Un nuevo partido

Es tal el desencanto con Morena y la alianza PRI-PAN que hay quienes ya están pensando en hacer un nuevo partido.

Si bien no podrá existir antes de la elección de 2024 –la cual algunos ven que será de trámite para el partido en el poder–, se puede empezar a configurar ese proyecto después de esa parada obligatoria.

Una de esas voces que vislumbran esa nueva opción es el exgobernador de Chihuahua Javier Corral, quien ahora está metido en el inicio de un juicio político, con el que pueden inhabilitarlo políticamente.

El panista reconoce que su partido ya no tiene remedio y que con el PRI van juntos “al hundimiento“.

Por eso, dice que “hay que pensar” en la construcción de una nueva alternativa política en México. Y sugiere que tenga un enfoque “social-demócrata”.

Lo cierto es que después de que Andrés Manuel López Obrador deje el poder, Morena podría pasar a ser un partido más, sin la fuerza y el arrastre que tiene su líder moral.

En ese nuevo equilibrio de fuerzas, una opción alejada de los grupos dominantes en Morena, PRI y PAN podría emocionar al electorado.

Y podría aglutinar a quienes llevan años en la política, como Porfirio Muñoz Ledo, ya distanciado de Morena; o a un panista decepcionado como Corral; o incluso a varios que pensaban que Movimiento Ciudadano iba a ser una opción viable a estas alturas, pero ya vieron cómo se ha desinflado.

Un nuevo partido no necesariamente es la salida a nuestros problemas, pero al menos podría romper con las pocas opciones que hay, aunque partidos son hasta siete pero como suelen ir en alianza, estas se reducen a dos o tres.

Sin embargo, la ‘aduana’ del INE no es nada fácil, primero por los requisitos que se piden y después por el mínimo de votación que obliga a cumplir (tres por ciento a nivel nacional). En los últimos años han desaparecido o le han negado el registro a más de una decena de organizaciones políticas.

¿Cómo hacer entonces para aventurarse por una nueva opción?

Es pregunta para Corral y otras voces que están pensando en ese nuevo partido, que aún no tiene forma ni nombre pero ya está en la boca de varios desencantados.