Frente a frente | Juan Manuel Portal y Muna Dora Buchahin sobre los errores de la ASF
Fotos: INAI y ACFE.

En la tercera entrega de la Cuenta Pública 2019, publicada el sábado, un dato atrajo las miradas: el sobrecosto de la cancelación del Aeropuerto de Texcoco. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportaba que costaría más de 331,996 millones de pesos. Era 232% más que los 100,000 millones de pesos calculados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Dos días después, el dato fue descalificado. El lunes en su conferencia matutina el presidente lo negó. “Me gustaría que ellos aclararan sobre ese dato que está mal, que es exagerado”, comentó. Por la tarde, la ASF reconoció que existían inconsistencias en la estimación del costo de cancelación. Siguieron más descalificaciones, señalamientos y críticas. Incluso el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dijo que la revisión al primer año de gobierno de López Obrador hecha por la auditoría tenía errores y “discrepancias metodológicas”.

En entrevista para La-Lista, Juan Manuel Portal, ex titular de la ASF, y Muna Dora Buchahin, ex directora de Auditoría Forense del organismo, analizan el papel de la ASF, la responsabilidad del auditor y las consecuencias de su actuación.

Juan Manuel Portal (JMP)

Muna Dora Buchahin (MDB)

La ASF reconoció que hay inconsistencias en la estimación del costo de la cancelación del aeropuerto de Texcoco. ¿Había ocurrido algo similar desde su fundación en 1999?

JMP: Ni remotamente. Cuando un trabajo está bien planeado y bien programado en cuanto a los alcances, los participantes, la duración de la revisión y los informes que tienen que presentar, no hay ninguna razón para retractarse de lo que se está diciendo.

Las auditorías se tienen que sustentar sus resultados con evidencia, documentación, información dura, con comprobantes. Se tiene que hacer un trabajo muy profesional, muy serio y formal. El presidente insinuó que la auditoría tomó información, parece como si la hubieran tomado de los periódicos o de los noticieros, y después la publica. No es así.

Además de esta inconsistencia, ¿identifica fallas en cuanto a la metodología o el rigor técnico?

JMP: No exactamente. De lo que vi, las auditorías enfocadas, por ejemplo, en la cancelación del aeropuerto anterior y creo que de cinco auditorías que se hicieron, cuatro de ellas son con un enfoque de auditoría al desempeño. Una revisión al desempeño es buscar que los objetivos del objeto o ente que se está auditando –más sus programas, planes y logros– se cumplieron con eficiencia, eficacia y economía. Es una evaluación de la gestión del ente, aquí lo que era más importante era una revisión de carácter financiero y de cumplimiento normativo para poder cuantificar.

La auditoría ayer dijo que las auditorías no son vinculatorias, efectivamente, no hay responsabilidad aparentemente al no cumplir 100% los objetivos. Lo que hay que lograr más adelante es que dependiendo del objetivo sería que fueran vinculando los resultados. En el caso de las auditorías, que son de cumplimiento financiero, todas son vinculantes o vinculatorias.

Al hacer las auditorías al desempeño pareciera que no va a haber un resultado duro, claro, cuantificable monetariamente, aunque se podría hacer, pero el resultado inicial es que no hay aparentemente vinculación. La otra parte es que da la impresión de que, por lo menos, el auditor superior no leyó los informes. Es la impresión que da, es lo que me dicen conocidos expertos. Parece que nunca lo leyó y ahí se fue. Puede haber la posibilidad de que hayan utilizado una metodología diferente. 

¿Cuál debiera ser el rol de la Comisión de Vigilancia de la ASF en la Cámara de Diputados? 

JMP: La Comisión de Vigilancia está formada creo que todavía por 30 diputados. Lo que me da pena decir es que son personas que no conocen ni les importa, ni revisan, no son alguien que apoye. No cumplen sus funciones, que para mí serían ver que los resultados de la ASF se pusieran en práctica para sancionar, para recuperar, para mejorar los controles o el manejo de los presupuestos, y para impedir que se pueda coartar la facultad que tiene la auditoría para informar.

