El músico R. Kelly es condenado a 30 años de prisión

En uno de los casos que, de acuerdo con medios estadounidenses, era vital para el movimiento #MeToo, que denuncia abusos sexuales en la industria del entretenimiento, el cantante R. Kelly fue sentenciado a 30 años de prisión.

En el juicio, celebrado en Brooklyn, se escucharon los testimonios de los 11 demandantes, 9 mujeres y 2 hombres, quienes acusaban a Kelly de haber abusado sexualmente de ellos o de ser víctimas de redes de trata.

Aunque el cantante ya había sido encontrado culpable de dichos cargos en septiembre pasado, fue hasta hoy que el jurado dictó sentencia sobre Kelly.

Los fiscales señalaron que Kelly no sentía remordimientos por las acciones realizadas en contra de sus víctimas, confiando completamente que su fama y recursos económicos le permitirían salir avante de las acusaciones.

“Él cometió estos crímenes usando su fama y estatus de celebridad como un escudo, el cual evitaba el escrutinio cercano o la condena de sus actos; al mismo tiempo, lo usó como una espada, que le daba acceso a la riqueza y una red de facilitadores que le ayudó en sus crímenes y una base de fans que lo adoraba y le permitió acceder a sus víctimas”, señaló la fiscalía.

R. Kelly fue acusado de mantener relaciones sexuales con menores de edad durante la década de los 90, además del matrimonio fraudulento con la cantante Aaliyah, con quien se casó en 1994 a pesar de que ella tenía 15 años entonces. A esas acusaciones se sumaron las de pornografía infantil, aunque esta última fue desechada en 2008.

No obstante, una de las cartas con las que R. Kelly trató de justificar sus actos fue que él mismo fue víctima de abuso sexual cuando era niño, por parte de parientes y personas cercanas a su familia.

Los fiscales retrataron a R. Kelly “como un villano unidimensional, indigno de cualquier tipo de humanidad y dignidad, pero está muy lejos de ser así”, señaló Jennifer Bonjean, la abogada de R. Kelly.

La letrada también señaló que los demandantes probablemente buscaban dinero y fama a costa de su cliente, quien a pesar de sus problemas legales, todavía se encuentra entre los 500 artistas más escuchados en su tipo.

“Esos crímenes fueron calculados y cuidadosamente planeados y regularmente ejecutados por al menos 25 años. Les mostró que el amor es esclavitud y violencia”, declaró la juez Ann M. Donnelly antes de dictar sentencia.