The Guardian

Mick Jagger sobre la actuación: ‘Jack Nicholson me dijo que empezara con la vida sexual de un personaje’

Se desnudó en Performance, fue drag en Bent y usó una cubeta en la cabeza en Ned Kelly. Mientras presta su gloriosa voz al nuevo thriller de espías Slow Horses, el cantante de los Rolling Stone revive sus mejores papeles.

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¿Dónde está Mick Jagger en este momento? “Estoy en Frannncia, donde el clima es más bien gris“, arrastra las palabras el cantante de 78 años con exagerada languidez. “Ni siquiera en mi más loca imaginación puedo llamarlo primavera”. Incluso a través de una línea telefónica entrecortada, la voz es hipnóticamente rica: el denso y delicioso timbre, los repentinos saltos entre notas altas y bajas. Y también están esas vocales. Maroon 5 tuvo un éxito en 2010 cantando sobre sus movimientos, pero nadie hace las vocales como Jagger.

Eso queda muy claro en “Strange Game”, el tema grunge que grabó para la adaptación en seis partes de la acerba novela de espionaje Slow Horses, de Mick Herron. La serie gira en torno a un equipo de espías desprestigiados relegados a una insalubre oficina situada detrás del Barbican. Jagger se burla de estos desechos en la canción, tachándolos como “perdedores, inadaptados y borrachos” antes de anunciar: “Están acabados, son tontos, fracasaaaron”.

Su jefe es un viejo bravucón amargado y flatulento interpretado por Gary Oldman. “Está ligeramente escrita desde su punto de vista”, explica el cantante. “Pensé en hacerla sobre él y sus frustraciones con su equipo. Ya sabes, ‘Rodeado de perdedores’ bla-bla-bla. Pero también intenté destacar que todos ellos quieren redimirse. Tienen esta ambición de hacer el bien de alguna manera, y de demostrar que no son inútiles”.

Perversamente salvaje… Jagger en la película Performance, de Donald Cammell y Nicolas Roeg, de 1970. Foto: 44/Goodtimes Enterprises/Allstar

Strange Game fue escrita de forma remota por Jagger y el compositor Daniel Pemberton, que todavía no se conocen en persona. “Lo increíble es lo mucho que Mick transmite y sintetiza el ánimo del libro”, comenta Pemberton. “Eso es algo difícil de hacer, pero él lo consiguió enseguida. Esperábamos obtener una canción genial que quizás no tuviera ninguna relevancia para la historia, pero él creó instantáneamente todo ese mundo. Desde el punto de vista sonoro, tiene un dominio increíble de su voz. Las entonaciones que parecen improvisadas están sumamente controladas. Es como trabajar con un material precioso que se encuentra en escasez”.

El ambiente sórdido de la producción lo-fi se ve reforzado por el tono exagerado y burlón de Jagger: pavoneándose un minuto y susurra al siguiente. “A Daniel le gustaban locuaz”, recuerda. “Pero yo dije: ‘No puedes dejarme decir montones y montones de palabras’, así que añadí unos cuantos ‘ooh-ooh’ y otras cosas para darle esa atmósfera ligeramente inquietante”.

Empiezo a preguntarle si puedo hacerlo retroceder medio siglo hasta otra composición suya especialmente escrita, pero me interrumpe antes de que pueda terminar la pregunta: “Por favor, no”, dice, con un temblor teatral en la voz. Después continúa con un tono de indignación fingida: “¿Medio siglo? ¿Medio siglo hasta qué?“. A su canción “Memo from Turner”, esa anguila eléctrica retorcida de un número que canta a toda voz a mitad de la película Performance de 1970, la favorita de culto en la que Jagger es una estrella de rock libertina encerrada en su depa en Notting Hill con un gángster interpretado por James Fox.

¿Qué diferencia hubo entre escribir Strange Game y esa canción? “Bueeeeno”, responde, alargando la palabra de tal manera que sugiere que considera la pregunta bastante espuria. “Aquella era una canción que encajaba dentro de una película, así que en realidad no es comparable. Si acaso está relacionado con la historia, supongo que tiene alguna vaga similitud, pero para nada es el mismo tipo de canción”.

¿Cómo se siente ahora sobre su actuación en Performance? “¡Órale, ha pasado tanto tiempo que no me acuerdo! Fue un trabajo muy duro y nunca había hecho una película, así que realmente estaba aprendiendo y no sabía lo que estaba haciendo. Tuve que concentrarme mucho para hacerlo bien. Es una película extraña en algunos aspectos. Pero en ciertos aspectos resiste”. Tal vez la modestia le impide calificarla como una obra maestra, que sin duda lo es, o reconocer que traslada intactas a la pantalla sus cualidades más perversamente salvajes.

