La Ruta Sagrada Huichol de México es declarada Patrimonio Mundial por la Unesco
¿Por qué la Ruta Sagrada Huichol es ahora Patrimonio Mundial de la Unesco? Te contamos.

Los Wixárika recorren la Ruta Sagrada cada año como acto de fe y tradición.
/Foto: INAH
La Ruta Sagrada Huichol, un ancestral camino de 550 kilómetros que atraviesa el corazón de México, ha sido reconocida oficialmente como Patrimonio Mundial por la Unesco. El anuncio se dio durante la reunión del Comité de Patrimonio en París, marcando un hito para la preservación de las tradiciones culturales del pueblo Wixárika, conocidos también como huicholes.
Este reconocimiento no solo resalta el valor histórico de la ruta, sino también la vigencia de prácticas espirituales que han sobrevivido siglos de cambios sociales, políticos y ambientales. La declaración supone una protección especial a una región en la que, según los huicholes, “se fundan las esencias de la vida”.
No te pierdas: La divinidad hecha arte: los animales y el pueblo wixárika
¿Qué es la Ruta Sagrada Huichol y por qué es tan importante?
La ruta conecta lugares sagrados desde el Gran Nayar, en la Sierra Madre Occidental, hasta el desierto de Wirikuta, en San Luis Potosí. Abarca paisajes de rica biodiversidad como la Sierra Madre Occidental y el desierto de Chihuahua, y atraviesa los estados de Nayarit, Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí.
Históricamente, el pueblo Wixárika la ha recorrido para retornar simbólicamente a sus lugares de origen, de donde fueron expulsados durante la colonización española. Esta travesía anual sigue siendo guiada por los mar’akame, los sacerdotes huicholes, quienes lideran los rituales y enseñanzas a las nuevas generaciones.
No te pierdas: El Patrimonio Cultural Inmaterial de México se exhibe en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo
¿Qué rituales y tradiciones se mantienen vivos en el peregrinaje de la Ruta Sagrada Huichol?
Uno de los momentos más emblemáticos de la ruta es el ritual del peyote. Al llegar a Wirikuta, los peregrinos recolectan y consumen esta planta sagrada, utilizada como medicina y como un vehículo espiritual para comunicarse con el dios Hikuri, representado como un venado azul.
Durante todo el recorrido, los chamanes transmiten saberes ancestrales mediante cantos, relatos y rituales sofisticados. Estas prácticas no solo preservan la espiritualidad huichol, sino también conocimientos sobre biodiversidad, conservación de especies y usos medicinales de plantas locales.
El mito fundador de la ruta narra que los antepasados del pueblo Wixárika surgieron del mar y caminaron hasta Wirikuta, donde presenciaron el nacimiento del Sol en el Cerro El Quemado. Este relato es revivido cada año durante la peregrinación, reforzando la identidad cultural del grupo.
No te pierdas: La UNAM y su protección como monumento artístico y patrimonio mundial (I)
¿Cómo impacta el reconocimiento de la Unesco a los pueblos indígenas?
Para el pueblo Wixárika, la declaración de la Unesco es un triunfo tras años de lucha por la protección de sus tierras sagradas. En palabras de un representante huichol, expresadas en su lengua durante la ceremonia en París, se trata de “un reconocimiento y protección a las esencias de la vida”.
Además de otorgar visibilidad internacional a la Ruta Sagrada, la inclusión en la lista de Patrimonio Mundial obliga al Estado mexicano a garantizar su preservación y a protegerla frente a amenazas como la explotación minera o el desarrollo no sostenible.
Este logro también representa una oportunidad para fortalecer la transmisión de conocimientos y prácticas culturales a las nuevas generaciones, asegurando que la riqueza espiritual y ecológica del pueblo Wixárika siga viva para el futuro.
La Ruta Sagrada Huichol es hoy un símbolo de resistencia, fe y conexión profunda con la naturaleza, cuyo legado trasciende fronteras y se consolida como patrimonio de toda la humanidad.