¿Cómo es la vida sin alcohol? Ahorrarás una fortuna, disfrutarás de verdad las noches de fiesta e incluso tendrás mejor sexo.
'La noche de San Valentín se convierte en una ocasión mucho más romántica cuando no estás borracho de champaña rosa'. Foto: YakobchukOlena/Getty Images/iStockphoto
Cuando decidí dejar de beber en el verano de 2015, estaba convencido de que mejoraría casi todos los aspectos importantes de mi vida: mi carrera, mi salud, mi matrimonio. Pero, ¿sería capaz de soportar el aburrimiento? Me emborrachaba con bastante regularidad desde que era adolescente y era un completo inexperto en divertirme sin alcohol. No estaba seguro de que fuera posible. Afortunadamente, estaba equivocado.
“Los medios de comunicación, la cultura y nuestros iguales nos han inculcado profundamente que el alcohol es la mejor forma de divertirse y que, por lo tanto, la sobriedad debe ser aburrida”, comenta Veronica Valli, psicoterapeuta, entrenadora de recuperación y autora de Soberful. Y añade: “La verdad es que, con 23 años de sobriedad que me respaldan, no puedo pensar en nada que no sea más divertido sin alcohol. Pero dejar de beber es mucho más que dejar de consumir alcohol. Hay que aprender muchas habilidades emocionales nuevas”.
No se trata únicamente de la tendencia a consumir alcohol para adormecer el estrés, la tristeza y el agotamiento, sino también de cómo comportarse en los buenos momentos. Cuando llevaba tres meses sobrio, recibí una oferta de trabajo realmente importante, de esas que merecen ser celebradas. Pero sin la opción de ir directamente al bar a tomar unas copas, no tenía ni idea de cómo expresar mi emoción. Al final, fui por un helado.
En los años que han pasado desde entonces, poco a poco me he vuelto mejor para procesar los altibajos sin el acompañamiento de la bebida. Mientras tanto, ayuda tener algunas cosas prácticas bajo la manga para ayudar a que esos primeros días de sobriedad se sientan como un placer, no como una resistencia. Tanto si quieres prolongar un poco más los beneficios del Enero Seco como si estás pensando en volverte sobrio de forma más permanente, aquí ofrecemos algunos consejos sobre cómo seguir divirtiéndote mientras lo consigues.
El dinero que solía gastar cuando bebía era escandaloso. No era solo la bebida en sí misma; eran los costos colaterales de una noche de fiesta: los taxis, las hamburguesas nocturnas y, casi al final de mis días de borrachera, las drogas que invariablemente compraba después de mi cuarta pinta. También estaba el café, la Coca-Cola, los sándwiches de tocino y los analgésicos que compraba al por mayor a la mañana siguiente para intentar combatir mi resaca.
Cuando calculé la cantidad aproximada que todo esto me costaba a la semana, me sentí mucho menos culpable por permitirme caprichos en la sobriedad: desde comidas estupendas fuera de casa hasta masajes ocasionales y alguna que otra escapada de fin de semana. Unos cuantos mimos de este tipo al mes y, mi yo sobrio, seguiría estando mucho mejor económicamente que mi yo borracho.
Entre otras grandes inversiones en autocuidado figuran un entrenador personal (el costo equivalente a dos rondas de copas a la semana), un terapeuta (el precio de una noche de miércoles en el bar) y velas perfumadas (el costo de un viaje en taxi a casa, hoy en día conduzco yo mismo a todas partes, o tomo el metro y leo un libro). Si quieres llevar la cuenta de tus días de sobriedad y calcular el dinero que has ahorrado, recomiendo la aplicación Nomo.
“Al principio, puede resultar raro hacer tus cosas favoritas sin beber, pero tienes que intentar seguir haciéndolas”, comenta Valli.
“Divertirse no es algo frívolo. Es una necesidad humana muy importante. Hacer cosas divertidas sobrio rápidamente se convierte en tu nueva normalidad”.
Siempre me ha encantado la música en vivo, pero solía pasarme al menos un tercio de cada concierto en la fila para el bar o el baño. En los festivales, con frecuencia me perdía la mitad de las actuaciones porque me encontraba en pleno estado de desorientación por la borrachera. De Glastonbury 2008 (artistas principales, Jay-Z y Amy Winehouse), no puedo recordar nada después de Joan Armatrading a las dos de la tarde.
“El alcohol es un depresor que te hace más lento tanto mental como físicamente”, explica el Dr. Niall Campbell, psiquiatra especialista y experto en adicciones en The Priory, Londres. “Cuando dejas de beber, rápidamente mejoras la atención y la concentración, e incluso la capacidad física. Bailar, hablar con las personas, tener agudeza mental… todas las habilidades sociales que necesitas mejoran”.
En la actualidad, voy más veces que nunca a conciertos en vivo, participo en toda la presentación, absorbo todos los pequeños detalles que hacen que la experiencia de ver a un grupo de cerca sea tan especial e incluso puedo bailar (sí, es posible bailar sobrio) sin que termine tropezando con alguien y derramando su bebida.
Me encantaba la Navidad cuando era niño: sentarme con mis seres queridos a intercambiar regalos, comer deliciosos manjares y ver películas es algo inherentemente divertido. Realmente no es necesario embellecer un día así con alcohol. En mis tiempos de bebedor, anulaba toda la alegría de la Navidad descorchando la champaña en el desayuno y desmayándome a última hora de la tarde con un vaso de whisky en mi mano. Solo ahora me doy cuenta de que estaba desperdiciando uno de los mejores días del año; el alcohol lo convertía simplemente en un día como cualquier otro.
