La historia de la niña en la que se inspiró la película <i>Intensamente</i>
La película ha superado las expectativas y se perfila para ser el mejor estreno en taquilla del 2024. Foto: Captura de pantalla.

El director de cine Pete Docter, conocido por su trabajo en Pixar, encontró en su hija Elie la inspiración para crear uno de los éxitos más conmovedores del estudio: Intensamente.

Esta película, estrenada en 2015 y con una secuela recién lanzada este año, captura las complejidades emocionales de una niña en transición de la infancia a la adolescencia, reflejando las propias observaciones y experiencias de Docter como padre.

El cambio de su hija de 11 años, fue el pensamiento que impulsó a Docter a desarrollar la historia de Intensamente. A medida que Elie crecía, Docter notó que perdía parte de su alegría infantil, volviéndose más callada y retraída. Esta metamorfosis, que observó con cierta tristeza, se convirtió en el núcleo emocional de la película.

Antes de Intensamente, Elie Docter ya había trabajado con su padre en otro proyecto de Pixar: Up: una aventura de altura, donde prestó su voz a la joven Ellie Fredricksen. Sin embargo, los cambios propios de la adolescencia la transformaron, y estas vivencias fueron cruciales para desarrollar el personaje de Riley, la protagonista de Intensamente.

Docter decidió ambientar la película en la mente, en lugar de en el cerebro, para abordar de manera abstracta y emocional los procesos internos de una niña. Esta decisión fue innovadora, ya que, aunque la animación había explorado el funcionamiento del cuerpo humano, nunca se había adentrado en la psicología infantil de esta manera.

En la película, Riley enfrenta una revolución emocional cuando su familia se muda de ciudad, obligándola a adaptarse a una nueva escuela y a un entorno desconocido. La estabilidad emocional de Riley se ve sacudida, y Docter captura magistralmente la dificultad y la belleza del crecimiento infantil.

Docter no solo proyectó las experiencias de su hija en Riley, sino también sus propios miedos y desafíos de la infancia. Al mudarse a Dinamarca en quinto grado, Docter recordó sus propias dificultades para encajar y manejar el estrés, lo que añadió una capa adicional de autenticidad a la historia.

Aunque Elie nunca tuvo un amigo imaginario, Riley sí tiene uno: Bing Bong, un adorable elefante rosa que refleja las fantasías infantiles de Docter. Este personaje simboliza la nostalgia y la pérdida de la inocencia infantil, temas centrales en la narrativa de la película.

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