Ahorita puede pasar que ya no diga nada el auditor, ojalá no, ojalá diga lo que tenga que decir. Y si lo tienen que correr por decir la verdad, que diga él la verdad. Ese es el papel que debe de tener el auditor superior. 

¿Una consecuencia sería la destitución del auditor?

JMP: Pudiera ser posible, pero eso no lo puedo yo decir. 

¿Quién tendría que destituirlo?

JMP: Quienes lo aprobaron, que es la Cámara de Diputados. 

¿Existe la posibilidad de que se dé un uso político a la tercera entrega de la Cuenta Pública 2019?

JMP: Muchísimas cosas se manejan políticamente, el mismo presidente lo mencionó: ‘¿qué está haciendo la auditoría? Está dando mal la información a nuestros adversarios’. Pero ese no es el objetivo de la auditoría.

¿Cómo evalúa la tercera entrega de la Cuenta Pública 2019?

MDB: Desde que tomaron posesión los que hoy cobran ahí, porque no trabajan, los datos técnicos, los hallazgos que han planeado y los informes que yo he revisado como parte de mi actividad profesional han mostrado bastantes inconsistencias y omisiones que no llevan a nada preciso.

Si pensamos que la auditoría superior está obligada a documentar y sustentar cada una de las irregularidades o hechos que presenten los informes, tiene que estar perfectamente soportado. No hay algo que a mí me parezca que haya sido en estos años de importancia relativa o que amerite alguna observación en el caso de haber hecho algo correcto, y hablo de todo un entorno en el cual cambiaron el enfoque: comenzaron a realizar ellos más auditorías al desempeño en lugar de irse a la auditoría de cumplimiento financiero.

Si creo que ha demeritado mucho la actuación de una institución que se había caracterizado por dar información, análisis, perspectiva de una manera rigurosa.

¿Cómo saber si el resto de los informes son correctos?

MDB: La única manera es revisar la metodología, así se podría valorar objetivamente la falta de solidez de cada uno de los datos, podría identificar dónde están las debilidades y podría también identificar cuáles son los aspectos que no integró en el expediente.

Ese principio de exhaustividad es algo básico en cualquier auditoría. La exhaustividad es agotar todos los elementos que tienes para poder presentar un informe con una revisión objetiva y confiable, que permita que los que lo leamos aseguremos los principios de eficacia, de la información de seguridad y que se alcanzaron los objetivos. Esa revisión rigurosa de los procesos, de los hechos, de la planeación no existe.

¿Le están dando un uso político a la auditoría?

MDB: Más que uso político es como el dejar de hacer su trabajo para no tener broncas. Es un autosometimiento porque no hay ninguna cuestión vinculatoria frente a la opacidad. Él (el auditor David Colmenares) quiere quedar bien porque lo único que le interesa es no trabajar, trabajar lo menos, que no lo molesten y hacer su política.

¿Las inconsistencias admitidas deberían derivar en una destitución o en un procedimiento administrativo contra el auditor David Colmenares?

MDB: Sí, claro. Deberían realizarle un procedimiento separado, llamarlo a cuentas, decirle a ver qué pasó y no solamente de esta auditoría. Se darían cuenta que son auditorías sin ningún tipo de rigor.

¿Podemos hablar de una falta de credibilidad de la auditoría? Y si es así, ¿cómo podría subsanarse?

MDB: El subsanamiento sería que quienes la integren tendrían que ser los mejores perfiles y cuando hablo de mejores perfiles son las personas que tengan el rigor y conocimiento técnico, pero también la ética e integridad, porque hay muchos que saben del tema pero no son éticos. Ese es el tema, alguien que haya estado en estos puntos y que sabes que pueden confiar y que no tenga ningún vinculo con partidos, que no le interese quedar bien con nadie. Entonces tendría que cambiar toda el área, uno viene de un partido, otro del otro, los que los nombraron, les dieron, les crearon áreas

(El segundo punto) son las rigurosas auditorías que debían hacer la unidad e evaluación y control, hacerlas y publicarlas. Igual que la auditoría, hacer su programa, revisar y dar los resultados, que sean auditorías también visibles.

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