Semana del Arte, no mires atrás

Solo hay una cosa valiosa en el arte: las cosas que no puedes explicar.

George Braque

Martes 8 de febrero. Invitaciones para ir a la calle de Manuel Dublán 33 en Tacubaya; pero también en Francisco Pimentel 3 en la San Rafael; Juan Cano 68 en San Miguel Chapultepec; Bucareli 120, Vicente Suárez 69-2, Condesa y Dr. Atl 246 en Santa María la Ribera, y otra tanda más de galerías que dieron banderazo de salida a la Semana del Arte, semana gitana y cómo diría Jorge Carrión: ¡Madre mía!

México volvió al ruedo de los circuitos de arte del mundo, tras una pausa intermitente por la pandemia que provocó una reconfiguración de espacios, cierres, cambios de fechas. Comenzó con actividades en Monterrey y Guadalajara, para luego concentrarse en la Ciudad de México con esa cascada de inauguraciones en galerías, recorridos en museos de la Red del Inbal, así como privados, Zona Maco, Salón ACME, Ciclo, BADA y Salón Cosa, diversidad de arterías que dializaron el flujo creativo en poco más de siete días.

Pero, ¿cómo empezó? No nos iremos muy atrás, pensemos que con la llegada del siglo XXI, iniciativas como Expo Arte Guadalajara sembraron la semilla para que Zélika García creara Muestra 1 y 2, luego más afincada dio forma en 2004 a Zona Maco, la feria de arte contemporáneo que supo reinventarse entre cambios de sede, suma de espacios y apartados dedicados a las antigüedades, fotografía, diseño y libros, encuentro que desde el principio se vio acompañado de otras iniciativas como Material Art Fair, Maroma, Acción y Qipo. Sin duda, todas ellas contaron con el respaldo de la galería OMR, la galería de Arte Mexicano, Patricia Conde galería, Kurimanzutto e Hilario Galguera, así como de un montón de jóvenes que vieron la oportunidad de generar espacios colectivos efímeros que en casi dos décadas, son una referencia de la ebullición artística en nuestro país.

Justo platiqué con Hilario Galguera, quien en 2006 irrumpió en la escena mexicana con la primera muestra del británico Damien Hirst. De formación arquitecto, Galguera comenzó a promover artistas jóvenes tiempo antes, fue en la década de los 80, abrió una galería en Estados Unidos, pero con el cambio de siglo, crisis, paranoia todo cambio y entonces, tras el descalabro supo establecer contacto más allá de una transacción con los artistas, se convirtieron en amigos y en algunos casos compañeros de vida, poco a poco sumó a su espacio a artistas como Daniel Buren, Jannis Kounellis, Gilberto Aceves Navarro, Maisie Cousins, Bosco Sodi o Daniel Lezama, por mencionar algunos. Con la mirada puesta en una casona de la colonia San Rafael, Hilario y su equipo colocaron los cimientos de muestras impensables en sus salas, así como en recintos como el Museo Nacional de San Carlos, Museo Nacional de Arte y en otros países, acciones que a pesar del confinamiento y las restricciones de la nueva normalidad no lo desanimaron, poco podrían mermar en el caballero de negro que ya una vez tocó fondo y resurgió con alas nuevas.

Me contó del origen de Las cajas, trabajos situados de Daniel Buren, artista conceptual francés que a punto de cumplir 84 años se aventuró a crear su más reciente exposición sin estar presente en lugar, algo poco común ya que suele construir sus piezas in situ. En este caso todo fue por correo electrónico, intercambio de imágenes, Zooms y la confianza en la pandilla que desde años acompaña a Hilario Galguera. Proceso que partió del recuerdo  de una clase que de joven tuvo Daniel Buren, cuando le dijeron que creara a partir de un cubo y pensó en las infinitas posibilidades que su propia audacia le dictaba, es así que desarmadas, entre los colores primarios, pero también tonos pastel que nos hacen viajar a la Croisette, en la costa azul francesa y múltiples espejos. Buren se vuelve otro, al tiempo que es él mismo entre las múltiples caras de sus cajas.

Sin duda, la propuesta de la galería Galguera es uno de los platos fuertes de la Semana del Arte. Esto sin dejar de lado su bot en Zona Maco, el cual es compartido con Patricia Conde Galería, conexión que ofrece un diálogo entre las pinturas, esculturas e instalaciones de los artistas de Hilario, frente a las imágenes captadas por los fotógrafos representados por Patricia Conde, serie de reflexiones que darán mucho que pensar tiempo después de los días de ferias.

Apuestas que no se deben dejar pasar en una época en la que las muestras internacionales no serán lo común en los museos debido al plan de austeridad y una idea de revisar los acervos de los propios recintos, lo que coloca las miradas en las galerías de los circuitos Roma- Condesa, San Rafael-Santa Maria la Ribera, Escandón-Tacubaya, San Miguel Chapultepec, Lomas y otras regiones de la Ciudad de México que se resisten a perder ese territorio ganado en la escena internacional y que quizá ahora valdría la pena por apostar a un posicionamiento real sobre sus propuestas, establecer un verdadero diálogo con los estudiantes de arte, teatro, danza, cine, arquitectura, más bien, de cualquier disciplina y con ello iniciar el juego de seducción de nuevos coleccionistas que, bien a bien, no se animan a invertir en una pieza a la que no terminan de encontrarle pies o cabeza. Todo un viacrucis que, a pesar de los pesares, deseamos agarre camino de ida y vuelta.

Antes de despedir, mencionar que gran parte de las exposiciones en galerías permanecerán, por lo menos, seis semanas, así que bien vale la pena armar una ruta de recorridos. Ahora sí, hasta el próximo sábado.