Polémica con Lola Lolita por bolso de lujo: el video de Nil Ojeda que expone la burbuja de los influencers

Lunes 14 de julio de 2025

Polémica con Lola Lolita por bolso de lujo: el video de Nil Ojeda que expone la burbuja de los influencers

La influencer Lola Lolita desata críticas tras exigir un bolso de 4.000 euros en un video con Nil Ojeda.

lolitalola.jpg

El episodio revela cómo los creadores de contenido viven cada vez más alejados de la realidad de sus seguidores.

/

Foto: Captura de pantalla

El episodio revela cómo los creadores de contenido viven cada vez más alejados de la realidad de sus seguidores.
Foto: Captura de pantalla

En menos de 24 horas, el video de Nil Ojeda junto a Lola Lolita para la serie 21 días entre millonarios se volvió un campo minado de críticas. Todo comenzó con la elección de un bolso de lujo, pero la reacción del público ha dejado claro que el verdadero tema de debate es otro: ¿qué tan desconectados están los influencers de la realidad de sus seguidores? Las redes sociales, alguna vez vitrinas de autenticidad, se han convertido en pasarelas de ostentación. Lo que era cercano ahora se percibe como distante, ajeno y, en muchos casos, ofensivo.

La polémica no radica únicamente en la compra de un artículo de lujo, sino en las actitudes que revela. Lola Lolita, una de las creadoras de contenido más seguidas en España, protagonizó un episodio que deja al descubierto una transformación que ya no es sutil: los influencers han dejado de parecerse al público que los sigue.

Te puede interesar: ¿Un menor ligado a ‘Los Chapitos’? Esto sabemos sobre los volantes en Culiacán que acusan a 25 influencers y artistas

¿Qué pasó exactamente con Lola Lolita y el bolso de 4.000 euros?

El episodio con Lola Lolita forma parte de la serie documental 21 días entre millonarios, donde el creador Nil Ojeda convive con jóvenes de gran poder adquisitivo para mostrar sus rutinas. Hasta ahora, la serie no había generado mayor controversia. Pero todo cambió con el capítulo dedicado a la influencer.

En él, Lola le pide a Nil un “favor personal": comprarle un bolso Saddle de Dior de unos 4.000 euros. Nil decide en su lugar dividir el presupuesto y comprar dos bolsos de Louis Vuitton de unos 2.000 euros cada uno, para ella y su amiga Leto. Este gesto desata el enfado de Lola, quien finalmente elige otro modelo, el OnTheGo East West de Louis Vuitton, valorado en 2.800 euros.

bolso-lola-lolita.jpg
Este es el bolso que la influencer compro durante el video / Foto: Captura de pantalla

Te puede interesar: Los influencers: ‘El puente’ que usan políticos para llegar al público joven

La escena fue rápidamente catalogada por muchos como una muestra de clasismo, altivez e insensibilidad. Los comentarios en redes no tardaron: "¿Realmente se dan cuenta de lo que significa gastar eso en un bolso?”, “Esto ya no es aspiracional, es insultante”, fueron algunos de los mensajes más compartidos.

Además, se ha criticado el trato que Lola dio tanto a su entorno como al personal de las tiendas de lujo. Aunque algunos seguidores defendieron que se trataba de un “personaje”, otros subrayaron que es precisamente ese tipo de comportamiento el que confirma que muchos influencers viven en una realidad paralela.

¿Cómo pasamos de la naturalidad a la ostentación?

La historia de los influencers en España comenzó de forma mucho más cercana. En los años 2000 y principios de los 2010, plataformas como YouTube vieron nacer a creadores cuya autenticidad era su principal fortaleza. Chusita Fashion Fever, Muzska89 o Inesmellaman eran adolescentes hablando a cámara sobre sus vidas. No había producción, no había marcas, solo la intención de compartir.

Con la llegada de Instagram en 2012, el contenido cambió: se volvió más visual, más aspiracional. Influencers como María Pombo o Marta Lozano comenzaron a tejer redes de estilo de vida que giraban en torno al lujo, los viajes y las colaboraciones pagadas. La entrada de TikTok y figuras como Marta Díaz o Lola Lolita terminó por consolidar un modelo de influencer profesionalizado, con estrategias de marketing, equipos de producción y contratos millonarios.

Este cambio generacional también trajo una fractura. Si antes cualquiera podía ser influencer, ahora el acceso está mediado por el capital, por las conexiones y por una estética inalcanzable para la mayoría. El contenido ya no es cotidiano: es de escaparate, de hotel cinco estrellas, de bolsos que valen lo mismo que el salario mínimo mensual de un trabajador.

¿Viven los influencers dentro de una burbuja desconectada?

Cada vez es más evidente que muchos de los influencers de élite viven dentro de una burbuja. La socióloga Silvia Muelas explica que su visibilidad depende “de su capacidad para generar polémica o mostrar excesos”, lo que los lleva a exponer conductas desconectadas o incluso autodestructivas.

El fenómeno no es nuevo. ElRubius, uno de los youtubers más grandes de habla hispana, fue criticado por mudarse a Andorra para pagar menos impuestos. Willyrex apostó por los NFT, perdiendo conexión con buena parte de su comunidad. Georgina Rodríguez, más que influencer, vive como celebridad: jets privados, vacaciones eternas y colaboraciones con marcas de altísima gama.

Nil-Ojeda.jpg

Nil Ojeda es el youtuber que realizó la serie de 21 días como millonarios / Foto-Ig: nilojeda

Lola Lolita es solo el ejemplo más reciente de esta tendencia. Lo que antes era una ventana a la vida de alguien “como nosotros” se ha transformado en un desfile constante de lujo. La consecuencia es clara: el público empieza a sentirse ajeno, incluso molesto. Lo aspiracional se convierte en frustración cuando el influencer ya no representa una meta alcanzable, sino un recordatorio de lo que nunca se tendrá.

Te puede interesar: Influencers cobran por promocionar medicamentos en TikTok

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD - Estas notas son patrocinadas -