La fórmula Cher: entre gimnasios, bisturí y glitter, así desafía el tiempo la leyenda que no envejece

Cher cumple hoy 78 años y el mundo vuelve a preguntarse lo mismo de siempre: ¿cómo lo hace? En una era en la que la juventud parece ser la obsesión de una sociedad entera, la cantante, actriz y leyenda viviente no solo ha logrado mantenerse vigente, sino que ha trascendido el paso del tiempo con una mezcla de disciplina, actitud, humor y bisturí (cuando se le antoja).

Con más de seis décadas de carrera artística, Cher no solo ha sobrevivido a modas, crisis, matrimonios, transformaciones culturales y tecnológicas, sino que ha salido reforzada. De I Got You Babe a su colaboración con ABBA, de su Oscar por Hechizo de luna a sus recientes tuits virales, la artista es prueba viviente de que reinventarse no implica renunciar a una misma. A sus 78 años, no aparenta ni se comporta como dicta el estereotipo de la edad. Y eso, más que una fórmula estética, parece ser una declaración de principios.

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¿Cómo se mantiene Cher en forma?

Detrás del brillo y los atuendos espectaculares, Cher es una mujer disciplinada. Desde hace décadas ha hecho del ejercicio físico una prioridad inamovible en su vida. Ya en los años noventa, cuando el mundo comenzaba a sospechar que la cantante no envejecía como el resto, ella lo explicaba de forma simple (y un poco brutal): “Me he matado en el gimnasio para tener este cuerpo. No es que tenga un secreto maravilloso que nadie más sabe”. Su rutina incluye caminatas, sesiones de gimnasio cinco veces por semana y hasta partidas de Wii Tennis, como reveló en una entrevista.

Y no es solo el ejercicio: su dieta también es rigurosa. Pocas grasas, cero lácteos cuando puede evitarlos, escaso consumo de carne y alcohol ocasional. “No me gusta la carne y casi todo lo que me gusta comer es saludable... menos los postres”, decía con una sonrisa en 2013. Pero su esfuerzo no es reciente. Desde hace más de tres décadas comparte sus secretos a través de libros, entrevistas y hasta videos de ejercicio como Cher Fitness: A New Attitude y Body Confidence, donde entre abdominales y frases motivacionales dejaba claro que el trabajo constante es parte de su ADN.

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¿Qué papel juega la medicina estética?

Cher nunca ha negado haber recurrido a procedimientos estéticos. Y aunque en ocasiones los medios han especulado con fantasías como que se quitó las costillas flotantes, ella misma lo desmintió tajantemente: “Si decido quitarme los pechos y ponérmelos en la espalda… Son míos. Si a la gente no le gusta, esto es América”.

Botox, lifting, rellenos: es probable que haya probado muchas de las herramientas a disposición de la medicina estética. Pero más allá de los retoques, hay algo que Cher no se puede operar y que le da ventaja frente a cualquier bisturí: su actitud. A los 38 años ya visualizaba su futuro: “Me imagino como una señora de 75 que sigue haciendo jogging”. A los 56 aseguraba que pronto se le verían las arrugas. Hoy, a los 78, todavía las estamos esperando.

Y si bien está cansada de hablar sobre qué se ha hecho o no, siempre ha sido transparente sobre su derecho a cambiar, retocarse y reconstruirse como le dé la gana. Cher, al fin y al cabo, también representa la libertad de decidir sobre el propio cuerpo sin pedir permiso ni dar explicaciones.

¿Qué hace que Cher siga siendo relevante?

En un mundo que parece olvidarse rápido de todo, Cher sigue ahí. Y no en la nostalgia, sino en el presente. Ha versionado canciones de ABBA en español, coqueteado con la moda actual (Dominico ha diseñado para ella, al igual que para Rosalía y Beyoncé), y responde preguntas en Reddit como si fuera una adolescente tech-savvy. En sus redes sociales comparte desde reflexiones políticas hasta fotos de su despensa. Se ríe de sí misma, se toma en serio cuando quiere y nunca, nunca parece desconectada del ahora.

Sus fans más jóvenes la descubren por Mamma Mia 2, sus colaboraciones musicales o sus afilados tuits. Los más veteranos la siguen admirando por la voz, el carisma y ese estilo inconfundible que lleva más de cinco décadas desafiando lo convencional. En su vestidor aún hay lentejuelas, pelucas, mallas brillantes y plataformas imposibles. Pero también hay una mujer que surfea, baila, ríe y se mantiene firme en su manera de habitar el mundo.

Cher no es eterna porque no envejezca. Es eterna porque evoluciona sin traicionar su esencia. Y porque ha entendido, mejor que nadie, que la verdadera juventud no se mide en arrugas o músculos, sino en la voluntad de seguir siendo tú, aunque pasen los años, las modas, y hasta el amor.

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