El lado B de Miss Universo: Las denuncias de sus participantes

Miss Universo es el concurso de belleza más importante del planeta desde hace 70 ediciones. Sus participantes llegan a todo el mundo a través de la pantalla, por lo que sus palabras y actos han puesto en evidencia lo que ocurre en distintas regiones del planeta.

Este año la sede del certamen es Israel, lo que fue condenado por diversos actores ante al conflicto que mantiene con Palestina. Autoridades de Sudáfrica pidieron a su representante, Lalela Mswane, que boicoteara la competencia, pero ella se negó.

Zwelivelile Mandela, nieto de Nelson Mandela, se sumó a las voces por el boicot a Miss Universo 2021 porque ve en la postura de Israel con sus vecinos una especie de apartheid.

Rafaela Plastira, de Grecia, se sumó al boicot y la representación del país quedó en manos de Katerina Kouvoutsaki, quien no pudo asistir, y ahora es Sofia Arapogianni la concursante de este país.

El camino a esta noche fue largo y en sus preliminares ocurrieron algunas manifestaciones como fue la que hizo Alejandra Gavidia, de El Salvador, quien cree “que su vida profesional e imagen pública están destinadas a servir a los demás”, según su perfil disponible en internet.

En la pasarela de trajes típicos, la consultora de imagen y políticas denunció las desapariciones y feminicidios que ocurren en su país. Para ello usó un vestido en cuyo faldón tenía impresas huellas de manos en color rojo y una banda con la leyenda “Ni una menos, ni un desaparecido más”.

Katharine Walker, de Irlanda, también aprovechó la ocasión para alzar la voz por el salario que recibe el personal de enfermería en su país, sobre todo ante la pandemia por Covid-19.

Graduada como enfermera en 2016, trabajó en cuidados intensivos pediátricos y neonatales. En su falda unas letras que decían “Pago justo por enfermería”.

Otras modelos que se manifestaron fueron Essi Unkuri, de Finlandia, que pidió un alto a la deforestación; y Karolina Kokesova, representante de República Checa, pidiendo que se protejan los derechos de las mujeres en todo el mundo. Escribió en un escudo “Soy una voz, pero juntas podemos rugir”.

Miss Universo en distintas ocasiones sirvió para evidenciar causas sociales y políticas, como fue el 2020, cuando Thuzar Wint, de Birmania, denunció la represión militar de su país tras un golpe de estado; en 2019, Zozibini Tunzi, ganadora de la corona, habló sobre el racismo y el machismo en su discurso.