Por supuesto, es posible que la Navidad y la música en vivo no sean lo tuyo, con o sin alcohol. Sin embargo, pasar tiempo con las personas que quieres, en cualquier contexto, suele ser más agradable cuando estás sobrio. La noche de San Valentín, por ejemplo, se convierte en una ocasión mucho más romántica cuando no estás borracho de champaña rosa. “No se habla lo suficiente de ello, pero el sexo sobrio es mucho mejor”, señala Campbell. “Eres más competente y tus sentidos se agudizan, así que en realidad sientes más”.
Definitivamente, hay algo en no tener que mantener una cubeta a la espera junto a la cama que reaviva la magia en una relación.
¿Qué pasaría si perdieras a todos los amigos con los que disfrutas emborrachándote? ¿Y si no quieren salir contigo cuando te conviertas en el Sr. Coca-Cola Light? Bueno, es posible que pierdas a algunos, pero no a todos, y con aquellos que están dispuestos a ponerse al día tomando un café, por ejemplo, en lugar de una pinta, las conversaciones suelen ser más significativas, y te prometo que aún seguirán haciéndose reír mutuamente.
“Es posible que te encuentres con el rechazo de gente que siente que el hecho de que dejes de beber es, de alguna manera, un juicio sobre su forma de beber”, explica Valli. “Estas personas suelen desaparecer de tu vida de forma orgánica. La otra cuestión es que te das cuenta de que la gente borracha es bastante aburrida, repetitiva y nada divertida”.
Personalmente, me sigue gustando ir al bar con amigos que beben mientras yo saboreo una cerveza sin alcohol. Simplemente llego temprano, cuando todos están de buen humor (la primera copa es la que parece que todos disfrutan más, por lo que he observado) y me voy temprano, justo cuando todos comienzan a volverse repetitivos y aburridos, según palabras de Valli. Me he convertido en un maestro de la despedida a la francesa (desaparecer sin tener que pasar por una larga y tediosa ronda de despedidas). Nadie nunca se da cuenta, ni se preocupa, ni se acuerda de cuándo te fuiste.
Las bebidas gaseosas son para los niños, el agua para los nerds y beber más de tres tazas de cafeína al día terminará por convertirte en un manojo de nervios. Busca una bebida sin alcohol que te haga sentir adulto y que sea un pequeño lujo para disfrutar al final de la jornada laboral. Durante los últimos siete años y medio, he probado toda la gama de cervezas sin alcohol (una gama que se amplía constantemente y que ahora tiene su propio pasillo en mi supermercado local) y puedo decir con honestidad que las opciones más fáciles de conseguir son las mejores. Heineken 0.0 es fresca, nítida y deliciosa. Guinness 0.0 es rica y sabrosa. Me gustaría poder recomendar algunas marcas más desconocidas, no obstante, en mi opinión, las grandes cerveceras han sido las primeras en perfeccionar la bebida sin alcohol.
Aprovecha toda esa nueva energía y busca nuevas formas de divertirte cada día. “No permitas convertirte en una persona aislada y solitaria”, señala Campbell. “Lo contrario de la adicción es la conexión. Así que encuentra nuevos pasatiempos y conoce a gente nueva. Es especialmente útil pasar tiempo con personas que están experimentando lo mismo que tú, así que busca un grupo si puedes”.
Alcohólicos Anónimos es una organización gratuita y está disponible en todo el país. A pesar de su sombría imagen de iglesia, descubrí que el ambiente de la mayoría de las reuniones era sorprendentemente agradable y, con frecuencia, sumamente gracioso. Pero si no te apetece AA, existen alternativas como Smart Recovery y distintos recursos grupales que ofrece el Servicio Nacional de Salud.
He encontrado nuevos amigos a través de grupos como estos. También he hecho amigos gracias a mi (inevitable, predecible) pasión sobria por el ejercicio y el fitness. Pero también me di cuenta de que ya había personas sobrias en mi vida a las que antes ignoraba. Dediqué tiempo a buscar modelos de conducta sobrios en mis círculos sociales y profesionales, hombres de edad similar que estuvieran sobrios pero que siguieran siendo divertidos, inteligentes, seguros de sí mismos y capaces. Esa era la persona sobria que quería ser. En lugar de ser los aburridos clichés de abstemios que había pensado anteriormente, descubrí que estos hombres eran brillantes, divertidos y dinámicos. Cultivar la amistad con ellos tuvo un gran impacto en mi perspectiva sobre la sobriedad y la vida en general.
Lo más importante es cambiar tu percepción de la diversión. Si algo te parece divertido solo cuando estás un poco borracho, entonces en realidad no lo es en absoluto y deberías dejar de hacerlo. Para mí, eso incluyó días en las carreras de caballos, escapadas de despedida de soltero a Praga y visitas al País de las Maravillas de Invierno. Para ti, quizás sean las aburridas copas de después del trabajo o ese club de lectura que parece ser una excusa para una borrachera desenfrenada entre semana. No obstante, te sorprenderá saber cuántas cosas en las que has invertido tiempo y dinero durante años son, desde la perspectiva fría de la sobriedad, basura.
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