisa si debido al alto valor de ese artículo, como otros seis que están en ese apartado, no fueron aceptados.

En ese anexo también se menciona una pistola “Magnum Research Pillagher” SB 101751, calibre 9 mm con dos cargadores. Se trata de un obsequio atribuido al general brigadier Francisco Javier Hernández Almanza, entonces director del 5to. Regimiento de Caballería Motorizado y Escuela Militar de Caballería Motorizada en Mazaquiahuac, Tlaxcala.

Un reloj marca Gucci Coupe con un valor de 70 mil 800 pesos, atribuido al general de brigada Ricardo Trevilla Trejo, también está en esa lista, así como una botella de cognac marca Henessi XO del general de división en retiro Ricardo Adriano Morales.

Esos regalos destacan aparte de la relación total, donde se da cuenta de un total de 178 regalos, pero se indica que 169 fueron recibidos.

En diciembre de 2021, Luis Cresencio Sandoval recibió 193 obsequios, de los que solo aceptó 148. De estos, 65 fueron de militares, 21 de funcionarios de la administración pública, seis gobernadores y 56 “personalidades”.

Los obsequios de parte de empresarios y directivos

El 12 de noviembre de 2019, la Secretaria de la Función Pública publicó un acuerdo en el Diario Oficial de la Federación donde precisa que “en ningún caso, las personas servidoras públicas podrán recibir obsequios, regalos o similares, por parte de proveedores o contratistas con los que el gobierno federal guarde o haya guardado vinculación”.

Ese fin de año le fue enviado al general un arcón con 14 botellas de whiskey, champagne, vodka, brandy, vinos y destilados por parte de Elías Zaga Charua, director general de K-Swiss.

Un representante de la empresa TPS Armoring, de blindaje de vehículos, le hizo llegar una pierna de jamón serrano, el videpresidente de conservas La Costeña le envió una canasta con productos de la marca y el vicepresidente del Grupo Jumex le mandó un arcón de tres botellas de vodka, tequila, ron y un calendario.

Ninguna de estas empresas aparece en contratos de la Secretaría de la Defensa en 2019 y 2020, según los registros de la plataforma de Compranet. Pero Teléfonos de México sí logró al menos dos contratos con la secretaría en 2021, uno en por 13 millones 522 mil 629 pesos y otro por 159 mil pesos.

Antes del acuerdo publicado por la Secretaría de la Función Pública, la Ley General de Responsabilidades Administrativas  disponía desde 2017 que los funcionarios no debían, entre otras acciones, “buscar o aceptar compensaciones, prestaciones, dádivas, obsequios o regalos de cualquier persona u organización”.

Los documentos de las filtraciones de los hackers Guacamaya no precisan si el general conservó los regalos, los devolvió o dio cuenta de ellos a la Secretaría de la Función Pública como ordena el acuerdo vigente.

Síguenos en

Google News
Flipboard