Orgullosa mente
Futuros alternos

Es escritor, periodista, locutor, productor de radio y gestor cultural. Sus textos han aparecido en catálogos como Crafting our Digital Futures (Victoria & Albert Museum) y Do Flex Text (Buró Buró).

Ha escrito para Vogue, RollingStone, Revista 192, Esquire, Código, El Universal, entre otros, y colaborado en Imagen Radio, Ibero 909, Reactor, Milenio Televisión, Bullterrier FM y Aire Libre FM.

X: @mangelangeles

Orgullosa mente
La Marcha del Orgullo se dirigió rumbo al corazón del país. Autoridades indicaron que hubo presencia de cerca de 30 mil personas. Foto: Anna Portella/La-Lista.

México: ese remanso de paz en el que todos los días son asesinadas casi 11 mujeres, pero donde todavía no hablamos formalmente de lesbofeminicidios. Ese lugar donde ya no hay violencia en el que los crímenes de odio son una constante que sigue sumando nombres que para las autoridades parecieran ser solo cifras: de mayo de 2020 a abril de 2021 (ni siquiera un año) se cometieron 87 crímenes de odio, según la Fundación Arcoíris. Pero hay quien sigue diciendo que gritar “puto” en el estadio no es un crimen homofóbico. 

En esta panacea de la inclusión llamada México, en la que nuestro presidente se declara abiertamente cristiano, todavía tenemos que trabajar para que se erradiquen las terapias de conversión, esos Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género, conocidas como ECOSIG, que siguen siendo una violación a los derechos humanos que, sin embargo, tiene adeptos y fervientes defensores. Todo bajo el halo de los principios religiosos. Y qué decir sobre la visibilidad de las personas intersexuales, además de todas las siglas que no tienen la misma atención que la G, por ejemplo. En ese caso, tenemos también un pendiente. 

Más de un año de pandemia nos enseñó que el arcoíris tiene muchos más colores de los que pensamos. Toca pensar qué viene y cómo vamos a generarlo. Y para hacerlo, siempre es mejor preguntar. Las siguientes respuestas vienen de un grupo de personas de la comunidad con ideas sobre lo que les gustaría ver pasar en cuestiones de comunidad. 

Ninde Molina
Feminista, acompañante y abogada especialista en derechos sexuales y reproductivos
@appleninde

“Que haya una reflexión y autocrítica dentro del movimiento para que nos demos cuenta de cómo estamos siendo utilizades todo el tiempo, como para ponerse una medallita de “progres”, o sea la parte heterosexual partidista política y que en realidad no están luchando por nuestros derechos, que haya esta concientización por parte de los hombres de las disidencias sexo genéricas que reflexionen que tenemos que unirnos a otras luchas porque nos cruza el anti racismo, nos cruza el anti punitivismo, nos cruzan los derechos de las mujeres. Entonces, que tenemos que cuestionar al sistema porque entonces nunca vamos a ser libres y que es necesario en esta reflexión reconozcamos las cosas buenas y malas que han pasado históricamente para no volverlas a repetir (estas últimas). Las malas y las buenas, para generar una réplica que sí tenga impacto y seguir visibilizándonos, porque el centro del país no es todo y aún así hay mucha discriminación, pero todavía hay banda que no puede nombrarse que tiene que seguir escondiéndose y mientras esto subsista no podemos caer en discusiones egoístas”. 

Marion Reimers
Periodista – Fundadora de Versus México
@lareimers

“Tras más de un año de pandemia y con esta edición híbrida del PRIDE, evidentemente me gustaría que la comunidad tuviera cada vez más espacios seguros y redes de contención porque lo que el confinamiento puso de manifiesto es que muchísimas personas que pueden vivir libremente su identidad en las calles cuando no están con sus personas cercanas, no lo pueden hacer así, en el confinamiento en donde muchas veces se encuentran bajo situaciones de aislamiento emocional y también con agresores y agresoras y con familias y personas que no las respetan, que no las entienden y sobre todo que pueden llegar a violentarlas. Así que desearía que tengamos muchos más espacios seguros, y sobre todo que entendamos que todavía falta mucho terreno por conquistar, hay muchos terrenos en disputas y el hecho de que algunos de nosotros podamos vivir optimamente no significa que el resto lo puedan hacer y que los derechos ganados nunca los demos por sentados.”

