Julián Herbert: ‘Ha habido una gran explosión editorial de literatura escrita por mujeres, especialmente en Latinoamérica’
"Creo que el motor principal está en mi interés por los libros y en lo que percibo en ellos."
"Creo que el motor principal está en mi interés por los libros y en lo que percibo en ellos."
Julián Herbert, escritor, ensayista y apasionado de la literatura, comparte sus pensamientos sobre su más reciente obra, Overol. Donde reflexiona sobre la evolución de la narrativa mexicana, las tensiones entre ficción y no ficción, y los desafíos de conectar con lectores en un mundo dominado por las redes sociales.
A lo largo de su carrera, Julián ha explorado diversos formatos literarios, desde poesía hasta narrativa y ensayo. Overol no solo es un análisis profundo de la narrativa mexicana contemporánea, sino también un puente entre las generaciones literarias. En sus páginas, busca desafiar paradigmas establecidos y abrir nuevos diálogos sobre la literatura.
En esta entrevista, Julián desglosa sus motivaciones, analiza la tensión entre géneros literarios y comparte sus inquietudes sobre el impacto de la tecnología en la forma en que leemos y entendemos la literatura. Además, nos da un vistazo a sus futuros proyectos y su visión sobre el papel de la crítica literaria en la sociedad actual.
Julián ¿Qué te motivó a escribir Overol y cómo surgieron las ideas que exploras en este libro?
Mira, creo que el motor principal está en mi pasión por hablar sobre libros y lo que percibo en ellos. Aunque dejé de dar clases hace años, doy muchos talleres, y esa parte didáctica de desarmar textos sigue presente. Comencé escribiendo poesía, y en 2010 decidí explorar cómo se estaba escribiendo poesía mexicana reciente, lo que culminó en un libro llamado Caníbal. Ahora, con Overol, quise hacer algo similar, pero enfocado en los géneros narrativos, explorando qué veo como lector y analizando la narrativa contemporánea.
En el libro abordas la tensión entre ficción y no ficción en la narrativa reciente. ¿Qué ejemplos crees que ilustran mejor esta tensión?
Uno de los ejemplos más claros es La autobiografía del algodón de Cristina Rivera Garza. Ella mezcla crónica, testimonio y ficción sobre su familia y José Revueltas. Otros ejemplos incluyen Todas las soledades del centro de la tierra y Laberinto de Antonio Parra, que retratan eventos históricos como la masacre de Allende, Coahuila, a través de ficciones. Fernanda Melchor y Emiliano Monge también exploran esta tensión entre géneros, utilizando técnicas narrativas que dialogan con el teatro y la crónica.
¿Cómo ha cambiado la narrativa mexicana durante la última década?
Ha habido una gran explosión editorial de literatura escrita por mujeres, especialmente en Latinoamérica. Esto ha traído nuevos temas y voces al frente. También hay un fuerte diálogo con la tradición literaria. Obras de autores como José Revueltas han retomado protagonismo en los trabajos de Fernanda Melchor y Cristina Rivera Garza. Además, hay una exploración de la literatura fantástica y los bordes entre lo real y lo imaginario, como en Casas vacías de Brenda Navarro.
¿Qué papel juegan las influencias internacionales en la narrativa mexicana contemporánea?
En un mundo global, es difícil diferenciar lo nacional de lo internacional. Temas como la maternidad o las genealogías femeninas tienen eco mundial. Sin embargo, el verdadero diálogo ocurre en la técnica narrativa, trayendo influencias tanto de nuestra tradición como de técnicas globales. Por ejemplo, Fernanda Melchor utiliza elementos de William Faulkner para abordar temas locales.
Hablando de crítica literaria, ¿cuál es su impacto ideal en lectores y escritores?
La crítica debe abrir discusiones complejas y matizadas, más allá de los polos de “me gusta” o “no me gusta”. También debe ser creativa, utilizando humor, comparaciones y otros recursos para enriquecer la lectura. Es una forma de recordarnos que el mundo literario es más amplio que las opiniones simplistas.
En una era digital, ¿cómo se pueden promover obras literarias menos comerciales pero artísticamente valiosas?
Es importante fortalecer editoriales independientes y librerías de barrio. También debemos resistirnos a depender exclusivamente de las plataformas digitales. La conexión personal, aunque más desafiante, sigue siendo clave para crear un vínculo profundo entre autores y lectores.
Finalmente, ¿qué esperas que los lectores se lleven al terminar Overol?
Espero que encuentren una lista de libros alternativos y reflexionen sobre la relación entre el cuerpo físico y el cuerpo social en la narrativa. Mi mayor satisfacción sería conectar con una base fiel de lectores, quienes puedan dialogar profundamente con las ideas que propongo.
¿Tienes proyectos futuros en mente?
Este año publiqué dos libros de ensayo, trabajé en guiones para una serie, actué en una película y grabé un disco de rock. Para 2025, quiero hacer una pausa y regresar a escribir una novela. Es un momento para reflexionar y retomar energías creativas.