¿Su última película?… con Claes Bang en The Burnt Orange Heresy. Foto: Rumble Films/Jose Haro/Allstar

Tras su actuación en Performance con un excéntrico giro como el notorio bandido australiano en Ned Kelly, Jagger expresó su deseo de ser un “actor de carácter”. Ahora se ríe de la idea. “¿Dije eso? Lo que pasa es que en aquella época no recibías muchas ofertas. En la actualidad es mucho más fácil que la gente de la música consiga papeles en el cine. Antes solían existir muchos prejuicios contra la gente del mundo de la música, era como si solo pudieran hacer esa cosa, y en realidad solo te ofrecían papeles de relleno”. ¿Los actores y los cantantes suelen compartir un conjunto de habilidades? “Hay similitudes y coincidencias. Tienes que proyectarte y convertirte en otra persona, pero son disciplinas completamente diferentes. Lo poco que he hecho como actor, siempre lo he disfrutado. Pero solo porque estés en un escenario entreteniendo a 50 mil personas, no significa necesariamente que vayas a ser un muy buen actor“.

Sin embargo, él sí lo es. El director Sean Mathias lo descubrió cuando eligió a Jagger junto a Clive Owen e Ian McKellen para su película de 1997 de Bent, la obra de Martin Sherman sobre la persecución de los hombres homosexuales bajo el nazismo. Jagger tiene un pequeño papel como Greta, que canturrea “Streets of Berlin”, de Philip Glass, mientras está sentada en un trapecio con un vestido negro transparente, una peluca de chinos y unos aretes. Si robar una película fuera un delito, le habrían dado cadena perpetua sin libertad condicional.

“Performance es la razón por la que pensé en Mick para Greta”, comenta Mathias. “Es su presencia, ¿no? La belleza, la androginia. Tiene un aspecto tan extraño, tan sexual y hermoso. Un poco animal. Tiene la cara de una persona mucho mayor pero el cuerpo delgado de un adolescente. Tiene ese envidiable metabolismo. Todavía estaba con Jerry Hall en ese momento, y me dijo: ‘Jerry me quiere matar. Yo puedo comer lo que quiera, mientras que ella solo tiene que ver una papa frita y sube de peso'”

Mathias recuerda a Jagger como “un miembro colaborador de la empresa. Tenía un séquito pero nunca abusó de su poder. Tiene un cerebro increíble. Le interesan una gran variedad de temas y puede hablar de todos ellos. Y es tremendamente divertido en las cenas, tiene un sentido del humor muy extravagante”.

‘Un poco animal’… Jagger como Greta en Bent, de Sean Mathias. Foto: Channel Four Films/Allsta

Los retrasos durante uno de los rodajes nocturnos de la película hicieron que las escenas de Jagger se retrasaran hasta la madrugada. “Tuve que ir a su cámper y decirle: ‘Mick, lo siento pero se nos hace tarde’. Eran como las cuatro de la mañana, parecía bastante viejo y cansado, y se miró en el espejo y dijo: ‘Oh, mira esa cara. Se ve miserable. ¡No puedes filmarme ahora!’ Recuerdo que le dije: ‘Oh, Mick, luces absolutamente fantástico’. Pensé: “¡Soy un auténtico mentiroso! Porque sí se veía muy cansado. Pero sabía que si cedía ante su ego, me hundiría y nunca lo llevaría al set”.

Puesto que actúa de forma tan ocasional, ¿qué tipo de papel puede resultarle atractivo? “Uno que despierte algo en ti”, comenta Jagger. “Si te hace pensar: ‘Puedo tomar este personaje y darle vida. Puedo hacerlo interesante o gracioso’. No quieres interpretarte a ti mismo, o muy parecido a ti. Yo he rechazado eso”.

Nunca tuvo la carrera cinematográfica que tuvo su amigo David Bowie. Por otra parte, no era la entidad en solitario que fue Bowie: tenía una responsabilidad que cumplir, o los Rolling Stones, como se les conoce. A mediados de la década de 1990, Jagger concibió la idea de una película de comedia de conciertos que intercalaría imágenes en vivo de la banda con escenas de guion que mostraban a dos devotos fanáticos de los Stones, interpretados por Brad Pitt y Ben Stiller, que luchaban por ver a sus ídolos a cualquier costo. Jagger reunió a Stiller y a Judd Apatow para presentar la película en una reunión de la banda. Según cuenta Apatow, Keith Richards era el obstáculo. Cada vez que Ronnie Wood expresaba su entusiasmo por hacer la película, contó Apatow, Richards lo rechazaba: “¿Y tú quién eres, Alfred ‘itchcock?

