La mala calidad de vida de los mexicanos será uno de los estragos del Covid-19
Foto: Engin Akyutr/Unsplash.com

Predecir si la esperanza de vida en México y el mundo se reducirá como una consecuencia del virus Sars-Cov-2 es difícil. Sin embargo, los expertos coinciden en que en un par de décadas haya una baja también esperan que la calidad de vida de cada individuo se verá seriamente afectada.

Para Édgar Vielma, director general de estadísticas sociodemográficas del INEGI, señala que se necesitan más de 55 millones de muertes en el mundo para que la esperanza de vida se vea impactada, y el registro que se tiene a nivel mundial ya supera los dos millones. 

La-Lista consultó a tres economistas para hablar sobre este panorama, la situación actual que implica, los desafíos a los que nos enfrentamos y los posibles caminos que México debería seguir para no salir tan afectado.

El Covid-19 bombardeó a México

Para Manuel Molano, economista en jefe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las muertes en exceso por Covid, que ya superan las 170 mil, y todas aquellas que no tuvieron atención médica o medicamentos pueden representar no solo una baja en la esperanza de vida en los siguientes años, también una mala calidad de vida consecuencia de las muertes y los efectos del confinamiento. “Los mexicanos dimos por sentado muchas cosas que teníamos y de repente viene una tragedia económica”, dice.

Por lo que estas muertes tienen un impacto importante en el tema económico en la actividad productiva, en la precarización del empleo, pobreza y desigualdad, señala Juan Carlos Moreno-Brid, profesor titular de la Facultad de Economía de la UNAM y doctor en economía por la Universidad de Cambridge.

Para Fátima Masse, directora de sociedad incluyente del IMCO, aún es muy difícil dimensionar el impacto de la pandemia en el PIB porque vivimos “un bombardeo de efectos por todos lados, no habrá un impacto en la reducción de la esperanza de vida pero sí en su calidad”, dice.

Existe un sistema de salud deficiente. De acuerdo con la investigación Financiamiento del sistema de salud: antes, durante y después de COVID-19, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señala que el gasto al servicio de salud en México durante la década de 2010 a 2020 se ha contraído, representado en puntos porcentuales 2019 tuvo el menor presupuesto (2.55% del PIB), en 2020 fue lo equivalente a 2.67%. 

“Cuando una economía pierde gente es doloroso es desde el punto humano. Después hay una parte económica porque esa persona ya no pagará la escuela de sus hijos, no irá de vacaciones, dejará de trabajar, el resto de la familia tendrá que ayudar dejando de ahorrar o de consumir, toda esa pérdida es cuantificable y de valor económico, va más allá de eso, perdimos un activo”, dice Molano.

Además, las familias desintegradas orillarán a muchos niños y jóvenes a abandonar los estudios con lo que, de acuerdo con Masse, condenarán su futuro. Donde el panorama es desolador: de acuerdo con el Monitor Laboral elaborado por el IMCO indica que en México, esta crisis ha impactado mayormente a los jóvenes y adultos mayores. Entre marzo y abril del 2020, 37% de los trabajadores entre 15 y 24 años, así como 41% de las personas mayores de 65 años, perdieron su empleo.

Ante este escenario, Masse opina que este abandono al sector salud es preocupante, pues “pese a que se trata de la vida del talento que debería ser lo más importante porque habrá muchas secuelas no solo las que tuvieron covid, también las enfermedades crónicas y las mentales a las que no se les ha dado la importancia que tiene”.

“Si el empleo está mal el ingreso de las familias y la calidad de vida se va al piso. Lo que vemos es un desastre social con agudización de la pobreza y la desigualdad”, explica Moreno-Brid.

Una crisis de cuidados

México tenía una sociedad enfermedad que ahora el número de enfermos crecerá, con las secuelas de Covid de personas recuperadas tanto físicas y mentales, así como los que vivieron el confinamiento provocará que los cuidados aumenten. “El problema son los próximos 20 años donde cada familia tendrá que destinar dinero, cuidados y recursos al cuidado de cada uno”, comenta Molano.

“Las políticas de confinamiento impactaron la actividad económica, el problema será cómo se dará esta recuperación: que las personas vuelven a los trabajos, la pérdida en la tasa de participación económica de  las mujeres, sin fecha para que los estudiantes vuelvan a las aulas y sin la certeza de cómo lo harán de forma segura”, señala Masse.

Será una ola que se adherirá a los rezagos que ya existían, que pinta un panorama desolador cuando es necesario tener personas que estén bien preparadas, capacitadas y sanas para tener un buen desempeño económico.

Para los expertos es necesario: aceptar los efectos desproporcionados que trajo la pandemia, política pública para recuperar la economía y de forma equitativa, medidas a favor de las pymes y empleos, y no solo a los que vengan en la inversión pública, y construir sinergias entres sectores para salir más rápido.

De acuerdo con Masse la recuperación económica del país es necesario ver hasta donde se llega la caída y las políticas públicas que se implementen para el regreso. “No veo a un gobierno que quiera destinar recursos para la recuperación eficiente económica del país y no hay apuesta a una mayor inversión privada o apoyos para salvar empleos y empresas. La pandemia sigue y no hay señal de que saldremos pronto de este bache”, dice Masse.

“Ojalá me equivoque pero si creo que veremos un ligero descenso en la esperanza de vida en los siguientes años, pero impactará en la calidad de vida, es decir, cómo vivimos las más de siete décadas de promedio de vida”, dice Molano.

“Covid-19 nos vimos a demostrar que vivíamos en una desigualdad lacerante y una pobreza que afecta a gran parte de la población”, afirma Moreno-Brid. Y Masse agrega “si queremos que los pobres tengan mayores oportunidades hay que invertir más en salud y educación”.

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