Murió el cantautor mexicano Sergio Esquivel en Mérida
Su muerte constituye un golpe para el mundo musical mexicano, y en específico para el de Yucatán, tras la muerte de Armando Manzanero.
Su muerte constituye un golpe para el mundo musical mexicano, y en específico para el de Yucatán, tras la muerte de Armando Manzanero.
EFE.- El cantautor mexicano Sergio Esquivel falleció este sábado de manera repentina a los 74 años en Yucatán, tras más de medio siglo de una carrera musical que incluyó canciones para intérpretes como José José y Cristian Castro.
Su muerte constituye un golpe para el mundo musical mexicano, y en específico para el de Yucatán, tras la muerte apenas el 28 de diciembre pasado de su paisano, Armando Manzanero quien, como él, nació en el sureño municipio de Ticul.
La muerte de Sergio Iván Esquivel Cortés, nacido el 8 de diciembre de 1946, fue informada, sin precisar las causas, por familiares suyos en su cuenta oficial en redes sociales.
El compositor y cantante, cuyas canciones fueron interpretadas por las más célebres voces de habla hispana, entre ellas el propio Manzanero, la cubana Celia Cruz, la argentina Libertad Lamarque, el brasileño Antonio Marcos, y mexicanas como Lupita D’Alessio, entre otros, cantó también sus propias composiciones.
Entre esas canciones figuran Un tipo como yo y Qué alegre va María, que interpretada por la también yucateca Imelda Miller, ganó el primer lugar del entonces destacado concurso internacional de la Organización de la Televisión Iberoamericana (OTI) en Belo Horizonte, Brasil, en 1973.
Tras iniciar estudios de música en Mérida, Esquivel se trasladó a Ciudad de México en la década de los 60, donde comenzó a destacar por su ingenio al componer y tocar en grupos de rock, además de seguir preparándose.
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Pronto pasó al género de baladas, donde comenzó a alternar con gente como José José y a adquirir un papel destacado, primero en México, y luego en todo el mundo de habla hispana.
Ganó múltiples premios por composición e interpretación y fue continuo participante de programas musicales, sobre todo en la década de los 70 y 80, cuando su delgada figura, amplia sonrisa y privilegiada voz formaron parte de la cultura artística mexicana e iberoamericana del periodo.
En la década de los 90, sin abandonar su ejercicio musical, fue director general de una televisora pública en Mérida e inició el interesante proyecto denominado Taller de Compositores Quinta Generación, que preparó a muchos de los valores de la composición yucateca que ahora prosiguen su legado y el de Manzanero.
Fue, después de Manzanero, el máximo exponente de la tradicional música yucateca en géneros como balada, bolero y trova. Entre sus creaciones figuran también Nadie se va del todo, San Juan de Letrán, Por ella, Algo grande, Si tú no estás aquí, México de vez en cuando y muchas otras más que le permitieron trascender.
De acuerdo con su familia, su muerte fue tranquila, sin dolor y mientras dormía, acompañado de sus seres queridos.