Elyfer protagoniza a Cindy una mujer ambiciosa en Yo no soy Mendoza, la nueva serie de Netflix

La actriz Elyfer Torres regresa a la pantalla con un personaje que la ha confrontado, desafiado y, en cierta forma, transformado. Yo no soy Mendoza, la nueva serie que se estrena este miércoles en Netflix, es el último proyecto escrito por el icónico Fernando Gaitán, creador de Yo soy Betty, la fea. Para Elyfer, participar en esta historia no fue solo una oportunidad profesional, sino una especie de destino. “Yo a Fernando Gaitán le rezo”, dice entre risas, pero con genuina admiración. La serie le llegó en el momento justo y encarnar a Cindy, la protagonista, fue una experiencia emocionalmente potente.

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¿Qué atrajo a Elyfer para interpretar a Cindy, en Yo no soy Mendoza?

Desde el primer acercamiento al guion, Elyfer supo que debía ser parte de esta serie. No solo por la autoría de Gaitán, a quien considera uno de los mejores escritores de televisión en Latinoamérica, sino por la complejidad emocional y actoral que implicaba interpretar a Cindy. “Siento que había muchas diferencias entre quiénes somos Cindy y yo, pero también había similitudes desde el texto”, cuenta. Cindy es una mujer intensa, una actriz frustrada que vive las emociones sin filtros. Llora mucho, grita fuerte, ama a lo grande, y se permite todo sin pedir disculpas.

Ese desparpajo emocional es algo que Elyfer reconoce como un desafío: “Yo podría fallar en no decir lo que pienso, en no creer en mí lo suficiente. Cindy lo lleva todo al extremo”. La actriz admite que, como muchas mujeres, ha sido educada para hacerse pequeña, para no incomodar, para no mostrar demasiado. Cindy, en cambio, es lo opuesto: “No se juzga. Ella es su mayor defensora”.

Este personaje no solo la confrontó como actriz, sino como mujer. La obligó a verse en un espejo que le devolvía una versión amplificada de sí misma, más libre y poderosa. “Siento que a veces a Elyfer le falta vivir en grande, y Cindy no se guarda nada”, reflexiona.

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¿Cómo se construye un personaje tan emocional desde la comedia?

Una de las mayores sorpresas de Yo no soy Mendoza es que, a pesar de partir de una situación dolorosa, una propuesta de matrimonio fallida, la serie aborda el drama desde la comedia. “La situación es tristísima, pero tiene que resultar divertida”, explica Elyfer. Ese contraste fue uno de los principales retos actorales. Cindy está pasando por un momento muy duro, pero desde la exageración y la farsa, la historia encuentra una salida emocionalmente honesta que conecta con la audiencia desde la risa.

“Creo que la comedia puede cambiar el mundo”, afirma convencida. Para Elyfer, este género permite decir verdades incómodas sin que duelan tanto. “Los mexicanos amamos la comedia porque nos cuesta hablar de lo que nos confronta”, dice. Y en esa vulnerabilidad, el espectador se ve reflejado. “Es más fácil decir ‘yo soy ese güey’ a partir de la risa. Cindy es muy tóxica, y todos tenemos algo de eso”.

La serie también le dio la oportunidad de trabajar de nuevo con Vadhir Derbez, con quien ya había filmado una película en Los Ángeles. En esta ocasión, su convivencia en el set fue más extensa y profunda. “Hicimos amistad, hicimos familia. La confianza entre actores se nota en la pantalla”, asegura.

¿Cómo se vive la contradicción entre interpretar mujeres fuertes y sentirse insegura?

A lo largo de su carrera, Elyfer ha interpretado a mujeres decididas, valientes y seguras de sí mismas. Sin embargo, reconoce que no siempre se siente así en su vida personal. “Cindy me confrontó en mi inseguridad. Ella confía un montón en sus capacidades, y a mí a veces eso me cuesta”, confiesa.

Para la actriz, este tipo de personajes le permiten reconciliarse con su propio poder. “Creo que todas las mujeres sabemos que somos suficientes, pero se nos recrimina cuando nos sentimos así”, dice. Recuerda con claridad el revuelo que causó una vez en redes sociales por mostrar vello en las axilas: “El tema no era el pelo, era cómo una mujer existe cómoda en su cuerpo”.

Cindy, en cambio, no negocia su autenticidad. Se viste con colores estridentes, con uñas llamativas, con una seguridad que no pide permiso. “No es atractiva para el consumo masculino, pero a ella le gusta y eso basta”. La actriz ve en su personaje un gesto de resistencia ante una sociedad que impone moldes: “Cindy se ve como yo. Y no cambia quién es”.

Además, resalta la ambición de su personaje como otro rasgo disruptivo. “Cindy es una morra súper ambiciosa, y eso también está mal visto en mujeres”, explica. Mientras los hombres tienen decenas de podcasts hablando de negocios y éxito, una mujer ambiciosa es juzgada. Cindy, sin embargo, persigue lo que quiere con intensidad, incluso cuando se equivoca.

En última instancia, Elyfer ve a su personaje como una mujer que se ha construido sola, con una coraza de fortaleza que nace de una gran vulnerabilidad. “Cindy solo quiere ser amada y escuchada. Y lo busca donde no se lo dan. Se rodea de personas que la lastiman, pero no se quita. A veces, soltar es mejor, y ella todavía no lo entiende. Pero lo hará”.

Con Yo no soy Mendoza, Elyfer Torres no solo presenta una nueva historia, sino que comparte una parte muy íntima de su propia evolución. Una serie sobre el amor, el ego, la comedia y la búsqueda incansable de una voz propia.

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