El agridulce sabor de la pandemia en la cerveza artesanal
La ley seca inhibe la venta de alcohol en establecimientos comerciales. Foto: ELEVATE / Pexels.

La pandemia del coronavirus y el freno que a las actividades sobre todo sociales para evitar su propagación ha traído un sabor agridulce a las cervecerías artesanales o independientes, pues si bien en algunos momentos impulsó sus ventas, hoy varias de ellas están a un paso de la muerte, o en el mejor de los casos, sobreviven con la esperanza de tiempos mejores.

Con los consumidores en sus casas, los restaurantes y bares con las cortinas abajo o bien un servicio limitado, así como la ralentización de sus actividades, las cervecerías artesanales han navegado esta pandemia con esporádicos repuntes de ventas, una breve normalización de su producción y la incertidumbre sobre su futuro a cuestas.

Nuevas cervecerías
artesanales independientes0

2010-2018

Durante los primeros reportes del impacto del Covid-19 a productores de cerveza artesanal mexicana, realizados por la Asociación Cervecera Mexicana (Acermex), al inicio de la crisis hubo desplomes de las ventas de 76.8 y 78.8%, lo cual mostró una mejoría en su más reciente reporte (mayo-junio) con sólo una caída de 59.4%.

Este informe, el más reciente disponible, destaca que las cervecerías independientes están volviendo a operar, ya que sólo el 25.6% seguía en paro total de operaciones, cuando previamente el 40.3% se encontraba en esa condición; además, la pérdida de trabajos también disminuyó, mostrando un saldo de 40 desempleados contra los 180 que se estimaban en la industria durante la pasada medición. Pero el daño ya está hecho.

“Tengo amigos que ya no están en la industria por la pandemia”, menciona Alejandro Magallanes, presidente de la Acermex, al detallar los drásticos cambios que trajo la pandemia a esta industria. “(Es fuerte) ver a un cervecero que era muy optimista al principio y decir ‘vamos a crecer el próximo año’ y que dos meses después (al hacer la primera encuesta) ver que no y ya había despedido gente, ya había perdido dinero y las exportaciones habían caído”.

Magallanes no señala esta situación sólo como líder del sector, sino también como cervecero, ya que su cervecería Loba también degustó lo agridulce de la pandemia: un boom de ventas seguido de una estrepitosa caída.

Producción cervecera en México (2018) – 119,970,320 hectolitros100%

Producción cerveza industrial – 119,781,080 hectolitros

99%

Producción cerveza artesanal – 189,250 hectolitros0.16%

“(Con el paro de las grandes cervecerías), los consumidores nos voltearon a ver y consumir, y tuvimos un par de días de un boom de ventas, tuvimos clientes que no nos conocían. Después vino un gran problema, porque no pudimos producir durante esos días y nos quedamos sin inventarios (…) y ahí fue al contrario, las ventas se cayeron porque no teníamos qué vender”, detalla.

Y para el gremio fue similar. De esas ventas fuertes se tenía que tratar de pagar rentas, nóminas, insumos… “Fueron días complicados, a todo nivel, Hubo una afectación desde el campo hasta la cadena de valor, porque dejamos de comprar cajas, etiquetas… ahí hicimos lo que pudimos con lo que teníamos”.

Bajar la cortina

Con más de 10 años de presencia en el mercado, Cervecería Escollo, ubicada en la colonia Roma de la Ciudad de México, había enfrentado los diversos retos que supone una industria naciente y los había superado. Tan solo tres años después de su fundación abrió un restaurante con la idea de tener un lugar donde presentar de la mejor manera posible sus cervezas y las de otros a los comensales. Ahora, con la pandemia, cerró ese capítulo de su historia: el establecimiento bajó las cortinas de forma definitiva y sin posibilidad de retener a ninguna de las 17 personas que tenían ahí una fuente de empleo..

“Estando en la Roma, con lo del temblor de 2017, fue una época difícil; y con el Covid pensamos que era temporal y con la esperanza de reabrir, pero nunca pensamos que fuera tanto tiempo ni que se fuera agravando, al final se tomó la decisión de cerrar el restaurante. Cerramos en marzo, al inicio de la pandemia, y hace unos tres meses nos dimos cuenta que no estaba fácil y todavía no se ve para cuando mejore”, cuenta a La-Lista su fundador y director, Jorge Ringenbach.

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En 2019 la producción de cerveza alcanzó los 124.5 millones de hectolitros contra los 119.8 del 2018.

Por otro lado, detalla, la cervecería sigue como proyecto, aunque con menores expectativas de las tenían a principios de año, cuando incluso se analizaba contratar más personal para aumentar la producción. Ahora, sólo continuarán produciendo cerveza tres de las cinco personas que lo hacían antes de la pandemia.

Ringenbach recuerda que cuando se da el paro de actividades en julio pasado (en el que sólo mantuvieron operaciones las llamada esenciales), tuvieron que frenar su producción, y aunado al cierre de los centros de consumo, como restaurantes y bares, su inventario fue lo único que se tenía para vender. Y todo se vendió, debido en parte a que la cerveza industrial también se vio afectada y el consumidor se acercó a la cerveza artesanal ante la escasez de las cervezas que tradicionalmente compran en cualquier tienda o supermercado.

“Es frustrante tener una demanda que no puedes atender, pero también lo es llenarte de inventario que después no puedes reemplazar, es triste”.Jorge Ringenbach, fundador y director de Cervecería Escollo.

Según datos de la consultora Nielsen, derivado de las primeras medidas implementadas por el gobierno para contrarrestar los contagios de Covid-19 y de que las grandes cerveceras como Heineken y Modelo anunciaron el alto temporalmente a su producción, la categoría de cerveza se convirtió en la segunda de mayor aportación al crecimiento en supermercados, con un crecimiento de 83% en valor, tan sólo detrás de leche blanca.

La situación parecía mejorar pero no fue así. Sin inventario y la producción detenida, el espejismo de ese boom de ventas rápidamente se esfumó. No paró ahí: con la reanudación de actividades y el regreso de clientes a los centros de consumo comenzaron a llegar pedidos… días después iniciaron nuevas medidas de contingencia como la restricción de horarios y la Ley Seca.

“Fue lo que nos acabó de dar en la torre; no estábamos recuperados como antes de la pandemia, pero todo empezaba a indicar que la recuperación iba a repuntar”, apunta el fundador de Cervecería Escollo.

Con sus principales clientes con poca o nula actividad, y otros con problemas de liquidez; los consumidores en casa y un escaso inventario, esta microcervecera sólo veía crecer su cartera vencida.

Hoy, con una cervecería que opera sólo al 10% de su capacidad y la incertidumbre dominando el panorama, Ringenbach saca la positivo y considera que estos obstáculos son retos y oportunidades, y que el mercado ha crecido, por lo que pasandola pandemia confía en que la gente que se acercó a la cerveza artesanal va a regresar.

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