Bellas Artes, 90 años del máximo recinto cultural de México Bellas Artes, 90 años del máximo recinto cultural de México
Bellas Artes está de manteles largos. Foto-Arte: Eduardo Séptimo

Rosaura, la guía de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, recuerda la noche en que la explanada del recinto se iluminó con las “mariposas amarillas” en la despedida de Gabriel García Márquez, uno de los momentos más emotivos del máximo recinto cultural en sus 90 años.

“La logística fue ardua por todo lo que se trabajó para llevar a cabo un evento tan impresionante como el de este escritor tan importante en México. Lo que más me sorprendió fue cuando se soltaron las mariposas de papel de color amarillo en la explanada. Las fotografías eran impresionantes, pero no le hicieron honor a lo que vimos”, evoca en entrevista para La-Lista.

El lunes 5 de septiembre de 2016 fue una fecha que reunió a cerca de 50 mil personas para despedir al autor de Cien años de soledad, aunque también un momento que marcó la vida profesional de la guía de la Sala Principal y sobre todo del ícono de la CDMX.

Desde hace décadas, Rosaura muestra a los turistas de México y demás partes del mundo los pormenores del principal foro cultural del país, donde se han presentado obras teatrales como La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón; óperas como Tabaré, de Heliodoro Oseguera; la legendaria lectura de poesía de Jaime Sabines; y por supuesto los dos conciertos históricos que dio Juan Gabriel.

Entre Sabines y Juanga, el Palacio de Bellas Artes cumple 90 años

La historia del Palacio de Bellas Artes en 90 años no es fácil de contar, confiesa Rosaura, sobre todo luego que en su labor deben sintetizar todo el devenir del recinto en tan solo 20 minutos.

No es fácil llevar a cabo este resumen, confiesa, sobre todo ante 350 personas que llegan a pisar por primera vez este lugar mandado construir en 1904 por Porfirio Díaz por encargo a Adamo Boari.

Sin embargo tardó 30 años en inaugurarse debido a diferentes razones sociopolíticas, tales como la explosión de la Revolución Mexicana, cambios en los planes de construcción y por ende de arquitectos, siendo Federico Mariscal el que pasó a hacer todo un cambio de 180 grados.

Algunos de los cambios que hubo entre los arquitectos, el proyecto original preveía colocar un invernadero en la parte más alta del palacio, espacio que hoy ocupa el Museo Nacional de Arquitectura; además la construcción contaría al interior y el exterior con el estilo art noveau, pero en el último cambio se apostó también por el art decó.

Ese tipo de datos curiosos son los que por 20 años la guía Rosaura aprende día tras día no solo leyendo, sino presenciando con sus propios ojos o escuchando con sus oídos.

Al respecto sostiene que algo de lo que más le impacta de su trabajo en el Palacio de Bellas Artes es compartir 90 años de acontecimientos a un público que muchas veces desconoce que puede entrar al edificio e incluso a los espectáculos encabezados por orquestas sinfónicas o bien por figuras como Plácido Domingo o María Callas.

“Lamentablemente al día de hoy el público desconoce que el palacio es un edificio público al que pueden asistir a infinidad de espectáculos. Es un edificio emblemático, pero también accesible”, destaca.

En los pasillos que dan rumbo a la Sala Principal, que resguarda el tesoro del telón de cristal creado por la casa Tiffany, ideado como una protección anti incendios, la guía recuerda que incluso algunos visitantes le han dicho que se trataba de un lugar privado.

“Me hace gracia cuando atiendo al público y dicen: ‘Señorita, pensé que era un lugar privado o que los eventos eran muy caros’. Me gusta mucho platicarles todo lo del museo”, añade.

En ese sentido, sostiene que es poca la gente que conoce acerca de los recorridos gratuitos que hay a la evolución del antiguo Gran Teatro Nacional, pero también de los diversos eventos que son gratuitos al público, permitiendo que las personas no gasten ni un peso para el acceso a la cultura.

Lecturas de poesía, homenajes y algunos espectáculos escénicos llegan a ser de entrada libre, pero dijo que ellos como trabajadores culturales en ocasiones no los pueden disfrutar tanto como el público debido a la logística detrás del escenario, pero esto se trata de una experiencia diferente y que le ha dejado momentos inolvidables.

“El homenaje a García Márquez no es el único momento que me ha marcado como trabajadora cultural, pero sí ha sido uno de los más emotivos y que he disfrutado”, sostiene, a la vez que recuerda las despedidas de José José y de Juan Gabriel, que si bien “no están dentro del ámbito cultural, sí son artistas populares y reconocidos”.

Incluso uno de estos personajes populares cuenta con el récord de asistencia a un homenaje luctuoso, ya que cuando falleció Mario Moreno “Cantinflas” se reunieron más de 250 mil fans del “ Gran mimo de México”.

El consejo de programación, que determina los artistas que pueden pisar el palacio con un espectáculo o bien ser homenajeados, revisan las trayectorias de los famosos y su contribución al pueblo gracias a la calidad de sus presentaciones.

Hoy los conciertos de Juan Gabriel en Bellas Artes son un éxito al grado que el de 2013 sigue reuniendo al público, al grado que su proyección en el Zócalo juntó a más de 70 mil personas.

Con espectáculos de una gran calidad, y en reconocimiento a los artistas y creadores que han marcado un parteaguas en la vida nacional, es que el Palacio de Bellas Artes llega a sus 90 años como el máximo recinto cultural.

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