Tribunal Internacional responsabiliza a México por ecocidio con el Tren Maya
Impacto de las obras por el Tren Maya. Foto: EFE / Manuel López.

El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza responsabilizó al Estado mexicano por violaciones a los derechos fundamentales por el megaproyecto del Tren Maya, que “va configurando crímenes de ecocidio y etnocidio”, al presentar su veredicto sobre el caso.

El Tribunal llamó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a reconocer “de modo irrefutable la violación a los Derechos de la Naturaleza, así como los Derechos Humanos, individuales y colectivos, y los derechos bioculturales del Pueblo Maya, que ancestralmente ha sido y continúa siendo protector y guardián de su territorio, los cenotes, la selva”.

También instó a las autoridades mexicanas a suspender inmediatamente el megaproyecto y a desmilitarizar los territorios indígenas, cesar el despojo de las tierras ejidales y terminar con la “persecución, hostigamiento e intimidación” de las personas defensoras de la naturaleza.

En otro punto de la sentencia, el Tribunal conminó al gobierno a que realice la reparación integral de los daños ecológicos y sociales causados por la ejecución del megaproyecto Tren Maya y sus instalaciones colaterales.

Además, estableció como punto urgente que se inicie una auditoría independiente e interdisciplinaria, de carácter intercultural, con la participación de las poblaciones afectadas. Así como la reparación y restauración integral todos los ecosistemas que han sido afectados por la ejecución de las obras.

El Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza es una institución internacional para investigar violaciones ambientales, que fue establecida por ciudadanos y que tiene sede en Ecuador.

Dicho organismo informó que visitó las comunidades mayas de Pisté, El Señor-Xmaben y Tihosuco, y escucharon un total de 232 testimonios.

En la conferencia de prensa virtual en la que se presentó el informe, el juez de origen italiano Francesco Martone dijo que durante sus visitas a la península de Yucatán constataron, con entrevistas a testigos y evidencias, que hay un proceso de represión hacia los defensores que se oponen al megaproyecto.

Por ello, el Tribunal pidió garantías para que las comunidades puedan ejercer su derecho a la libre expresión y defensa del patrimonio biocultural, en un contexto en el que México es el país con el número más alto de asesinatos contra defensores de la naturaleza.

El Tribunal cataloga al Tren Maya como “un megaproyecto de transporte ferroviario que pone en grave peligro de destrucción a ecosistemas y comunidades mayas”, que conecta con “polos de desarrollo, megagranjas porcinas, entre otros, exacerbando sus impactos sociales, culturales, ambientales y de género, y cuyo Plan Maestro nunca ha sido presentado por las autoridades”.

De acuerdo con el veredicto, el Tren Maya plantea incidir en procesos migratorios, políticos, económicos, comerciales y turísticos y se vincula con el Corredor Interoceánico que pretende interconectar el Océano Pacífico con el Atlántico en el Istmo de Tehuantepec, integrando diversos proyectos económicos.

El obispo emérito Raúl Vera, el único mexicano del grupo de jueces, dijo que las autoridades no han presentado el Plan Maestro del megaproyecto porque se trata de la “destrucción no solo del pueblo maya sino de la naturaleza”.

“Están escondiendo una destrucción directa de la naturaleza. No han presentado el Proyecto Maestro, no lo han presentado porque ellos mismos se verían obligados a no seguir adelante. Están ocultando la verdad”, dijo.

“A mí como mexicano me avergüenza que de manera tan evidente esté la mano del poder Ejecutivo en esto y que el Ejército sea el operador de esto”, lamentó. 

Afectaciones del Tren Maya según el veredicto

De acuerdo con el informe que acompaña el veredicto, la ruta del tren abarca grandes hábitats de biodiversidad y el avance de su construcción implicará que se “sacrificarán más de 2 mil 500 hectáreas de selvas húmedas y secas, que representarían casi 9 millones de árboles”.

También señaló que la pérdida de biodiversidad, que provocará tanto un deterioro como la modificación de los hábitats, afectará a muchas especies, ya de por sí en peligro, como el jaguar.

El Tribunal cita una investigación, que no fue pública, pero cuyos hallazgos fueron difundidos por especialistas del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCyT), que muestra que el proyecto afectará los bosques tropicales, áreas de manglares y otros humedales en la Península de Yucatán, así como varias regiones de Chiapas y Tabasco, incluyendo selvas, pantanos y sabanas. 

Las afectaciones tendrían impacto sobre 23 áreas naturales protegidas, incluyendo las reservas de la biosfera de Sian Kaan y Calakmul, siete regiones terrestres prioritarias, 11 regiones hidrológicas y 10 áreas de importancia para la conservación de las aves.

Con datos de un estudio del Observatorio de Deforestación Neta Cero, retomado para el veredicto, la construcción y entrada en operación del proyecto implicará un aumento en la deforestación de 9,786 hectáreas por año a 12,189.2 hectáreas por año.

Y retomando cifras del gobierno federal, señalaron que hasta 3.4 millones de árboles habrían sido talados como consecuencia de las obras derivadas del Tren Maya. 

“Los datos muestran que el Tramo cinco del Tren Maya, Cancún-Tulum, es en el que tuvieron que removerse o talarse más árboles, 2 millones 239 mil. En segundo lugar, aparece el tramo cuatro, Izamal- Cancún, con 505 mil, cifras hasta febrero de 2023. Esta cifra, sin embargo, ha sido cuestionada por diversas organizaciones de ambientalistas, quienes calculan en aproximadamente 10 millones la cantidad de árboles removidos o talados”. 

Entre otros aspectos por los que muestran preocupación está la destrucción de cenotes, “que son importantes para la conservación de la biodiversidad y para la preservación del patrimonio cultural y arqueológico de la región”.

“Uno de los mayores riesgos es la contaminación de las aguas subterráneas debido a la construcción de la línea ferroviaria y el aumento del turismo en la zona. La explotación turística traerá una mayor afluencia de visitantes y un aumento en la actividad humana, generando una demanda de recursos hídricos por encima de su capacidad de recarga, pudiendo afectar la calidad del agua y la biodiversidad de los cenotes”, añadieron, entre otros puntos contenidos en el informe.

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