Láurel Miranda
Periodista y creadora de Transvoices
@laurelyeye
“Antes que enunciarme desde lo LGBTIQ+, prefiero nombrarme desde las disidencias sexogenéricas. Sin embargo, por cuestiones de comunicación suelo hacer mención de la comunidad. ¿Qué me gustaría que ocurriera? Que si, en efecto, se trata de una comunidad, se busque que el avance de derechos sea más igualitario. La G ha avanzado a pasos agigantados… y muchas veces a costa del resto de las letras. En medios es habitual que todos hablen de la comunidad gay para englobar ahí drags, trans, bisexuales, lesbianas, etcétera. Considero que eso debería criticarse… y particularmente criticarse desde la G”. 

Carla Verea y Francisa Rivero-Lake (#LakeVerea)

Nosotras tenemos el sueño de la unión, de que la visibilidad sea tal, que ya no sea necesario manifestarla. Que el amor se entienda como uno, como algo humano.

Que haya más espacios, más lugares de convivencia y de convergencia. Que se masifique la visibilidad. Que proliferen no solo antros, sino sitios, cafés, librerías, programas de radio, podcasts, series de tv, películas, etc.

Que la gente de cualquier edad y estatus socioeconómico pueda conocerse y convivir en persona y no solo a través de medios electrónicos.

Que en todos los estados y municipios del país sea legal el matrimonio igualitario, y que se celebre el amor sin distinción.

Que se haga legal la adopción para parejas y solteros homosexuales.

Que se construya una sociedad realmente igualitaria y que no tengamos miedo a ser quienes somos.

Sabemos que hemos avanzado mucho, mas falta camino por andar. Sabemos que hay que agradecer mucho a todos los activistas y gente valiente antes de nosotras que nos ha abierto la brecha, mas hay que seguir tomando las calles. Luchando y gritando.

Yuriria Sierra
Periodista
@yuririasierra

“Esperaría que para 2022 ya no fuera necesario marchar: que ningún crimen de odio se hubiera cometido en los próximos 365 días, que todos los mexicanos y mexicanas hubieran entendido que, al final, mexicanes somos todes”.

Miranda Villalobos
Cantautora e integrante del equipo organizador de la Marcha Lencha
@mirandavllbs

“Que aprendamos a utilizar la palabra “cuidados” desde todas la formas posibles, desde la salud, lo social, político hasta lo afectivo. Nos dimos cuenta con esta pandemia que los grupos vulnerables somos muchos de la disidencia y que no nada más importan la G CIS. Y eso se ve en los cuidados”. 

Jazz Bustamante Hernández
Defensora de Derechos Humanos
@tv_yazi

“Mayor trabajo en política pública y aplicación de las mismas, que los colectivos y las organizaciones se involucren más, que los comités de las marchas  no solo se Involucren cada año, sino durante todo el año”.

Alaín Pinzón
Internacionalista y defensor de derechos humanos. Miembro del @consejocvih Director de @VIHveLibre. VIH positivo.
@alainwho

“A mí personalmente después de este año en el cual va a ser híbrido y literalmente cada quien está jalando para su lado. Me gustaría que nos dejáramos de tanta “comititis”, porque resulta que este año ya hay ocho comités, creo que los comités deberían ser plurales: sí, qué bueno que existen pero no es necesario institucionalizar la protesta. No es necesario tampoco que haya tantos dimes y diretes al respecto de si se está cobrando la participación de las empresas o de cualquier ente gubernamental en efectivo, con dinero. Creo que lo que está pasando en el Congreso de la CDMX que es la petición expresa a que la marcha LGBTTI sea considerada como patrimonio de la ciudad va a ayudar muchísimo a que esos controles puedan liberar presión, porque a mi me parece que en este momento el comité que lleva la marcha termina siendo un negocio muy lucrativo y también termina abarcando muchísimo. Jamás han dicho cómo se conforma ese comité, por qué se conformó, bajo qué medidas, cuales son las condiciones bajo las que se creó, a quién representa ese comité, es decir: que se alejen los comités y que realmente se recupere el sentido de celebración, pero también de lucha en la marcha. Porque literal este año vamos a salir las que necesitamos protestar por cosas, las que no nos queremos quedar calladas. Perdón pero, la marcha LGBT es para reivindicar derechos, para trabajar en materia de justicia social, para avanzar, para hacer progresivos los derechos humanos, y una marcha digital lo único que está haciendo es tener un sesgo primero digital: porque no toda la gente de Iztapalapa, Xochimilco, Milpa Alta, Gustavo A Madero tiene internet. Entonces: dejémonos de estupideces y si se quiere hacer la marcha presencial que se haga presencial, y si quieren participar las marcas que se tengan las pautas debidas y que si quieren participar que apoyen a las causas de las personas LGBT+. Porque parecería que la marcha LGBT+ se ha convertido en una pila de agua para lavar culpas y omisiones de muchas empresas”. 

