Las inversiones ecológicas ‘no funcionarán’, dice exdirectivo de BlackRock
Tariq Fancy en alguna ocasión supervisó el comienzo del mayor esfuerzo para hacer ‘verde’ a Wall Street, pero ahora cree que la crisis climática jamás podrá resolverse con los libres mercados de hoy.
Tariq Fancy en alguna ocasión supervisó el comienzo del mayor esfuerzo para hacer ‘verde’ a Wall Street, pero ahora cree que la crisis climática jamás podrá resolverse con los libres mercados de hoy.
Desde su escritorio en Manhattan, Tariq Fancy supervisó en alguna ocasión el inicio del que probablemente es uno de los más grandes y ambiciosos esfuerzos en la historia para hacer “verde” a Wall Street. Ahora, conforme las inversiones amigables con el medio ambiente crecen a un ritmo exponencial, Fancy llegó a una conclusión dura: “Esto definitivamente no funcionará”.
Como antiguo director de inversiones e inversiones sustentables en BlackRock, la gestora de activos más grande del mundo, Fancy estuvo a cargo de llenar de políticas corporativas ambientales, sociales y de gobierno el enorme portafolio de inversión.
Fancy fue el líder de un movimiento que le ha dado a muchas personas, incluyendo inversionistas, activistas y académicos, esperanza de que tras años de respaldar a contaminadores, Wall Street finalmente se levantara para confrontar la crisis climática.
“He mirado dentro de la máquina y puedo decirte que los negocios no tienen esto”, dijo Tariq a The Guardian. “No porque sean malas personas, sino porque dirigen máquinas lucrativas que operan exactamente como esperas que lo hagan”, dijo Fancy.
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Fancy, de 42 años, trabajó para BlackRock entre 2018 y 2019 y fue el director ejecutivo de inversiones para inversiones sustentables en una época en que BlackRock se preparaba para anunciar un cambio drástico en su estrategia.
“La evidencia de los riesgos climáticos convence a los inversionistas para revaluar sus suposiciones centrales sobre las finanzas modernas”, dijo el director de BlackRock, Larry Fink, en su influyente carta anual para los CEOs en 2020, poco después de la partida de Fancy. “En el futuro cercano, y más pronto de lo que cree la mayoría, habrá una significativa redistribución del capital”.
En el futuro, dijo Fink, BlackRock transicionará lejos de las inversiones en compañías que “presentan un alto riesgo relacionado con la sostenibilidad”.
BlackRock administra alrededor de 7 billones de dólares en bienes, y son una de las voces más grandes de Wall Street que suenan la alarma por la necesidad de lidiar con la crisis climática. La noticia se percibe como un momento clave para la comunidad financiera.
Pero para Fancy, quien ahora dirige la organización sin fines de lucro sobre educación digital Rumie en Toronto, Canadá, la movida de BlackRock, y las que le siguieron, contienen un error fundamental: la crisis climática jamás podrá resolverse con los mercados libres de la actualidad.
“No es porque sean malvados, es porque el sistema está construido para extraer ganancias”, dijo.
Los inversionistas tienen el deber fiduciario de maximizar los ingresos de sus clientes y mientras haya dinero que hacer en las actividades que contribuyen al cambio climático, ninguna cantidad de retórica sobre la necesidad de inversiones sostenibles podrá cambiarlo.
“En muchos casos es más barato y sencillo venderte como ecológico en lugar de hacer todo el trabajo para mejorar tu perfil de sostenibilidad. Eso es costoso y si no hay multas del gobierno, en la forma de impuestos sobre el carbono o algo similar, entonces este error en el mercado va a persistir”, dijo Fancy, un antiguo banquero de inversiones que ahora lidera una iniciativa para llevar educación digital asequible a las comunidades más marginadas del mundo.
La cantidad de dinero vertida en las inversiones sustentables a través de vehículos como los fondos cotizados (ETFs) rompieron el récord el año pasado. Fancy cree que la tendencia podría continuar durante años y aún así no tener impacto sobre el cambio climático porque “no hay un vínculo entre ambas cosas”.
