Demanda contra Netflix por Bebé Reno sigue tras fallo judicial
Este caso resalta el complejo debate sobre las fronteras entre la ficción y la realidad en las producciones televisivas, y cómo la interpretación de hechos personales puede generar disputas legales de gran alcance.
Este caso resalta el complejo debate sobre las fronteras entre la ficción y la realidad en las producciones televisivas, y cómo la interpretación de hechos personales puede generar disputas legales de gran alcance.
El reciente fallo de un juez en California permite que continúe una demanda por difamación contra Netflix, presentada por Fiona Harvey, quien afirma haber inspirado al personaje de Martha Scott en la exitosa miniserie Bebé reno. Harvey, identificada como la verdadera “Martha”, cuestiona cómo fue retratada como una acosadora abusiva y delirante en la historia escrita por Richard Gadd, que recientemente fue galardonada con seis premios Emmy.
Netflix había solicitado que se desestimara la demanda, argumentando que los eventos en la serie eran “ciertos hasta cierta medida” y que los espectadores sabrían que se trataba de un drama y no de una representación completamente factual. Sin embargo, el juez Gary Klausner rechazó esta moción, señalando que había “desviaciones considerables entre la realidad y la ficción” en la serie, destacando diferencias importantes entre el comportamiento narrado y los hechos.
La serie, basada en experiencias del propio Gadd, relata la historia de Donny Dunn, una versión ficticia del autor, quien es acosado durante años por Martha tras un encuentro en un bar. Según el juez, la afirmación de que la miniserie es “una historia real” puede haber inducido a la audiencia a aceptar los eventos como hechos verídicos, sugiriendo una “indiferencia temeraria” de Netflix hacia la realidad.
Lo que genera y soporta una baja autoestima, unida a la locura…
“Bebé Reno”.
Una historia acerca del ACOSO, basada en una vida real. pic.twitter.com/aelBy4lohX— Sandra 🌈⃤🕉️✨ (@Sandraprami2) April 28, 2024
A pesar del fallo, Netflix defendió su postura y aseguró que continuará apoyando el derecho de Gadd a contar su historia. Mientras tanto, la demanda por difamación sigue adelante, aunque otras acusaciones, como negligencia, fueron desestimadas.
Este caso resalta el complejo debate sobre las fronteras entre la ficción y la realidad en las producciones televisivas, y cómo la interpretación de hechos personales puede generar disputas legales de gran alcance.