Expertos del INAH descubren un huevo fósil de flamenco en obras del AIFA
Los restos probablemente datan de entre 12 mil y 8 mil años antes del presente.
Los restos probablemente datan de entre 12 mil y 8 mil años antes del presente.
Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Hitoria (INAH) revelaron el descubrimiento de un huevo fósil de flamenco. El hallazgo fue posible durante las obras de construcción del AIFA.
Las autoridades indicaron que de acuerdo con los estudios más recientes, los restos datan probablemente de entre 12 mil y 8 mil años antes del presente. Al momento de su descubrimiento estaba en perfecto estado de conservación
Los resultados de la investigación se publicaron el 31 de julio de 2023 en la revista Historical Biology, en el artículo La primera aparición en América del huevo fósil de Phoenicopteridae y sus implicaciones paleobiogeográficas y paleoambientales.
El descubrimiento de un huevo fósil de flamenco, llevado a cabo por expertos del INAH, destaca no solo porque fue posible al esfuerzo de científicos mexicanos, sino porque es el primero de esta familia biológica que se localiza en América y el segundo a nivel mundial.
El hallazgo se hizo en el sitio M-31 del yacimiento paleontológico a aproximadamente 31 centímetros de profundidad, dentro de arcillas y lutitas con algunas raíces mineralizadas, sedimentos lacustres depositados en el paleolago de Xaltocan.
Una de las hipótesis que surge ante este hallazgo en Santa Lucía infiere la presencia de un paleolago poco profundo y de alta salinidad en la transición de los periodos Pleistoceno-Holoceno (entre 8 mil y hasta 33 mil años antes del presente), cuando se observan condiciones climáticas más cálidas y húmedas que las actuales.
El huevo fósil de flamenco descubierto por los expertos del INAH mide 93.491 milímetros de largo y ancho máximo de 55.791 milímetros; tiene forma alargada, con ambas puntas agudas y sin patrón de manchas o inmaculado en la cáscara.
La investigación estuvo firmada en coautoría por J. Alberto Cruz, Joaquín Arroyo Cabrales, Eduardo Corona-M, junto con el investigador del Tecnológico Nacional de México, Campus Zacapoaxtla, Omar Moreno Flores.
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