Día mundial contra el cáncer | El cáncer infantil
Columnista invitada

Maestra y candidato a doctor en Responsabilidad Social por la Universidad Anáhuac. Fundadora de Aquí nadie se rinde IAP, institución que ayuda a niñas, niños y adolescentes con cáncer de México y sus familias.

Día mundial contra el cáncer | El cáncer infantil
Foto: IMSS

El cáncer infantil es un padecimiento que no se puede prevenir, pero con el diagnostico oportuno y el tratamiento adecuado es curable. Cuando el cáncer llega a los hogares, no solo afecta la salud del paciente, también repercute en la economía y en las emociones de las familias.

El cáncer no distingue edad, sexo, creencias o posición social, llega a nuestra vida y la cambia completamente. Todos los días, 19 familias cambian su manera de vivir y su rutina diaria al enterarse que su hijo o hija tiene cáncer. Mientras que otras seis familias perderán la batalla y abrazarán por última vez a su pequeña o pequeño.

Estas cifras se pueden cambiar, con el diagnóstico oportuno y la atención puntual e integral del padecimiento. En Aquí nadie se rinde (Anser) trabajamos todos los días para cambiar estos datos y brindar esperanza de vida a las y los niños que luchan contra el cáncer.

Para lograr ganar la batalla, diseñamos cuatro programas de intervención bio-psicosocial, cuyo objetivo es lograr el bienestar biológico, personal y social de nuestros pacientes y sus familias.

Nuestros programas están orientados a la atención psicológica, emocional, pedagógica y lúdica del paciente y toda su familia; a la capacitación de padres o cuidadores primarios para aumentar sus ingresos; a la capacitación y sensibilización del cuerpo médico y al financiamiento de trasplante de médula ósea y medicamentos previos-posteriores, que pueden llegar a costar hasta un millón y medio de pesos.

Esta atención humana e integral que brindamos comenzó gracias al sueño de Andrés Pérez Vidales, un niño que a los ocho años enfrentó la batalla más grande de su vida: luchar contra la leucemia. A lo largo de cinco años, Andrés pasó por experiencias muy dolorosas pero enriquecedoras, que lo llevaron a interesarse no solo por su bienestar, sino también por otros niños compañeros de batalla. Fue entonces cuando Andrés pidió a sus padres que crearan una organización para ayudar a “quitar el dolor” a otros pequeños que, como él, luchaban contra el cáncer.

Siguiendo las recomendaciones de Andrés y luchando por cumplir su sueño, desde hace 16 años apoyamos integralmente a niñas, niños y adolescentes con cáncer, para que puedan enfrentar la batalla fortalecidos emocional y económicamente.

Anualmente apoyamos con medicamento, despensas, insumos, talleres y asesorías a más de 900 familias, de ellas, el 80% son de bajos recursos, se dedican al comercio informal o son empleados y perciben mensualmente alrededor de 6 mil 112 pesos.

Nuestra labor no sería posible sin el apoyo de donantes, voluntarios, patronato y personas comprometidas con la causa. Ya que la suma de voluntades hace la diferencia y salva vidas. En Anser queremos que más niñas y niños ganen la batalla, sean personas resilientes y tengan una vida plena y feliz. ¡Queremos que luchen hasta el final y nunca se rindan!

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