¿El internet es para todos?

Para la mayoría, el uso de tecnologías digitales se ha convertido en parte de nuestra cotidianidad, es una fuente de información, aprendizaje y entretenimiento, así como una plataforma para el comercio digital. Para hacer uso del internet es necesario tener un dispositivo y una conexión. En México, 3 de cada 4 personas tiene un celular inteligente, mientras que 75% utilizaron internet en los últimos 3 meses, ¿pero quién realmente tienen acceso a estas tecnologías?

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) del INEGI, el uso de internet entre hombres y mujeres es bastante similar, 77% de los hombres lo utilizan en comparación con 75% de las mujeres. Esto refleja que la brecha digital en cuanto al acceso al internet no es un tema de género sino que el uso del internet depende de otras desigualdades.

Por ejemplo, 52% de las personas que reportaron ser de un estrato socioeconómico bajo utilizan internet, en contraste con 92% de las personas de un estrato alto. Los usuarios que acceden a internet se concentran en una población urbana (82%), lo cual explica que tres de cada 10 internautas se concentran en el Estado de México, la Ciudad de México y Jalisco. 

Los datos de la ENDUTIH indican que el principal problema no es de cobertura, sino que a la población le hace falta aprender a usar estas nuevas tecnologías. Del porcentaje de personas que no usó internet en los últimos tres meses, la mayoría (52%) señaló como razón principal el no saber utilizarlo, por encima del 13% que no lo utilizó por falta de acceso. Situación que predomina entre las mujeres, mientras el 54% de ellas (8 millones) no han utilizado internet por no saber cómo usarlo a pesar de tener acceso a esta herramienta digital, para los hombres la proporción se reduce a 49%.

En resumen, en México la brecha digital de género no se debe al acceso ni la cobertura sino que se puede explicar por una desigualdad entre hombres y mujeres en las habilidades necesarias para sacar provecho de la tecnología.

Para reducir esta desigualdad es necesario implementar políticas y programas que promuevan la alfabetización digital y la igualdad de género en el acceso y aprovechamiento de la tecnología, para así garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades de participar en la economía digital y en la sociedad del conocimiento. Además de asegurar la conectividad, es necesario asegurar saber usarla para que nadie quede fuera. Cerrar la brecha digital puede aumentar la participación en el mercado laboral y detonar el desarrollo económico para el país.