¿Qué es Nodo, el proyecto de Carlos Muñoz que busca revolucinar la función del centro comercial contemporáneo?
Muñoz lo describe como un ecosistema en evolución permanente, donde el diseño y la función responden al comportamiento social, no al revés.
Carlos Muñoz, mentor financiero y referente indiscutible para muchos dentro del ecosistema emprendedor y del Real Estate en Latinoamérica, vuelve a irrumpir en la conversación arquitectónica y urbana con Nodo un proyecto que propone replantear el sentido y la función del centro comercial contemporáneo.
Conocido por desafiar modelos tradicionales en sus conferencias, libros e iniciativas empresariales, Muñoz explica que la idea de Nodo surgió lejos de México: durante un recorrido por Seúl, donde visitó el Dongdaemun Design Plaza, concebido como laboratorio cultural más que como espacio de venta convencional.
“Ahí entendí que un centro comercial no tiene que imitar al modelo estadounidense. Puede ser un organismo vivo: un espacio donde pasan cosas, donde la arquitectura dialoga con la cultura”, afirma.
Un segundo referente apareció en Londres, con el Boxpark de Shoreditch, un ejemplo de retail urbano flexible que mezcla gastronomía, diseño local y eventos culturales. Ambas experiencias consolidaron una idea: el consumidor no acude únicamente a comprar; busca pertenecer, participar y experimentar.
Un replanteamiento necesario
Muñoz sostiene que la mayoría de los centros comerciales latinoamericanos quedaron atrapados en una estructura funcionalista y repetitiva: pasillos, cajas de luz, filas interminables de locales idénticos. Un modelo que, según él, comienza a mostrar signos de obsolescencia.
“Los malls se pensaron como contenedores de marcas, no como espacios públicos. Y en muchas ciudades de América Latina, son justamente eso: nuestros nuevos espacios públicos.”
Nodo surge entonces como una respuesta cultural antes que arquitectónica: una apuesta por el placemaking, donde el espacio invita a convivir, crear y permanecer.
¿Qué propone Nodo?
El proyecto reúne tres ejes:
• Un mercado vivo como plataforma para emprendedores y marcas emergentes.
• Un espacio abierto al aire libre, orientado a experiencias, entretenimiento y programación semanal.
• Una integración híbrida de usos que incluye comercio, consultorios, oficinas industriales ligeras y espacios flexibles.
Muñoz lo describe como un ecosistema en evolución permanente, donde el diseño y la función responden al comportamiento social, no al revés.
Con más de una década estudiando tendencias inmobiliarias, autor de libros sobre urbanismo comercial y creador de comunidades empresariales, Carlos Muñoz ve en Nodo la oportunidad de materializar una tesis que ha repetido durante años: el futuro de los espacios comerciales pertenece a quienes entienden que la economía de las experiencias ya no es excepción, sino regla.
“Nodo no es un proyecto inmobiliario. Es una declaración: los lugares donde compramos deben convertirse en lugares donde queremos estar.”