Maximilian Murck, el promotor del escáner que combate la crisis forense en México Maximilian Murck, el promotor del escáner que combate la crisis forense en México
Maximiliam Murck, coordinador de la UNFPA para el proyecto de Identificación Humana en México.

Un escáner que recoge huellas digitales y que puede convertirlas en un formato de fácil lectura para el Instituto Nacional Electoral (INE) es la iniciativa que promueve el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) para atender la crisis forense que atraviesa México.

Dos gobiernos extranjeros, la ONU y el gobierno federal mexicano, de la mano de la Comisión Nacional de Búsqueda, echaron mano de la tecnología para distribuir esta herramienta a fin de que impulse la identificación masiva de personas y permita, a largo plazo, desahogar el trabajo en los Servicios Médicos Forenses de todo el país.

Maximilian Murck, quien es el coordinador de este programa, aclara que hace años pudo haberse implementado un método similar y precisa que solo faltó “pragmatismo” para evitar excusas y encontrar soluciones.

En entrevista con La-Lista, el economista alemán asegura que los escáneres han logrado identificar plenamente a más de 2 mil personas y anticipa que de seguir funcionando podrían evitar a las madres de los desaparecidos años de espera e incertidumbre.

¿De qué se trata este esfuerzo encabezado por la UNFPA en materia forense?

En el Fondo de Población de las Naciones Unidas implementamos un programa que se llama Identificación Humana y que tiene el objetivo de complementar esfuerzos con el gobierno federal para lograr un mayor número de identificación de personas fallecidas.

Este programa está financiado por los gobiernos de Alemania y Noruega y busca proponer soluciones concretas para avanzar hacia identificaciones masivas. Nuestro programa tiene diferentes líneas de trabajo, pero la principal consiste en implementar junto a la Comisión Nacional de Búsqueda y el Centro Nacional de Identificación Humana un sistema de cotejo de huellas dactilares.

¿En qué beneficia este programa a las personas que buscan a sus desaparecidos?

Básicamente, en que podría identificarse el cuerpo de una persona, de manera eficaz y pronta, en los servicios forenses de las entidades.

¿Cómo funciona en la práctica?

Donamos 300 escáneres portátiles a las 32 fiscalías y comisiones locales de búsqueda, que permiten tomar las huellas dactilares de las personas fallecidas y convertir sus fichas dactilares al formato del INE. Eso nos permite cotejar la información de la persona sin vida con la información y el registro de las personas con vida. El INE cuenta con la base de datos ante-morten más grande en México; y hoy en día ya cuenta con los registros de 98 millones de mexicanas y mexicanos. 

Entonces, por correo la autoridad envía el formato al INE, que debe cotejarlo con su base datos y una vez que tienes un match (una coincidencia en la huellas dactilares) los peritos pueden determinar que Maximiliano, o José, o Pedro, está en el Servicio Médico Forense y sabemos su domicilio, su fecha de nacimiento y su CURP. 

A partir de ese punto, el reto es la coordinación entre los Servicios Periciales, los ministerios públicos y las policías ministeriales para hacer la notificación a las familias.

¿Cuántas personas han logrado identificar con este método?

Es un número que todavía se encuentra en constante actualización, pero en el corte de hace una semana teníamos más de 2 mil 432 coincidencias en huellas dactilares, en trece estados con los que ya tenemos convenio de colaboración.

El éxito ha sido tremendo, aunque por supuesto en un contexto muy pesado y muy triste porque tenemos un segundo escenario, que son los fallecidos de hoy en día. Cada mañana, en las estadísticas se reportan alrededor de 80 homicidios en México y esos fallecidos entonces se suman a los casos de larga data.

¿Por qué si todos las entidades tienen escáneres, solo se habla de 13 con resultados?

Hay que entender que los casos de desaparición los dividimos en recientes y de larga data, es decir antes del 2023. En muchos servicios periciales a los cadáveres se les tomaron las huellas digitales en papel, cuando aún no existían los escáneres, porque nosotros los donamos en mayo 2024.

Para atender esos casos, (y no perder esas huellas que nos ayuden a identificar más personas) ocupamos un desarrollador mexicano y gracias a la Fiscalía de Tamaulipas implementamos una aplicación, que también ya entregamos también a la mayoría de los estados. Con la aplicación logramos digitalizar las fichas en papel y ya digitalizadas las logramos convertir al formato del INE.

Hoy en día, en los últimos meses, hemos logrado ya digitalizar y convertir las fichas de 7 mil 115 personas fallecidas sin identificar, con una tasa de éxito de casi 50 por ciento. Y lo interesante es que hay muchas solicitudes de las fiscalías de cooperar. 

