La Liga MX anuncia protocolo anti-racismo tras incidentes en estadios

El pasado miércoles, durante el encuentro entre Chivas y América por la Copa Campeones Concacaf que tuvo como sede el Estadio Akron, el jugador Julián Quiñones fue objeto de insultos racistas por parte de un grupo de aficionados rojiblancos. Se informó que estos seguidores emularon sonidos de mono para ofender al jugador.

Este incidente provocó una respuesta contundente de la Concacaf, así como de los propios clubes América y Chivas, quienes se comprometieron a investigar y sancionar a los responsables.

En un intento por terminar con los conflictos dentro de las gradas del fútbol mexicano, la Liga MX ha anunciado la creación de un protocolo anti-racismo que se activará en caso de comportamientos discriminatorios durante sus partidos.

De igual manera, pocos días después, en el Estadio Azteca, durante un partido en el que participaba el equipo Tigres, el arquero Nahuel Guzmán fue objeto de insultos por parte de un grupo de mujeres ubicadas detrás de su arco. Estos insultos, fueron de naturaleza sexista, y con el paso de estos sucesos, se ha aumentado la preocupación sobre la conducta inapropiada de algunos aficionados en los estadios.

En respuesta a estos incidentes, la Liga MX ha anunciado un Protocolo Anti-Racismo que consta de tres fases:

1. Intervención Inmediata: El árbitro central tiene la autoridad para detener el juego y solicitar a los asistentes que detengan cualquier comportamiento racista o discriminatorio.
2. Suspensión Temporal del Partido: En casos graves, el árbitro puede suspender temporalmente el partido hasta que se resuelva la situación y se restablezca un ambiente seguro para todos los presentes.
3. Procedimientos Disciplinarios y Posibles Sanciones: Una vez finalizado el partido, se abrirá un proceso disciplinario por parte de la Comisión Disciplinaria de la Liga MX. Dependiendo de la gravedad de los incidentes, el estadio podría enfrentar medidas como el veto temporal o permanente, mientras que los responsables de los actos discriminatorios serán desalojados del estadio, presentados ante las autoridades y se les retirará su FAN ID de por vida, impidiéndoles la entrada a cualquier partido de Primera División en México.

La implementación de este protocolo busca enviar un mensaje claro de que en el futbol mexicano no hay lugar para el racismo ni la discriminación. De esta manera, La Liga MX ha reafirmado su compromiso con la inclusión y el respeto, destacando que el deporte debe ser un espacio donde todos puedan disfrutar sin temor a ser objeto de ataques por su origen étnico, género u otras características personales.