Hace aproximadamente cinco años, Jagger le hizo saber a la industria que estaba buscando una “última” salida cinematográfica. Consiguió su deseo con el pequeño pero memorable papel de un millonario coleccionista de arte con una agenda siniestra en The Burnt Orange Heresy, un thriller astuto y escurridizo filmado en el lago de Como. ¿Qué sintió al volver a actuar? “Eh, bueno, fue un poco extraño para ser honesto”, comenta Jagger. “Hacía años que no actuaba. Estaba como: ‘Oh. Mmm. Sí. Actuar. Pensemos ahora. ¿Cómo lo hacemos?’ Una vez le pregunté a Jack Nicholson, ‘Cuando construyes un personaje, ¿por dónde empiezas?’ Él dijo: ‘Su vida sexual'”. Y suelta un pequeño y divertido bufido.

Trazar el trasfondo de un personaje suele ser algo útil. “Es posible que no encaje necesariamente en el guion, pero es bueno tenerlo. De lo contrario, solo te limitas a decir los diálogos. Y no quieres limitarte a decir los diálogos. Bueno, puedes hacerlo, pero es mejor si sabes qué tipo de persona es. Hice notas sobre si el tipo estaba casado, cómo era su educación. ¿Era un delincuente? ¿Le gustaba el rugby? Lo normal. Es bastante divertido, pero si vas a hacer un trabajo, deberías hacerlo bien”.

‘¿De verdad dije que quería ser un actor de carácter?’… en Ned Kelly. Foto: Wood/Allstar

El director de la película, Giuseppe Capotondi, puede corroborar esto. “Mick realmente hizo lo que tenía que hacer”, me dice. “Dijo: ‘Tal vez el personaje debería hablar con acento de Chelsea, pero de la época anterior a que Chelsea se volviera elegante, cuando todavía era de clase trabajadora’. Todo eso salió de él. También habló con algunos de sus amigos galeristas para entender cómo funciona el mercado”.

En una escena, en la que Jagger pasa de ser amable a intimidante en el transcurso de una sola línea, sugiere que habría tenido un talento natural para interpretar a Pinter. “Eso es muy bueno, ¿no?”, coincide Capotondi. “Logró cambiar el tono ahí, todo mientras se sentaba y fumaba su cigarrillo electrónico. Es muy eficaz. Mick puede transmitir emociones sin hacer mucho. La mayor parte de su actuación consiste en su voz, más que en su cara. Puede ser risueño y luego muy profundo. La utiliza como un instrumento y eso es una ventaja para cualquier actor”

¿Qué tipo de presencia tenía en el set? “Era muy humilde, tal vez porque se sentía un poco fuera de lugar. Antes de empezar, comentó: ‘Doy lo mejor de mí en la tarde. ¿Puedo hacer todas mis escenas en ese momento? Le dije: ‘¡Mick, solo tenemos cuatro días contigo! ¡No podemos filmar solo en la tarde!’. Lo vi bajar de su barco y llegar a la villa a las siete de la mañana, y se veía un poco malhumorado. Pero en cuanto llegó al set se mostró perfecto”.

¿Habló sobre que este sería su último papel? “Él decía: ‘Me estoy volviendo viejo. No tengo mucho tiempo‘”. ¿Qué se siente el haber dirigido posiblemente la última película de Jagger? “Oh Dios, es una gran responsabilidad”, se ríe. “Espero que haga otra. Estoy seguro de que así será. Solo está ocupado con el trabajo diario”.

En efecto, acaban de salir a la venta las entradas para la gira europea del 60 aniversario de los Rolling Stones, que comienza en junio; siete semanas después, Jagger cumplirá 79 años. “Estamos trabajando en el nuevo escenario, que espero se vea bien“, dice. “Estoy deseando hacer una gira por Europa y hablar muchos idiomas diferentes, aunque no sepa de qué estoy hablando. Estamos pensando en qué canciones vamos a tocar. No parece que haya pasado mucho tiempo desde que terminamos la gira por Estados Unidos, así que estoy preparado y listo para ello”.

Él y Richards incluso han estado trabajando en nuevo material. “Sí, hemos estado tocando un poco. Ha sido divertido”. Lo que él podría considerar “tocar un poco”, otros lo expresarían en términos más elevados. Pemberton es uno de ellos. Cuando le pregunto cómo se siente al haber escrito una canción con Mick Jagger, responde: “Es como si hubiera convencido a Picasso para que viniera y pintara mi cuarto delantero“.

Slow Horses está disponible en Apple TV+ a partir del viernes.

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