Adiós, Ozark
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

Adiós, Ozark
Serie: Ozark / Netflix.

Ozark, una de las series más reconocidas de Netflix, llegó a su capítulo final aprovechando que aún gozaba de un buen momento, pero lo hizo sin mucha ceremonia, como suele ser el caso con las series de esta plataforma. Tal vez porque no logró convertirse en la consentida de las premiaciones (apenas unos cuantos Emmys y un par de SAG Awards), o tal vez porque nunca terminó de encontrar a su público, pues algunas personas la sintieron como algo derivativo de Breaking Bad y otras compararon el personaje de Laura Linney con una de las villanas más famosas de Netflix, la de Robin Wright en House of Cards.

Pero quizá fue porque, a final de cuentas, no era más que una narcoserie de lujo. Casi un placer culpable aunque cobijado por buenos actores, buenos escritores y un productor muy luchón y muy carismático, como lo es el actor protagonista y también director de algunos capítulos Jason Bateman (el niño de La familia Ingalls, para quien haya olvidado ese detalle). Los fans de la serie esperábamos cada temporada para volver a reunirnos con Marty y Wendy Byrde y sus insufribles hijos: Los Byrdes (¿pájaros?), como eran llamados por amigos y enemigos.

Ya conocimos el destino de estos personajes y ahora llegó el momento de despedirlos. ¡Adiós a mi serie favorita! Lo que no voy a extrañar es cómo nos mostraba a los mexicanos. A lo largo de 44 capítulos, entre 2017 y 2022, la serie presentó una variedad de personajes latinos, mexicanos y mexicoamericanos, interpretados por actores como Esaí Morales, Félix Solís, Verónica Falcón, Bruno Bichir y Alfonso Herrera, que se encargaron de dar vida a los líderes de un cártel de la droga y mostrar lo peor que México tiene para ofrecerle al mundo.

Vale la pena detenernos un momento a pensar en cómo “el efecto Netflix” ha logrado que el público más joven perciba a esta plataforma como algo aspiracional. Los fans aplauden cuando una actriz o actor mexicano logra un papel dentro de algún proyecto del gigante del streaming; y por su lado, los actores, directores, guionistas, etcétera, se emocionan cuando firman un contrato con la plataforma, sin importar que muchas veces se trate de proyectos con personajes muy cuestionables que no dejan bien parado a México ni a los mexicanos.

Además de lo visto en Ozark, aquí van otros ejemplos: Eiza González interpretó a la cómplice y amante de una estafadora en I Care a Lot; Danna Paola fue una chica superficial que discriminaba a sus compañeros en Élite; Manuel García-Rulfo fue un sicario en Sweet Girl; Benny Emmanuel fue el líder de unos malandros en un barrio inspirado en la colonia Buenos Aires en Dale gas; Diego Luna, Damián Alcázar, José María Yázpik y una larga lista de reconocidos actores (y actrices) mexicanos interpretaron a criminales de diversa calaña en Narcos. Pero también, películas premiadas como Noche de fuego y series como Somos solo mostraron el lado más oscuro de la realidad mexicana.

Nada de esto es tan diferente a lo que Salma Hayek, Eugenio Derbez o incluso Tenoch Huerta han tenido que aceptar para poder entrar a Hollywood. Derbez se volvió especialista en interpretar a estafadores, Salma siempre ha realizado papeles que explotan su físico y no su inteligencia, y Tenoch ha aparecido como indocumentado y como criminal en diversas ocasiones. Todos ellos refuerzan los estereotipos que ya existen sobre los mexicanos en Estados Unidos, aunque paralelamente hayan intentado ayudar a cambiar esta percepción con películas más serias o de alto perfil, como Frida, Coda o la anunciada participación de Tenoch en Wakanda Forever.

Sin embargo, aún falta ver si la entrada de los mexicanos al multiverso de Marvel, con esta idea de que también podemos ser superhéroes, ayudará a acabar con los clichésEternals fue una película tan tibia y generó tan poco interés que la participación de Salma se vio opacada. Se anunció que Gael García Bernal dará vida al personaje del Hombre Lobo dentro de una serie de Disney Plus, pero solo será para un especial de Halloween. Y volviendo a Tenoch, aunque todavía hay mucho misterio sobre su papel, se especuló que podría interpretar el personaje de Namor, que en varios cómics suele ser un villano.

Para la memoria. Los insultos de Donald Trump y la violencia contra los mexicanos no es nada nuevo en Estados Unidos y ya había alcanzado un punto álgido en 2015, cuando anunció sus primeras intenciones de convertirse en presidente. En aquella ocasión dijo que los mexicanos “traen droga, traen crimen y son violadores”, ante un público eufórico que lo vitoreó y que posteriormente lo hizo su presidente. Para 2018, y ya con Trump al mando, los crímenes de odio contra latinos en Estados Unidos se elevaron 21%, la cifra más alta en 16 años. En 2020, los crímenes por motivos étnicos y de raza subieron 32% y se contaron 517 incidentes contra latinos, de acuerdo con un reporte del FBI.

Lo que menos necesitamos en este momento es seguir reforzando el estereotipo de que los mexicanos somos de lo peor. Millennials y centennials son demasiado jóvenes para recordar que ya habíamos vivido algo así en los años 80, cuando la representación de los mexicanos en el cine de Hollywood era deplorable y no nos bajaban de lacra. Después, ese cliché le fue asignado a Colombia porque Estados Unidos mantenía una situación muy tensa con aquel país por tratarse del principal productor y proveedor de drogas.

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La situación cambió y ahora es México el que ocupa ese lugar otra vez. La diferencia es que ahora nos da orgullo y hasta lo agradecemos. De Colombia solo se habla de cosas bonitas, como Shakira y Maluma. Todo lo que viene de aquel país es una fiesta. Hasta Madonna compuso un himno para Medellín, y hace apenas unos días hizo lo que nunca: se trasladó hasta Colombia –antes la cuna del crimen y la inseguridad en América Latina– simplemente para aparecer como invitada en un concierto de Maluma. ¿Y qué dice de México la noticia de que el primer superhéroe de origen “latino” de Marvel, un luchador enmascarado conocido como El Muerto, no será interpretado por un actor mexicano sino por un reguetonero puertorriqueño como Bad Bunny?

Regresando a Ozark, como decía en un principio, fue un placer culpable, un lapso de indulgencia en el que los mexicanos que tanto criticamos a las narcoseries nos permitimos ese “gustito” y nos trepamos al mismo tren, con la excusa de que todo lo que Netflix producía en aquel momento era de calidad. Pero afortunadamente ya pasó. Ni Ozark, ni Narcos eran para siempre, ni todo lo que produce Netflix es de calidad, eso ya se sabe. Es hora de volver a exigirle a esta plataforma mejores personajes y una mejor representación de la diversidad cultural que hay en México.

BREVES

Hablando de cine mexicano, este fin de semana estrenan dos películas en salas de cine: la excepcional Nudo mixteco y el documental Te nombré en el silencio.

En Paramount Plus ya se pueden ver los primeros capítulos de The Offer, una serie que recrea la historia de la filmación del clásico El padrino, de Francis Ford Coppola.

En Apple TV Plus hay una opción interesante con la serie de misterio Shining Girls, que tiene a la actriz Elisabeth Moss entre sus protagonistas.

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