Reino Unido y la Unión Europea llegan a un acuerdo comercial para el Brexit
Boris Johnson habla con la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen en una videollamada desde la Sala del Gabinete el jueves 24 de diciembre luego de completar el acuerdo por el Brexit. Foto: Andrew Parsons/No10 Downing Street

Lisa O’Carroll y Daniel Boffey/The Guardian

En plena Nochebuena el Reino Unido y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo histórico para el futuro comercial y la seguridad entre las dos partes el cual se da una semana antes de que finalice el periodo de transición para el Brexit.

El acuerdo trajo consigo un grito de victoria desde Downing Street y una sombría reflexión desde Bruselas.

El 31 de diciembre es la fecha en que Reino Unido saldrá del mercado común comercial y tarifario, pero entrarán en vigor  nuevos acuerdos que permiten el flujo de productos libres de aranceles y una cooperación policial y judicial más estrecha.

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El anuncio se da luego de una última llamada matutina entre Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido desde Downing Street, sede del gobierno británico, y Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien habló desde su oficina en Berlaymont, Bruselas. Esta fue la quinta conversación telefónica entre ambos en las últimas 24 horas.

El acuerdo comercial, que se extiende por 2,000 páginas, tiene un alcance sin precedentes e incluye provisiones en temas que van desde la cooperación nuclear civil y las interconexiones en energía, a la pesca y la aviación.

Un vocero de Downing Street dijo: “El acuerdo se completó. Todo lo que se le prometió al público británico en el referéndum de 2016 y en la elección general al año siguiente se cumplió con este acuerdo”.

“Hemos recuperado el control de nuestra moneda, nuestras fronteras, nuestras leyes, nuestro comercio y nuestras aguas pesqueras”, dijo el vocero. El acuerdo es una fantástica noticia para nuestras familias y empresas en cada parte del Reino Unido. Hemos firmado el primer acuerdo de libre comercio basado en tarifas cero y cero cuotas que jamás se haya logrado”. 

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Von der Leyen fue más reflexiva en sus comentarios en una conferencia de prensa en la que hizo referencias a Shakespeare, a los Beatles y a TS Eliot.

“Fue un camino largo y tempestuoso, pero logramos un buen acuerdo. Es justo. Es un acuerdo balanceado. Y fue algo correcto y responsable por las dos partes”, dijo. “Al final de una negociación exitosa normalmente me siento alegre. Pero por ahora, sólo siento una gran satisfacción y, para ser franca, alivio.

“Sé que este ha sido un día difícil para nosotros y para nuestros amigos del Reino Unido. Quiero decir que, despedirse es agridulce, pero, para citar a TS Eliot, aquello a lo que le decimos el principio a veces es el final. Y poner un punto final, a menudo señala un principio. Así que, para todos los europeos, es hora de dejar atrás al Brexit”.

El acuerdo garantiza “cero aranceles y cuotas cero” para el intercambio de bienes que en 2019 sumaron 668 mil millones de libras. Pero también implica costos significativos para las empresas y exportadores que enfrentarán una serie de inspecciones fronterizas a partir del 1 de enero, asimismo, se compromete la libre circulación de la mayoría de los ciudadanos británicos en la UE.

El vocero del gobierno británico dijo que el acuerdo garantiza que el Reino Unido “ya no será sólo un satélite de la UE… ya no nos obligan a seguir las reglas de la UE, ya no aplican aquí las cortes de justicia de la UE y todas nuestras normas en torno a nuestra soberanía están aquí”.

Y añadió: Esto significa que vamos a tener una completa independencia política y económica a partir del primero de enero de 2021. Pondremos en marcha un sistema migratorio basado en puntajes para controlar quién entra al Reino Unido y la libre movilidad tendrá un punto final.

“Hemos alcanzado este gran acuerdo para todo el Reino Unido en tiempo récord, siempre bajo condiciones en extremo retadoras, el cual protege la integridad de nuestro mercado interno y que protege el lugar de Irlanda del Norte.

“Culminamos con éxito el Brexit y ahora podemos sacar ventaja de las oportunidades fantásticas que se nos presentan como una nación independiente en su comercio, podemos firmar enormes acuerdos comerciales con otros socios del mundo”.

