¿Manicure con gel? Las lámparas UV dañan el ADN, según estudio
Investigadores de la Universidad de California en San Diego estudiaron las lámparas de luz ultravioleta que se utilizan para manicures con gel. Fotos: David Baillot/Escuela de Ingeniería Jacobs de UC San Diego.

El proceso es sencillo: cortan tus uñas, las liman, las pintan, las diseñan e ingresan tus manos a lámparas secadoras con luz ultravioleta para sellar el esmalte de gel. No debería haber mayor problema en ello. Pero investigadores de la Universidad de California en San Diego estudiaron estos dispositivos para el manicure con gel y descubrieron que su uso daña el ADN y provoca mutaciones en las células humanas.

En el estudio, cuyo resultados fueron publicados el pasado 17 de enero en el sitio especializado Nature Communications, los investigadores descubrieron que el uso de estos dispositivos durante solo una sesión de 20 minutos provocó entre 20 y 30% de muerte celular. El impacto aumentó cuando el número de sesiones creció: con tres exposiciones consecutivas de 20 minutos se causó la muerte de entre 65 y 70% de las células expuestas.

Y no solo eso. Según los investigadores, la luz ultravioleta usada en procedimiento de manicure con gel también causó daños mitocondriales y en el ADN de las células restantes y provocó mutaciones con patrones que se pueden observar en el cáncer de piel en humanos.

“Vimos varias cosas: primero, vimos que el ADN se daña”, dijo en un comunicado Ludmil Alexandrov, profesor de bioingeniería y medicina celular y molecular en la Universidad de California en San Diego y autor del estudio. “También vimos que parte del daño en el ADN no se repara con el tiempo y conduce a mutaciones después de cada exposición con un secador de esmalte de uñas UV. Por último, vimos que la exposición puede causar disfunción mitocondrial, lo que también puede provocar mutaciones adicionales. Examinamos pacientes con cánceres de piel y vemos exactamente los mismos patrones de mutaciones en estos pacientes que se observaron en las células irradiadas”.

Aunque los resultados son claros al concluir que el uso crónico de estas máquinas está dañando las células humanas, los investigadores advierten que todavía se necesitaría hacer un estudio a largo plazo para poder afirmar que aumenta el riesgo de cáncer de piel.

La pregunta es si las personas que se realizan manicure de gel una vez al año deben preocuparse o sólo deben hacerlo aquellas que lo hacen con más frecuencia. En el comunicado, los investigadores reconocen que se necesitan más estudios –que tardarían al menos una década– para cuantificar cualquier aumento en el riesgo de cáncer y con qué frecuencia de uso.

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