Alan Ulises Niniz
Periodista, autor de “Ítaca” La Lista y director de información de Imagen Noticias con Yuriria Sierra
@alanulisesniniz

“Que se pueda hablar de una comunidad real, entiendo que el formato híbrido no es producto del consenso, sino de la división que existe entre las organizaciones encargadas de llevar a cabo el evento cada año. Aquellas que están muy comprometidas con las marcas optaron este año por repetir la transmisión en línea y la disidencia que espera la validación de nadie (como tendría que ser siempre). Ojalá que el próximo año, más allá de los intereses comerciales, ponderen cuáles son las urgencias y no esperen la aprobación de ningún patrocinador para permitirse levantar la voz, que vayamos más allá, que le pongamos velocidad a la lucha sin importar a quiénes o qué deba pagar los costos. Finalmente, la diversidad sexual, la identidad de género siempre ha sido eso: un petardo en el culo. Eso es lo que me gustaría que pasara para la siguiente edición: que no dejemos de buscar motivos para ser ese petardo en el culo que sacude conciencias y que las obliga a abrir sus posibilidades o replegarse”.

Karen Villeda
Poeta y editora titular de Revista Este País
@karenvilleda

“Que siguiéramos abogando por más espacios de inclusión, mayor representatividad”.

Itzel Aguilar Mora a.k.a. La Emperatriz
Comunicadora y locutora – Reactor 105.7
@INTERITZEL

“Me queda claro que la discriminación y violencia no se fueron a cuarentena y que cuando mucho salió de closet, pero al mismo tiempo como población diversa pudimos acercarnos a través de lo digital a otras historias y contextos que no teníamos en cuenta, creando así comunidad, una más empática que empieza a levantar la voz por las luchas y necesidades de todes, que aunque no propias, nos cruzan y las hicimos nuestras. Espero que este sentido pueda permear hacia afuera, a los de a píe, a los vecinos, maestros, padres, etc… para ir acercándonos a una sociedad en la que convivir sin violencias”.

Juan Manuel Torreblanca
Cantautor
@torrewhitey

“Pues como cantara Luisa Almaguer en su rola Exiliades”:

Ojalá te vean 

Y aunque no nos vean 

Ojalá nos vean 

Ojalá nos quieran

es decir: que exista más comunidad, que dure más que un tuit, que una marcha, que un voto, que sepamos cómo conectar. Que de todo lo que el gobierno no nos va a dar saquemos un ejemplo como foto en negativo y sí nos demos”.

Renee Gooust
@reneegoust
Cantautora. Autora de La cumbia feminazi

“Me gustaría ver a todas las letras del acrónimo representadas de modo más balanceado en nuestras marchas, que decir “soy hombre” o “soy mujer” no signifique por default “soy hombre cis/soy mujer cis”, que deje de darnos risa hablar con lenguaje incluyente, que las infancias trans obtengan por fin los derechos humanos que merecen, que disminuya la misoginia dentro de nuestras comunidades LGBTTTIA+. Tanto me gustaría que mejoráramos. Pero ahí vamos”.

Ophelia Pastrana
Influencer, generadora de contenido a.k.a La Explicatriz
@ophcourse

“Creo que definitivamente, lección aprendida es que la transmisión sí importa, entonces así ya se pueda marchar el próximo año sería bonito que se siga transmitiendo y sea un evento más global. Quién quita que sirva para hasta alinear un poco las marchas. Qué tal que se puede hacer una transmisión de la marcha ahorita en Cancún, la marcha en Vallarta y la marcha en la Ciudad de México. Y quién quita que exista un modo digital de traer las otras marchas: así sea en físico. Llegar al Zócalo y en las pantallas que se vean las otras marchas. Una cosa sí: creo que la lección es que debería ser híbrida porque hay mucha gente que no marcha y que marcha online y se vale, se súper vale, eso me parecería espectacular. 