Boris Johnson informó a su gabinete el miércoles por la noche que el acuerdo respeta la soberanía de ambas partes y le pidió a sus colaboradores más relevantes a ayudar a difundir y vender esta idea. Luego tuiteó una foto de él mismo con los dos pulgares arriba.

El negociador en jefe de la UE, Michel Barnier, dijo: “Fue un día de alivio, pero teñido con algo de tristeza”. Lamentó la decisión del gobierno británico de no ser un socio del programa Erasmus de intercambio estudiantil y la falta de cooperación en política exterior y en defensa.

El miércoles, el Grupo Europeo de Investigación de parlamentarios conservadores que impulsan el Brexit dijo que pedirá a una “cámara estelar” de abogados que analicen los términos del acuerdo antes de darle su apoyo. 

El anuncio evita un Brexit sin acuerdo el cual, de acuerdo con la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del Reino Unido, reduciría la producción económica del país en 40,000 millones de libras esterlinas y tendría un impacto de 300,000 empleos.

El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero de 2020, pero se ha beneficiado de su permanencia en el mercado único y en la unión aduanera durante este año en el que los británicos han mantenido el derecho a circular libremente en el bloque.

El final del periodo de transición traerá cambios muy profundos para los negocios y los ciudadanos británicos en tanto inicia un nuevo capítulo en las relaciones del país con sus vecinos.

Las empresas enfrentarán trámites y costos adicionales en las operaciones comerciales con el mayor mercado de exportación del Reino Unido. Asimismo, terminará la libertad de movimiento para la mayoría de los ciudadanos británicos, con restricciones a las estadías en los países miembros de la UE. Como un “tercer país” en relación a la UE, se impondrían restricciones por el coronavirus a ciudadanos británicos a partir del 1 de enero.

Sin embargo, el acuerdo también supone cierto alivio para millones de personas en ambas partes luego de cuatro años y medio de que el Reino Unido decidiera salir de la Unión Europea en junio de 2016. Las negociaciones, que se llevaron a cabo en Bruselas y Londres, se movieron precariamente durante la pandemia y con un fracaso que parecía aparente en varios momentos.

Hace solo dos semanas, Johnson aconsejó a su gabinete prepararse para un Brexit sin acuerdo, advirtiendo al público que tal eventualidad era “muy, muy probable”. 

Los puntos conflictivos al final de las conversaciones eran el acceso de la UE a las aguas pesqueras británicas y la demanda de Bruselas de reglas que aseguraran que ninguna de las partes podría obtener una ventaja competitiva en el comercio. Todo esto mientras el libro de reglas fue cambiando con el tiempo.

 En los últimos días, lo que marcó la diferencia entre un acuerdo y una ruptura en las conversaciones fue el acceso futuro de la UE a las aguas pesqueras británicas, un tema de pequeño impacto económico pero de gran relevancia política para ambas partes.

La UE había ofrecido un período de transición de seis años para introducir gradualmente una reducción del 25% en la pesca por valor capturado por las flotas europeas en aguas británicas, con acceso garantizado a una zona de seis a 12 millas náuticas desde la costa británica. 

Downing Street había presentado una contrapropuesta de un período de transición de tres años con una reducción del 60% y sin acceso a la zona náutica.

El compromiso implica un período de transición de cinco años y medio para introducir los cambios, según las fuentes, con el Reino Unido aceptando una repatriación del 25% de las cuotas. Pero Downing Street rechazó los intentos de la UE de establecer un mecanismo según el cual los cambios a las cuotas en el futuro podrían conducir a aranceles sobre las exportaciones británicas. El problema había sido clave para las afirmaciones de Downing Street de haber recuperado el control de las aguas británicas. 

Tras el anuncio de un acuerdo, la Comisión Europea envió el borrador del tratado a los estados miembros. Si las 27 capitales están satisfechas con el acuerdo, los ministros del consejo de la UE acordarán la aplicación provisional del acuerdo el 1 de enero. 

Los embajadores de la UE debían reunirse el jueves por la mañana para dar el primer paso. El parlamento europeo se negó a realizar una votación de consentimiento este año dada la falta de tiempo para el escrutinio. Los eurodiputados darán su opinión a finales del próximo mes.

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