¿Te sientes agotado? No solo se debe a trabajar demasiado
'Claro, estaba ocupada, pero no más que los demás. Entonces, ¿cuál era mi problema?'. Foto: Tetra Images/Alamy

Hace unos años, descubrí que estaba realmente agotada. Bueno, en ese momento, no estaba realmente segura de que fuera eso. Al principio, el término “agotamiento” parecía una forma dramática de describir lo que estaba experimentando. Pero estaba muy, muy cansada. Me costaba motivarme y al mirar mi calendario comenzaba a sentir una especie de temor de bajo nivel.

Sin embargo, la parte más confusa para mí era que, a simple vista, no existía ninguna razón obvia para estar tan cansada. No parecía que estuviera justificado. No merecía estar tan cansada. Claro que estaba ocupada, pero no más que los demás. Entonces, ¿cuál era mi problema?

Pero cuando no pude recuperarme después de unas semanas y cuando descarté problemas de salud más graves, se volvió evidente que lo que estaba experimentando era, de hecho, agotamiento. Y en cierto momento me di cuenta: mi agotamiento no provenía de mi pasado lejano; en realidad llevaba más de una década formándose. Me di cuenta de que me había resistido a relajarme de verdad durante al menos 15 años. Incluso cuando tenía “tiempo libre”, en realidad nunca me relajaba. Nunca sentí que tuviera permitido relajarme. Y por eso no lo hacía. Nunca me permitía descansar. Tomar tiempo libre me hacía sentir culpable. La culpa era sutil, pero constante. Y con el tiempo me desgastó física y mentalmente.

Lo que aprendí rápidamente es que nuestra cultura no entiende el agotamiento, de dónde surge o qué tan común es. No entendemos que muchos de nosotros nos podemos agotar con una semana laboral perfectamente “normal” de 40 horas. Esto se debe, en parte, a que la semana laboral de 40 horas es una creación completamente arbitraria, y que ignora los datos que revelan que la mayoría de las personas solo son capaces de dedicar entre tres y cuatro horas diarias de atención a su trabajo antes de que disminuya el rendimiento. (Recomiendo fervientemente el libro Laziness Does Not Exist (La flojera no existe)). Sin embargo, la otra razón por la que nos podemos agotar con un horario “normal” es que el exceso de trabajo no siempre es la causa.

El agotamiento laboral es algo muy real, pero no es la única causa del agotamiento. Solemos pensar que tomar un descanso o una pausa del trabajo siempre revertirá nuestro agotamiento. (¡Y a veces lo hará!) Pero puesto que también podemos agotarnos por otras causas menos obvias, las curas también suelen ser menos obvias. Nos podemos agotar por años de estrés. Podemos sentirnos agotados por emociones o traumas sin resolver. Y nos podemos agotar simplemente por vivir la vida equivocada para nosotros (el trabajo equivocado, la carrera equivocada, la relación equivocada, etc.).

Si la causa de tu agotamiento proviene de uno de esos lugares menos obvios, el simple hecho de tomarte un descanso del trabajo no curará tu agotamiento. Tendrás que indagar un poco más para averiguar la causa de tu agotamiento. Es posible que la causa sea más emocional y espiritual que simplemente física.

En este momento, tras dos años de estrés e incertidumbre derivados de esta pandemia, la mayoría de nosotros estamos experimentando un gran agotamiento. Y aunque en parte se debe al agotamiento físico que supone modificar todo lo relacionado con nuestra forma de vivir, trabajar y ser padres, también es probable que se deba al estrés incesante y al agotamiento emocional.

Tampoco tenemos un buen conocimiento de las formas más sutiles en las que se manifiesta el agotamiento, más allá de la sensación general de agotamiento. Por este motivo, muchas personas malinterpretan lo que están experimentando e intentan “superarlo”, conduciendo a un mayor agotamiento. El agotamiento también se puede manifestar como apatía, dificultad para concentrarse, cinismo, pesimismo y otros síntomas de depresión y ansiedad. Se puede manifestar en forma de síntomas físicos como la fatiga crónica, el insomnio y la disminución de la inmunidad.

¿Cuántos de nosotros experimentamos esos síntomas, sin tener la menor idea de que el agotamiento podría ser el culpable, y nos limitamos a tomar otro café y seguir adelante? No es de extrañar que estemos tan cansados y tensos y que nos sintamos ligeramente miserables.

Vivimos en una cultura que no entiende ni honra la necesidad humana de relajarse y recuperarse. Se espera que trabajemos como máquinas, prácticamente sin tiempo de inactividad.

Entonces -suponiendo que no puedes dejar tu vida e irte a descansar a la playa durante unos años- ¿cómo es la cura del agotamiento? La primera cura es el descanso. Y me refiero al verdadero descanso, no al descanso en el que te sientes estresado y culpable por descansar. Eso no es descansar.

También ayuda a reflexionar sobre el origen de tu agotamiento en particular. ¿Se debe al exceso de trabajo? ¿O proviene de un lugar menos obvio, como meses de estrés extremo o años de agotamiento emocional? ¿O tal vez, como yo, estás agotado debido a 15 años de estrés de baja intensidad y a la incesante sensación de que nunca hacías lo suficiente, y de que te forzabas constantemente en una carrera profesional que en realidad no estabas destinado a desempeñar?

Después de identificar el origen de tu agotamiento, puedes ser sincero contigo mismo sobre lo que puedes hacer para ayudarte. Si se debe al exceso de trabajo, la cura evidente consiste en un cambio en tu forma de trabajar y un descanso y tiempo de inactividad muy intencionados. Dependerá de lo que sea posible para ti, pero si te encuentras en un trabajo o carrera que no puedes, en términos prácticos, dejar, la cuestión consiste en cómo puedes crear más tiempo de descanso y recuperación fuera del trabajo.

Si la causa de tu agotamiento es más emocional, mental o proviene de algo más crónico, yo aconsejo -además de descansar- trabajar con un gran terapeuta para ayudarte a desentrañar tus emociones y traumas, obtener mecanismos de afrontamiento para sanar y evitar el agotamiento en el futuro.

Recuerda: no estás roto por sentirte agotado. Nuestra cultura es la que está rota. Sea cual sea la causa de tu agotamiento, necesitas y mereces un verdadero tiempo de inactividad y un cambio en tu forma de trabajar y de tratarte a ti mismo.

Caroline Dooner es autora de The Fck It Diet y del próximo libro Tired As Fck: Burnout at the Hands of Diet, Self-Help, y Hustle Culture, y presentadora de The F*ck It Podcast

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