Cuidar a los nietos no te hará sentir más joven, sugiere un estudio
El estudio 'no encontró ningún efecto de juventud en la transición de no ser un cuidador a convertirse en un cuidador de nietos'. Foto: lolostock/Alamy

Los abuelos que planean dedicarse al cuidado de sus nietos durante este semestre deberían pensarlo mejor, ya que una investigación afirmó desmentir los hallazgos anteriores sobre el “efecto rejuvenecedor” que aporta el cuidado de los nietos.

Numerosos estudios parecen demostrar las ventajas para la salud mental y física de aquellos que cuidan a sus nietos. Pero en ninguno de esos estudios los investigadores hablaron con los mismos abuelos antes y después de que comenzaran sus responsabilidades como cuidadores.

Cuando los autores del artículo Is There a Rejuvenating Effect of (Grand)Childcare? A Longitudinal Study, publicado esta semana en The Journals of Gerontology sí consultaron a los abuelos antes y después, comprobaron que el cuidado de los nietos no hacía que los abuelos se sintieran más jóvenes que su edad real.

La edad que las personas sienten que tienen –en contraposición a la edad que aparece en su acta de nacimiento– está considerada como un fuerte indicador de su bienestar mental y físico, en ocasiones incluso superando a la edad cronológica como predictor directo de consecuencias psicológicas y relacionadas con la salud, entre ellas el riesgo de muerte.

“Este es el primer estudio que analiza a las mismas personas antes y después de dedicarse al cuidado de los nietos en términos de sus efectos sobre la edad subjetiva”, dijo la Dra. Valeria Bordone, coautora del estudio.

Bordone también es coautora de un estudio de 2016 titulado Do Grandchildren Influence How Old You Feel? en el que se descubrió que las personas mayores de 65 años que cuidan a sus nietos se sienten al menos dos años más jóvenes en comparación con su edad, cifra que se eleva a 2.6 años en el caso de los hombres de entre 74 y 85 años.

Sin embargo, sus nuevos hallazgos la hicieron reflexionar. “Contrariamente a nuestros hallazgos de 2016, nuestro nuevo estudio no descubrió ningún efecto de juventud en la transición de no ser un cuidador a convertirse en un cuidador de nietos, ni para los abuelos ni para las abuelas”, señaló.

La profesora Cecilia Tomassini, miembro principal de la red de investigadores Grandparenting en Europa, celebró el nuevo estudio.

“Esta investigación añade una importante perspectiva a una cuestión que anteriormente no se había planteado recurriendo a las mismas personas”, dijo. “Incluso los estudios que recurrieron al mismo grupo suelen perder de vista a los abuelos con problemas de salud, porque abandonaron la investigación. Esto significa que esos trabajos terminaron analizando únicamente a los abuelos sanos, por lo que han obtenido, hasta ahora, respuestas mayoritariamente positivas”.

Bordone ahora considera que es un error atribuir un efecto causal entre el cuidado de los niños y el hecho de sentirse más joven. En cambio, dijo, es probable que el vínculo tenga mayor relación con el sesgo de selección oculto. “Es muy posible que los rasgos de personalidad y los valores familiares que hacen que los abuelos ya tengan una edad subjetiva joven estén sobrerrepresentados entre los individuos que cuidan a otros”, señaló.

En resumen, en lugar de que el cuidado de los nietos haga que los abuelos se sientan jóvenes, los abuelos que ya se sienten jóvenes son los que cuidan más a los nietos.

Cuando Bordone investigó este tema en 2016, les preguntó a los adultos que cuidan a sus nietos cuán jóvenes y saludables se sentían. Esta vez, interrogó a los mismos 7 mil 730 adultos de entre 50 y 85 años antes de que comenzaran a cuidar a sus nietos. Tras un periodo de tiempo en el que el 21% comenzó a cuidar a sus nietos, les hizo la misma pregunta. Aquellos que nunca cuidaron niños permanecieron en el grupo de control.

Si los abuelos de tus hijos se resisten a dar el paso este semestre, tal vez tengas más suerte si le preguntas a un amigo o vecino en edad de ser abuelo.

La investigación reveló el inesperado hallazgo de que los adultos mayores que cuidan a niños pequeños que no son sus propios parientes obtienen ligeros beneficios. La hipótesis, explicó Bordone, es que los hijos sin parentesco traen consigo el efecto rejuvenecedor de la juventud, sin el mismo recordatorio de la vejez que aportan los nietos.

“El ser abuelos es un poderoso recordatorio del envejecimiento de una persona y, como tal, es probable que afecte la edad subjetiva”, dijo.

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