¿Cómo suena tu voz?
Espacio mindfulness

Es escritora –cuatro libros publicados y dos en camino–, periodista, cantautora –más de 160 canciones–, experta en respiración, yoga y meditación. Dirige el Yomu Institute, es mamá de tres hijos y pionera en el arte de materializar ideas innovadoras. Es la creadora y fundadora del sistema Enciende tu corazón para inspirar la alegría en el despertar de la conciencia. Instagram: @cynthiazakofficial

¿Cómo suena tu voz?
Foto: Pixabay

¿De qué vamos a hablar?

¿Qué nos vamos a contar?

¿Cómo están las conversaciones con los que nos rodean?

¿Los temas y cuestiones que emitimos con nuestras voces?

Quiero compartirte estas preguntas para que las comiences a abrir en tu existencia, hacernos conscientes de lo que decimos y lo que nos decimos es una primera puerta concreta del descubrimiento del camino interior.

Lo primero es escuchar tu voz, su sonido y cadencia, la manera en que resuena y sus tiempos, comenzar a oír cuando hablas es un ejercicio tan trascendental que puedes quedar en esa observación por años y nunca dejarás de sorprenderte.

Tu voz es tan única como tus huellas digitales, tan misteriosa como el universo mismo y muy desconocida en toda su expansión a pesar que la usamos indiscriminadamente.

El habla se produce cuando el aire pasa desde los pulmones, por las vías respiratorias (tráquea) y a través de la caja laríngea (laringe). Esto provoca una vibración en las cuerdas vocales, y se crea sonido. La voz humana consiste en un sonido producido por un ser humano usando las cuerdas vocales. Para hablar, cantar, reír, llorar, gritar, etc… Los pulmones deben producir un flujo de aire adecuado para que las cuerdas vocales vibren (el aire es el combustible de la voz).

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Formalmente, los elementos principales que determinan las características de la voz son: el tono, la intensidad y el ritmo, aunque en el mundo ilimitado de la atención plena y la inteligencia emocional tu sonido es indescriptiblemente hermoso y evoluciona contigo al mismo tiempo que crece tu búsqueda espiritual.

Otra vez te invito a que identifiques estas tres cosas en tu propia voz, en tu sonido original y maravilloso: tu tono es el timbre de la voz con la cual naces y siempre lo puedes variar, cambiar, jugar con él como un gran amigo íntimo que va a acompañarte a abrir puertas y descubrir el mundo. Puedes hacerlo formal, monótono, lineal o lleno de matices en donde tus emociones son transparentes de la mano de tu tono

La intensidad tiene que ver con el volumen en el cual emites el sonido y estos rangos tan infinitos como el universo mismo son el sostén de tus oraciones y mantras. Puedes gritarlas, susurrarlas, soltar tu voz con timidez o valentía para contar quién eres, tu propósito en el mundo, tu presencia maravillosa entre los demás seres sintientes.

El ritmo de la voz es el número de palabras por emisión de voz, se calcula que un ritmo normal es de dos palabras por segundo y aquí volvemos a nuestro poder interior de marcar nuevos ritmos en la sinfonía de las palabras, silencios, pausas y velocidad con la que hablamos. Puedes ir enérgicamente disruptivo con tu discurso o con una lentitud nueva como un niño que recién aprende a hablar explorando las capacidades de tus cuerdas vocales llenas de significantes nuevos a la hora de decir las cosas.

La forma en la cual comprendemos el significado del mensaje está relacionada con las características de la voz. Las diferentes modulaciones de la voz, una elevación del tono, una pausa o alargar una palabra al pronunciarla nos permiten descifrar el significado de su comunicado.

Captamos el 7% del mensaje por las palabras, el 38% por las características de la voz y el 55% por el lenguaje corporal. Por ello, para escuchar activamente prestaremos atención al lenguaje corporal y a las características de la voz.

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Escúchate ante todo

Vas a activar esta meditación para que puedas observar todos los matices que suceden interiormente cuando practicas una manera innovadora de escucharte. Registra lo que pasa en tus emociones y pensamientos y ten en cuenta el impacto cuando haces esto en tu vida cotidiana, en tu relación con los demás y en tu salud general.

-Usa el grabador de tu teléfono y déjate mensajes.

-No lo pienses mucho, sencillamente déjate unos mensajes como si te hablara tu mejor amigo.

-Algunos los susurras, otros los cantas, otros los gritas y varía el ritmo para dejarlos más rápido o lento, con más peso o más liviandad.

-No escatimes el recurso y graba todo lo que quieras.

-Déjate los mensajes en distintos momentos del día y en diferentes días.

-Escúchalos todos de una vez o de a poco, como prefieras pero cada vez que los escuchas usa la oportunidad como una meditación en donde no ejerces juicio de valores sino que dejas que la experiencia te guíe.

-Juega con las infinitas posibilidades de tu voz sin miedos ni barreras y registra lo que sucede con tu vida cuando activas esta práctica.

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