Luego, lecciones de temas de comunidad, aunque esto no tiene que ver con la pandemia. Creo queda más claro que tenemos un tema pendiente con la baja representación de otras letras que no sea la G, nada en contra de la G, pero sí es verdad que la gente intersexual: ¿quién es? Mis amigues intersexuales a cada rato me dicen: “es que es impresionante cuando estás dentro del +, ya da lo mismo seas lo que seas” Y creo que eso vale la pena echarle un ojo, creo que hay gente asexual, la pansexualidad, la bisexualidad, esas letras que no están en LGBT, quizás vale la pena hablar un poquito más de eso. Sobra decir que la existencia de marcha lencha también habla mucho de cómo las morras también piden atención. Entonces hay tiempo limitado en los eventos de PRIDE, esos escenarios siempre va a haber alguien que no pudo subir, pero sí creo que capaz y la otra cosa que es una lección cada vez más presente es que vale la pena echarle ojito a este talento, y nombres y personas que normalmente no se les menciona. Este cuento de cómo los antros gay son muchos, pero antros de lenchas: hay dos. Y yo creo que si hay un lugar para platicar de esto es PRIDE. Yo creo que lo más importante de la marcha híbrida es esa: que la lección es que el internet también es un espacio de marcha y sería súper bonito hacer eventos virtuales de cada marcha y lo más: coordinarlos”.

Daniela Domínguez
Cineasta y creadora de voooov leather goods

“Me gustaría que hubiera menos violencia y se acabaran los feminicidios coludidos con el gobierno y la policía, para poder celebrar sin pena y sin tener que recordar a esas amigas, conocidas y desconocidas asesinadas por los novios y entonces volver a una marcha lencha y solo celebrar. Porque este año por primera vez fui y la pase muy bien entre amigas y colegas”.  

Justino López
Director artístico de Atlawa

“Me gustaría que como comunidad cada vez seamos más seguros de nosotros. Que cada vez hayan menos personas que se depriman, que se avergüencen o que sean sean discriminados. Es decir: normalizar la condición”. 

Emmanuel Sandoval
Periodista – Coordinador editorial Revista 192

“Tendríamos que haber aprendido ya a estrechar lazos más fuertes, a abandonar esas ideas que nos siguen separando como colectivo LGBT+. Sí, la marcha es un acto de comunidad, de protesta y de fiesta, el pináculo de nuestro mes del orgullo, y si ésta se realiza a o no, el cometido tendría que ser siempre el mismo –y mejorado–: darle voz a todos, crear plataformas permanentes de expresión y protesta, así como una invitación constante a cada uno para encontrar espacios seguros y 100% libres de censura”.

Yolanda Segura
Escritora
@yolaseg

“Creo que la cercanía de los cuerpos es algo siempre celebrable y, después de más de un año de confinamiento, será importante poder reapropiarnos de las calles e insistir en la comunidad, incluso online, haciendo espacio para poner en conjunto lo que nos duele, nos preocupa y, también lo que nos da alegría. 

Me parece importante que esa comunidad, pese a sus diferencias, encuentre empatía entre sus miembrxs. Lo cual significa un proceso de reinvención constante. Mientras no nos demos cuenta que las posturas TERF terminan beneficiando al statu quo y a los grupos conservadores, creo que estamos frente a un problema grande de los feminismos y las disidencias”.

Odette Alonso
Escritora y creadora de Versas y Diversas
@odettealonso

“En los años finales del siglo XX, la comunidad era un puñado de activistas y seguidores, con intereses comunes, que podían llamarse comunidad sin temor a equivocarse. Desde entonces hasta esta tercera década del XXI, ese sector se ha diversificado y aumentado exponencialmente, en la misma medida en que han aumentado las letras en su sigla. Los liderazgos, por lo tanto, también han cambiado y se han desconcentrado. Yo creo que es difícil, ahora, llamarle comunidad, y creo que es un reto prácticamente imposible unir a todos los grupos en un solo objetivo o en una sola marcha. Creo que habría que aprender a reconocer a todos los grupos, con sus objetivos y sus agendas específicas, y con sus liderazgos específicos. Habrá que ver cómo vamos transitando hacia ello”.

Sony Rangel
Co-conductor de Trans Pride News y el podcast Nosotrans de Escándala

“Una de las cosas que más se acentuaron con la pandemia, fue la precarización de muchas poblaciones de la diversidad sexual. Me gustaría que en la siguiente edición, no sólo se contemplen eventos digitales, que son una maravillosa herramienta, sino también trabajo comunitario porque no todas las personas tienen acceso a Internet. Hacer más colectas para asociaciones que apoyen a gente sin hogar y sin trabajo, para personas privadas de su libertad, me parece de suma importancia. Así como acercarnos más a las comunidades donde la información que generamos en redes sociales, no llega. Por último, que los medios, empresas y todes quienes inviten a figuras visibles para generar contenido y participar en eventos, remuneren de manera justa por el trabajo y tiempo invertido, habemos muches que a pesar de la visibilidad, no contamos con empleo y la gran mayoría de las participaciones que hacemos no retribuyen. Hacer comunidad es mucho más que marchar juntes, también es hacer más fuertes nuestras redes de apoyo y usar los privilegios que algunes tenemos para ayudar a quienes más lo necesitan”.

