‘Vivos los queremos’, familiares de desaparecidos en la Guerra Sucia protestan frente al titular de la Sedena
Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena. Imagen: Captura de pantalla.

Familiares de víctimas de la llamada Guerra Sucia, un período de represión policial y militar contra la disidencia política que causó centenares de desapariciones forzadas entre los años 60 y 80, protestaron frente a Luis Cresencio Saldoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), durante el acto de apertura de acceso a los archivos del caso.

El hecho ocurrió la tarde de este miércoles, en el Campo Miliar 1-A, que fue sede del evento y de la puesta en marcha de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia en los Hechos Ocurridos en tres 1965 y 1990.

Cuando Sandoval daba su discurso y se refería a la labor del Ejército en el país y que el presidente Andrés Manuel López Obrador había autorizado homenajear a los militares caídos en ese periodo y que se buscaba que elementos castrenses de esa época participaran en labores de conciliación, familiares levantaron la voy les exigieron la aparición con vida de las personas desaparecidas.  

“Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, se escuchó decir a las familias. 

También lanzaron consignas para referir que el Ejército había cometido asesinatos en contra de luchadores sociales.

Las consignas fueron interrumpidas cuando el presidente tomó la palabra.

En su discurso, el mandatario mexicano destacó que la instalación de la comisión y la apertura de los archivos significaba una esperanza para comenzar una nueva etapa en el país. 

“Es un acto de esperanza, para buscar, entre todos, cerrar una etapa de sufrimiento, de represión, y dar inicio a una etapa nueva”, destacó.

La Comisión fue creada por un decreto presidencial el 7 de octubre de 2021 y tiene por objeto realizar las acciones necesarias para esclarecer los hechos acontecidos entre 1960 y 1990.

Desde finales de la década de 1960 hasta parte de la de 1980, el Estado mexicano, dominado por el hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI), emprendió una violenta represión contra disidentes políticos, líderes sociales, campesinos y estudiantes marcada por las desapariciones forzadas.

Uno de los episodios más violentos fue la cruenta matanza contra el movimiento estudiantil de 1968 perpetrada por el Ejército y paramilitares en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el 2 de octubre de ese año.

En 1977, la activista Rosario Ibarra de Piedra fundó el Comité ¡Eureka!, formado por madres que buscaban a sus hijos capturados por las fuerzas del Estado y que contabilizó al menos 564 desaparecidos por la guerra sucia.

La movilización de más de 80 madres de todo el país y las condenas de Naciones Unidas llevaron a México a promulgar una ley de amnistía en 1978 que liberó algunos disidentes y permitió el regreso de exiliados, pero de muchos desaparecidos no se supo nada.

-Con información de EFE

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