Mover dinero hacia las inversiones ecológicas no significa que los contaminantes ya no encontrarán financiamiento. El argumento es similar al de la desinversión, otra estrategia que no funciona según Fancy. “Si vendes tus acciones en una compañía que tiene una alta huella de emisiones, no pasa nada. Esa compañía sigue existiendo, la única diferencia es que no eres propietario. La compañía continuará igual que antes y de un día para otro 20 fondos de cobertura comparan acciones. El mercado es el mercado.
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“No creo que el público note que no estamos hablando de detener el cambio climático”, dijo. “Hablamos literalmente de vender activos para no enredarnos en los daños cuando llegue la hora”.
Los negocios lo saben, dijo Fancy, y también conocen la solución, simplemente no les agrada. Él comparó la reacción de las comunidades empresariales a la pandemia de coronavirus con sus perspectivas sobre el cambio climático. “La ciencia nos muestra que el Covid-19 es un problema sistémico para el cual tenemos que aplanar una curva, la curva de infecciones”.
Conforme escaló la crisis, los líderes empresariales de inmediato mostraron su apoyo por las iniciativas gubernamentales para restringir los viajes, cerrar espacios y pausar la economía. “La Business Roundtable (el lobby comercial más poderoso de Estados Unidos) dijo que teníamos que hacer obligatorio el uso de cubrebocas. Tenían razón sobre esas cosas”, dijo.
El mundo necesitaba que los gobiernos usaran sus poderes extraordinarios “porque si se lo dejas al libre mercado todo hubiese permanecido abierto y en EU hubieran fallecido millones de personas, no medio millón”.
El cambio climático también es un problema que la ciencia considera sistémico y que necesita un aplanamiento de curva. “La diferencia es el periodo de incubación. No solo son unas semanas, son varias décadas. Y ellos siguen diciendo que deberíamos confiar en el libre mercado. Ahí es donde tengo problemas”.
Una encuesta de 250 altos ejecutivos apoya el argumento de Fancy. Alrededor del 64% de los ejecutivos incluidos en una encuesta reciente comisionada por la entidad crediticia británica Standard Chartered dijeron que “creen que la economía de operar como una organización de cero emisiones de carbono no es conveniente para sus compañías”. Y el 79% de los altos ejecutivos dijo que los términos a corto plazo de los CEOs dificultan que las compañías transiciones hacia las cero emisiones.
Bajo el sistema actual, los costos, dice Fancy, simplemente son demasiado elevados y los beneficios de seguir como siempre son demasiado buenos. Un estudio de 2019 de Morgan Stanley encontró que alcanzar las cero emisiones para 2050 costará alrededor de 50 billones de dólares.
“La realidad es que sus incentivos son a plazos muy cortos”, dijo. “Mi preocupación es que cuando se trate de cambio climático, de hecho será muy caro. Es como decir que cuando se trata del Covid-19 es una crisis y una oportunidad. Bueno, pues sí, es una oportunidad para Zoom, no una oportunidad para la sociedad”.
Hay una solución, dijo Fancy, y es la que los líderes empresariales adoptaron durante la crisis del coronavirus: la intervención del gobierno. Pero, debido a la alargada línea del tiempo del cambio climático, esto no le agrada a los líderes empresariales.
Lo que podría funcionar es un cambio en políticas gubernamentales que hiciera más costosa la contaminación, como los impuestos sobre el carbono, porque eso cambiaría el mundo corporativo y los incentivos de Wall Street.
“Si pones un impuesto sobre el carbono, todos y cada uno de los gestores de cartera tendrían que hacer ajustes”, dijo.
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BlackRock cuestionó el análisis de Fancy. En un comunicado, la compañía dijo: “Las inversiones sustentables pueden obtener grandes ingresos de las inversiones mientras también ayudan a combatir preocupaciones sociales y ambientales urgentes”.
La compañía añadió que creen que el “greenwashing” es “un riesgo para los inversionistas y dañino para la credibilidad de la industria de la gestión de activos, por ello apoyamos completamente las iniciativas regulatorias para establecer estándares consistentes y aumentar la transparencia de los portafolios sostenibles”.
Pero para Fancy el punto general es que el cambio real tiene que ser liderado por el gobierno, no por Wall Street.
“Si estuviera en el panel y alguien me preguntara por la mejor manera de combatir el cambio climático, ¿debería comprar un ETF o debería llamar a mi representante local y exigir leyes y un precio sobre el carbono? La verdad es que estaría mejor hablar con el representante”.