El narco (no) me hizo millonario

“Fran”, 15 años, Nueva Italia, Michoacán- (1): Encontré el anuncio en un poste de luz cerca de mi casa. Hago el esfuerzo de acordarme para recitar de memoria lo que decía: “se acepta gente seria que quiera trabajar; no relajes”. Acepté y me uní. Luego luego, me dijeron el precio: andar de halcón en mi propio municipio, ¿has ido a Otumba, Michoacán? Pues ahí me pusieron. Me dijeron que mil pesos a la quincena, pero me dieron puro coche robado y con las placas dobladas. No vendí ni uno. Acá sigo, no sé a dónde ir.

“Sergio”, 17 años, Milpa Alta, CDMX. (2): Mi tío me dijo que se hacía buena lana trabajando para el cártel, que para que andaba de inútil. Que ningún trabajo paga 15 mil mensuales. Eso es de ricos. Y ahí me tienes pesando mota y coca a Morelos. Cuando lo agarraron, me quedé sin nada, solo y ansioso porque pensé que venían por mí. Y un día un amigo de la secundaria me dijo que le pagaban 18 mil por estar en un banco, ¿no que nadie ganaba más de 15 mil al mes? Me dio tanto coraje que agarré a madrazos su casa.

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“Fernanda”, 20 años, Guasave, Sinaloa. (3). Lo que te diga la gente malandra es una mentira. Punto. Me preguntas qué quiero decirle a la gente que lea esto y les diría: no crean en nada de lo que les dice la gente que los obliga a andar de cábulas. Les van a vender que esta vida es el Sol y la Luna, pero no puedes ni dormir, todo el día andas “tendida” porque ya te van a agarrar. Mírame, yo tengo 20 años y peso 52 kilos. No subo de peso por los nervios. Todos los días sueño que me van a matar y ni hijos he tenido.

“Daymon”, 16 años, Sin revelar, Morelos. (4). Una vez me dijeron que tu primer muerto es lo mejor que te puede pasar. Que va a ser tu esclavo en el infierno y suena muy bien, pero es todo lo contrario. Es al revés. Uno se muere con su muerto, especialmente si tienes 16 años. Algo matas de ti mismo cuando matas a alguien. Yo soy de esos, ¿eh? Haz de cuenta que le metí un balazo en la cabeza a ese güey, pero desde entonces ya no soy el mismo. Ya no duermo en la oscuridad. Siento que viene a preguntarme por qué hice eso, si no le hice nada, nomás seguí órdenes.

“Luna”, 17 años, Iguala, Guerrero. (5). Yo me hice mamá a los 14, ¿no? Y desde entonces yo prometí cuidar a mi niña. Nada le iba a pasar, pero un día llegó un señor y me dijo que la bañara y se la preparara porque iba a venir por ella. Tenía 9 años. La verdad, no supe qué hacer y se la di. Ahora no sé qué hacer, no sé cómo recuperarla porque nunca me la devolvieron. Todos los días me quiero morir porque soy mala mamá, pero así era en esos tiempos —te hablo del 2016— y sí te las regresaban, como sea. Todos los días me quiero morir.

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GRITO. Todos los testimonios son recogidos para un proyecto que se publicará en 2024 en un diario de circulación nacional sobre el estrés postraumático de la “guerra contra el narco” en los adolescentes que mañana serán los adultos del país.