Bob Dylan le vende su catálogo entero a Universal Music

Mark Sweney, corresponsal de media business, The Guardian

Bob Dylan le vendió su catálogo entero de 600 canciones, incluyendo Blowin’ in the Wind y Knockin’ on Heaven’s Door, a Universal Music en el acuerdo de publicación de música más grande de las últimas décadas.

Aunque no se revelaron los términos del acuerdo, el volúmen y popularidad de la música del artista de 79 años probablemente significa que es una de las ventas de publicación más lucrativas de toda la historia. El New York Times reportó el lunes que sobrepasó los $300 millones de dólares ($5.9 mil millones de pesos).

Dylan, cuya obra a través de seis décadas lo convirtió en el primer cantautor en recibir el premio Nobel de literatura en 2016, ha vendido más de 125 millones de álbumes en todo el mundo.

Universal, la compañía musical más grande del mundo y casa de estrellas como Taylor Swift, Lady Gaga y The Beatles, lo describió como “el acuerdo de publicación musical más significativo del siglo, y uno de los más importantes de todos los tiempos”.

“No es un secreto que el arte de componer canciones es la clave fundamental de la buena música”, dijo Sir Lucian Grainge, director ejecutivo de Universal Music. “Y tampoco es un secreto que Bob es uno de los mejores practicantes de ese arte”.

Los artistas y cantautores reciben regalías cada vez que una de sus canciones suena en la radio, es stremeada o utilizada en espacios públicos como tiendas departamentales, así como ingresos por las ventas de álbumes, sencillos y permisos para utilizar la música en anuncios de TV y películas.

La venta de catálogos enteros es un negocio que florece. Hipgnosis Songs Fund, compañía con base en Londres, que le da oportunidad a los inversionistas de ganar dinero por regalías procedentes de canciones por artistas como Beyoncé o Blondie, ha gastado más de £1.2 mil millones de libras ($31.8 mil millones de pesos) en la adquisición de 117 catálogos hasta la fecha.

La semana pasada se reveló que Stevie Nicks, la vocalista de Fleetwood Mac y artista en solitario, vendió la mayoría de las participaciones en la publicación de su catálogo por $100 millones de dólares ($1.9 mil millones de pesos) a la difusora Primary Wave. En noviembre, se concretó la venta de los derechos de publicación de los primeros seis álbumes de Taylor Swift, que eran el sujeto de una amarga disputa entre la cantante y el propietario Big Machine, a Shamrock, un grupo de capital privado, por más de $300 millones ($5.9 mil millones). Otras inversiones en catálogos incluyen la compra de Michael Jackson de más de 250 canciones de Lennon y McCartney, como parte de un acuerdo con un valor de $47.5 millones ($944 millones de pesos) en 1985.

Dylan aún es sumamente popular, pues docenas de artistas, como Adele, Guns N’ Roses, Bob Marley, U2 y Stevie Wonder, han grabado sus canciones más de 600 veces. Dylan ha producido más de 50 álbumes, y aún da giras mundiales, en las que toca alrededor de 100 conciertos al año.

A diferencia de otros artistas de renombre, quienes se enredan en contratos por los que pierden sus derechos de publicación al principio de sus carreras, Dylan era el propietario de los derechos de su música, y fuera de Estados Unidos Sony/ATV Publishing se encargaba de administrarla.

Jody Gerson, directora ejecutiva de Universal Music Publishing Group (UMPG), dijo: “Es tanto un privilegio como una responsabilidad administrar la obra de uno de los mejores cantautores de todos los tiempos, cuya importancia cultural no puede exagerarse”.

Merck Mercuriadis, fundador de Hipgnosis y antiguo manager de artistas como Elton John, Iron Maiden, Guns N’ Roses y Beyoncé, describió la inversión en regalías musicales como una mejor apuesta que el oro o el petróleo, pues su naturaleza perdurable significa ingresos ininterrumpidos aún cuando los mercados financieros más grandes atraviesan dificultades.