Por eso, no podemos hablar de las 32 entidades todavía, pero ya que acabamos de digitalizar, vamos a consultar en los próximos meses a las Fiscalías cuántas veces se han usado los escáneres.

¿Por qué es importante este método de identificación? ¿Cómo ayuda en la crisis forense?

El cotejo de huellas dactilares siempre es un método gratuito, y solo requiere de unos cuántos clics y de enviar un correo electrónico para tener resultados. 

En general la identificación mediante huella tampoco tiene un costo, si tú abres tu celular con tu huella no te van a cobrar para eso y el INE tampoco cobra nada (para la identificación), por eso lo hemos impulsado tanto.

Muchas veces, los servicios periciales dicen que no hay recursos o que falta personal y presupuesto para reactivos en materia de genética, pero en este caso no hay excusa. Enviar fichas dactilares con estos escáneres no cuesta nada, es un correo y el INE contesta en dos o tres días, por eso yo creo que es la oportunidad de acercarse a miles de identificaciones en el corto plazo en México.

¿Los resultados del cotejo de huellas son visibles en medio de la parálisis de otros actores? 

Primero que nada sí hay retos estructurales en materia de identificación forense en México, pero cuando tienes tantos problemas lo más importante es abstraer el problema y buscar soluciones sencillas que puedes implementar en el corto plazo. 

Lo que he observado aquí en los últimos años, en México, es que hay un discurso sobre lo compleja que es la situación forense y yo no estoy convencido de eso. Creo que se podrían lograr miles de identificaciones con el cotejo de huellas dactilares, con una actitud técnica y pragmática en la materia.

La identificación humana no es una tarea sencilla, pero no es una sin solución. Y a través de las huellas mostramos que sin dinero, o con poco dinero, se puede lograr resultados en favor de las familias.

Queremos asegurar que los cuerpos que hoy fallecen regresen a casa de forma segura y eficiente, para que las madres buscadoras que buscan hoy a sus queridos no tengan que esperar otra vez diez años para recibir respuestas.

¿Por qué es gratis la iniciativa?

Gracias a nuestros donantes de Alemania y Noruega, que tomaron la decisión de apoyar al gobierno mexicano en esta materia. Fue una donación de casi 400 mil dólares para estos escáneres, con la idea de implementar soluciones concretas. 

¿Desde la UNFPA han observado resistencias al implementar este método?

Honestamente, no hemos observado resistencias por parte de las Fiscalías, al contrario hemos recibimos tantas solicitudes de cooperación, tantas que ya tenemos problemas de personal para coordinarnos. Las fiscalías ven que funciona, las fiscalías ven que queremos complementar sus esfuerzos para lograr resultados. Nosotros no llegamos para criticar lo que no ha funcionado en los últimos años, queremos trabajar en forma técnica, tenemos compañeros que ya trabajan en varios estados de tiempo completo apoyando a la fiscalías.

Lo que sí hubo fue una discusión larga acerca de si este cotejo de huellas funciona o no, empezamos a preguntarnos por qué no se había hecho antes si desde 2016 existe un convenio entre todas procuradurías y el INE. 

Entonces esa es la pregunta: ¿por qué no se había hecho antes? Si se hubiera hecho antes, seguramente muchos de los cuerpos que hoy se encuentran sin vida, ya se hubieran identificado hace seis años a través de esta tecnología.

¿La tecnología digital de cotejo de huellas tiene limitantes?

México tiene un contexto tremendamente triste, en donde los colectivos solamente encuentran huesos y por supuesto en estos casos no se puede hacer nada con las huellas dactilares, tampoco en aquellos casos en los que no hay tejido. 

Ahí es cuando se opta por la genética, que es un proceso mucho más costoso y que requiere más tiempo para ver resultados.

¿Qué retos cree que tiene frente a sí la Administración federal en materia de desapariciones? 

Hay todavía oportunidades y retos estructurales como la base de datos centralizada de genética. Desde 2017, está prevista en la Ley General de Prevención de desaparición forzada y entiendo que actualmente la Fiscalía está implementando en más y más estados una base de datos de genética.

Pero lo que nos urge es una política pública en materia forense en el país y trabajar juntos para que exista una estandarización de los datos, una estandarización de los recursos, que cada Fiscalía y Servicios Periciales necesitan, y una estandarización en las responsabilidad y en el flujo de información entre los estados. Por ejemplo, en lugares como Sonora o Zacatecas, 50 por ciento de los matches con el INE son de otras entidades, porque la desaparición y la violencia no conocen fronteras.

El punto es socializar el lugar al que todos queremos ir: queremos tener laboratorios, una base de datos de genética funcional, queremos una base de datos forense a nivel nacional y yo esa es la gran oportunidad en este momento, definir estos pasos.

Síguenos en

Google News
Flipboard