Pancho Villa, Juan Gabriel y los presos más famosos del Palacio de Lecumberri

La sede que alberga el Archivo General de la Nación desde 1976 fue en su día una de las cárceles más crueles de México, considerada como ‘El Infierno en la Tierra’. A propósito del 123 aniversario de su inauguración, recordamos a los presos más famosos del Palacio de Lecumberri.

¿Quién diseñó el Lecumberri?

Este recinto fue diseñado por los ingenieros Miguel Quintana, Antonio Torres Torija y Antonio M. Anza, con un estilo de arquitectura carcelaria panóptica, el cual consistía en la construcción de una serie de pasillos que culminaban todos en un punto, con una torre de vigilancia al centro para no perder detalle de los internos.

En un comienzo, este sitio albergó a cerca de mil personas, pero con el paso del tiempo el número se cuadruplicó, por lo que las celdas individuales tuvieron que ser ocupadas por tres o más personas y terminó siendo un lugar en donde los internos terminaban por perder la cordura.

Las celdas de castigo estaban en condiciones deplorables, no había baño y las enfermedades e infecciones eran cosa de todos los días, provocando la muerte de los presos. Con el paso de los años, la penitenciaría dejó de recibir mantenimiento y los presos tuvieron que sobrevivir ante condiciones inhumanas.

Entre los rumores más escalofriantes que hay en torno a esta cárcel, destaca que los presos no tenían alimentos y terminaban hasta los huesos, además de que algunos aseguran que ahí terminaron varios estudiantes del movimiento estudiantil de 1968 siendo torturados y asesinados.

¿Quiénes son los presos más famosos que estuvieron en el Palacio de Lecumberri?

Entre los personajes más famosos que estuvieron presos en el Palacio Lecumberri destacan: Pancho Villa, José Revueltas (escritor), David Alfaro Siqueiros (pintor), Ramón Mercader (asesino de León Trotsky), Francisco ‘El Chalequero’ Guerrero (conocido como el primer asesino serial del país), Álvaro Mutis (novelista) y hasta el cantante Juan Gabriel.

Fue el 27 de agosto de 1976 que terminó la historia del Palacio de Lecumberri y se designó como el sitio para guardar el acervo documental del país con el objetivo de crear un centro cultural en una zona que carecía de este tipo de servicios.