En el segundo trimestre del año, en medio de la pandemia global, Spotify reportó un 29% de aumento anual en usuarios mensuales, cuando los ingresos llegaron a €1.8 mil millones de euros ($43 mil millones de pesos). La revolución del streaming demuestra ser una fuente de ingresos particular para los propietarios de los derechos de los éxitos clásicos. Desde 2013, los ingresos anuales por reproducciones de Livin’ on a Prayer, éxito de Bon Jovi de hace 34 años, aumentaron en un 153%.

Después de una década de desplome en las ventas de CDs, la industria musical atraviesa un resurgimiento. El año pasado, las ventas de música a nivel global crecieron por quinto año consecutivo hasta los $20.2 mil millones ($401 mil millones de pesos), gracias al crecimiento de 23% en el streaming. La marca más baja sucedió en 2013 con $14 mil millones ($278 mil millones de pesos).

Para finales de este año habrá más de 450 millones de suscriptores de paga a servicios musicales como Apple, Amazon y Spotify. La pandemia debilitó muchas industrias, incluyendo a la música en vivo, pero no detuvo el crecimiento del streaming.

En junio, Warner Music, la tercera compañía musical más grande del mundo cuyos artistas incluyen a Ed Sheeran, entró al mercado de EU, donde vendió más de $1.9 mil millones ($37 mil millones de pesos) en participaciones y alcanzó un valor de mercado mayor a los $12 mil millones ($238 mil millones de pesos). Su propietario, Len Blavatnik, adquirió la compañía por sólo $3.3 mil millones ($65 mil millones de pesos) cuando la industria musical estaba a punto de llegar a su peor momento.

El año pasado, Vivendi, el grupo propietario de Universal Music, vendió el 10% de sus participaciones en el negocio por €3 mil millones ($72 mil millones de pesos), lo que le da el valor de €30 mil millones ($596 mil millones de pesos) a la empresa. Vivendi planea introducir a Universal Music en el mercado bursátil en marzo de 2022.

La rama publicadora de Universal Music tiene contratos con superestrellas como Taylor Swift, Elton John y su co escritor Bernie Taupin, Adele y los Bee Gees.

Los acuerdos de publicación más grandes

• Taylor Swift: En noviembre, Scooter Braun, famoso por manejar a Justin Bieber y Ariana Grande, vendió los derechos de los primeros seis álbumes de Taylor Swift al grupo de capital privado Shamrock por $300 millones ($5.9 mil millones de pesos). La cantante de Shake it Off planea volver a grabar las master tracks de esos álbumes para reclamar los derechos de las canciones, después de estar en guerra con Braun desde que los obtuvo tras adquirir a la disquera Big Machine, con la que Swift tenía un contrato, hace 18 meses.

• Stevie Nicks: La semana pasada se reveló que Stevie Nicks, la vocalista de Fleetwood Mac y artista en solitario, vendió la mayoría de sus participaciones en la publicación de su catálogo por $100 millones de dólares ($1.9 mil millones de pesos) a la difusora Primary Wave.

• John Lennon y Paul McCartney: En 1985, Michael Jackson pagó $47.5 millones ($944 millones de pesos) por ATV Music, cuyo catálogo de 4,000 canciones incluía cientos de piezas de Lennon y McCartney, entre ellas Hey Jude, Yesterday y Let it Be, así como otras de Bruce Springsteen, Elvis Presley y los Rolling Stones. El acuerdo provocó una disputa entre Jackson y McCartney, quien recomendó al cantante de Thriller entrar al negocio de la adquisición de derechos de publicación, pero que más tarde le ganó en la subasta de su propio catálogo. En 2016, Sony, quien le compró la mitad de ATV a Jackson en los 90s, adquirió el resto de la compañía por $750 millones ($14.9 mil millones de pesos) de la familia del cantante.

• Barry Manilow y Blondie: Manilow, compositor de más de 900 canciones, entre ellas éxitos de los 70s como Mandy y Could it Be Magic?, y Blondie, cuyo catálogo de 197 canciones incluye Heart of Glass, están entre las docenas de artistas que vendieron los derechos de sus canciones a Hipgnosis, quien le ofrece a los inversionistas la oportunidad de adquirir regalías de más de 10,000 canciones.

Traducida por Andrés González