Sandra Romandía
Periodista
@sandra_romandia

“Me gustaría, la verdad, que ya no fuera tema de discusión a excepción de cuando se falte a nuestros derechos. Que en todos los estados haya matrimonio igualitario y derecho a adopción”.

Enrique Torres Mexueiro
Periodista

“Me gustaría observar y escuchar a una comunidad más madura, apoyando  objetivos que beneficien a nuestro colectivo, pero también a la sociedad a la que pertenecemos. Ser más activos en la política de nuestro país y cuestionar más todo aquello que sabemos tiende a minimizar nuestra esencia como seres humanos. 

Creo que varios de nosotrxs experimentamos la restricción de nuestra expresión en algún momento de nuestra vida, pero también sabemos y creemos que en la autenticidad de nuestra voz está la clave para generar los cambios que necesita este mundo”.

Mario López Ruelas
Asesor en el Senado de la República
@mariolopezr

“Que alguien haga un tracking de las empresas, gobiernos, partidos, figuras públicas que en junio sacan la ?️‍? para saber que tan consistentes fueron los 11 meses siguientes”.

José Ignacio Lanzagorta
Antropólogo y politólogo
@jicito

“Menos un activismo interesado en la aprobación heterosexual y la incorporación al mundo que ya existe y más uno preocupado en los problemas específicos de las partes más vulnerables de la comunidad y que le tira a transformar las reglas del mundo que vivimos”.

Enrique Torre Molina
Activista y consultor de temas LGBT+
@etorremolina

“Me gustaría que nos uniéramos más. Sé que es un lugar común decirlo, pero lo hemos visto una y otra vez: somos una comunidad que encuentra su fuerza en la unión, la solidaridad y la empatía. Me gustaría que sigamos preguntándonos quién nos necesita más en la comunidad, qué historias no estamos contando, qué voces no estamos escuchando. Y que nunca soltemos la alegría y el sentido del humor que caracteriza nuestra lucha”.

Ángel Candia
Consultor de la Alianza por la Diversidad e Inclusión Laboral
@angelcandiac

“No hay libertad política, sin liberación sexual. Esta fue quizás una de las consignas más importantes en las primeras marchas de nuestra comunidad en México y la que le dio esencia y corazón al movimiento. Es simple y sencillamente cierta: si la persona no puede ser, vivir y vincularse en libertad, lo demás, todo lo demás, sobra. Hace unos días tuve la oportunidad de platicar con Alejandro Brito, director de Letra S, y tuve el privilegio de escuchar su historia. Una historia de cómo comenzó nuestra lucha en México y cómo fue la respuesta, no sólo del Estado, sino principalmente de la sociedad, a esa otra pandemia: la del VIH. Y me rompió el corazón. Me lo rompió porque dijo algo que nunca olvidaré: “no hice lo suficiente, me faltó ser más combativo”. Escuchar esto de uno de los protagonistas y, para mí, héroes, de nuestra comunidad me hizo sentir pequeño y limitado. Fui obligado a preguntarme si estaba haciendo lo suficiente. 

Estamos hoy frente a un potencial y muy grave escenario de desabasto de medicamentos en el país, incluidos aquellos que las personas con VIH necesitan para vivir. Además, México sigue siendo un lugar donde se nos mata por ser quienes somos. Jóvenes LGBT+ encuentran en la calle un lugar más seguro que su propia casa, donde se les violenta a través de las mal llamadas “terapias de conversión”. Y la expectativa de vida de una mujer trans es de 35 años. 

Al tiempo que escribo este texto, me preparo para ir a marchar a Reforma en la Ciudad de México. Celebro el ambiente festivo, el sentirnos orgullosos, orgullosas y orgulloses de ser quienes somos. Y, sin embargo, la platica con Alejandro ronda en mi cabeza. ¿Estamos haciendo lo suficiente? ¿Cuántas calles estamos tomando, cuántos vidrios estamos rompiendo y cuántos monumentos estamos pintando, para evitar el desabasto de medicamentos para VIH, para que mis hermanas trans dejen de ser asesinadas y para que nuestras adolescencias LGBT+ puedan vivir y sentir en libertad? Y es que no estoy haciendo un llamado a la violencia. Sólo alzo la voz en contra de la indiferencia. 

Que la próxima marcha, en su edición número 44, tenga un propósito claro, duro y contundente. Porque sin propósito, no hay festejo que valga. Confío en que en un año estaremos contando otra historia. Por lo pronto, a seguir siendo, a seguir resistiendo.

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