‘Cuando esto termine, tendremos un hambre de música en vivo brutal’: Tito Lesende

La emoción, adrenalina y deleite de los conciertos en vivo carecía de una bibliografía que le hiciera justicia. Tito Lesende detectó esa necesidad y se puso a escuchar ciento, quizá hasta mi discos de este formato musical musical que tuvo su ‘boom’ en los años 70 del Siglo XX. Su labor, según cuenta el autor, consistía en crear una selección lo más objetiva y diversa posible, aunque también y ¿por qué no? generar polémica alrededor del tema.

Discos como Live at the BBC de The Beatles (grabado en 1963-65), Elvis NBCTV Special de Elvis Presley (1968), At Folsom Prison de Johnny Cash (1968) y el Unplugged de Nirvana (1994) son algunos de los álbumes que componen el libro Los 100 mejores discos de rock en directo, editado por Efe Eme.

'Cuando esto termine, tendremos un hambre de música en vivo brutal': Tito Lesende - Diseno-sin-titulo-73-1024x576

Lesende ha tenido columnas en publicaciones de la talla de Rolling Stone, Icon-El País y Vanity Fair. Desde España, el autor charló con La-Lista acerca de esta publicación que despertará el interés, la curiosidad y la nostalgia de quienes gustan de la música en vivo en tiempos de pandemia.

La-Lista: Las selecciones de músicas siempre suelen ser polémicas, ¿Por qué animarse a hacer un libro de estas características?

Tito Lesende: Uno tiene que tirarse a la piscina, tiene que mojarse y escoger. Esa polémica es parte del gusto. Cuando yo hablo de música con mis amigos, siempre llegamos a discusiones que son muy ricas y enriquecedoras. Me gusta muchísimo generar debate, que me digan: no estoy de acuerdo con estos 100 discos, sino con un 70%, pero hubiera metido otros 30. Eso es muy bonito. He intentado ser lo más objetivo posible, pero es casi una utopía. Me alegrará mucho obtener otros puntos de vista y debatir con ellos.

L-L: ¿Cuántos discos tuviste que escuchar para poder realizar esta selección y cuáles son los parámetros que utilizaste?

TL: El Siglo XXI es menos producción y significa menos. Cuántos discos he escuchado, quizá sólo para preparar el libro, hacer la selección, cerca de 1,000 discos en directo. Hay una parte del libro que puede ser algo más de la mitad de estos discos escogidos que son una referencia habitual. Consultando mi bibliografía, me parecía que muchos habían que estar. Traté de cruzar parámetros de calidad, la influencia que tuvieron en el género, la notoriedad. Cuanto más trascendencia tiene un artista, más influencia puede tener si la obra es buena; también tomé cuenta la diversidad, son un montón de factores para tener en cuenta y espero que la selección haya sido representativa y enriquecedora. No es la única selección, pero espero sea buena.

L-L: ¿Qué pasó en la década de los 60 del siglo pasado que se vivió el apogeo de este tipo de formato?

TL: A finales de los años 60, el rock vivió un boom en su dimensión de espectáculo en directo, porque antes no había la infraestructura, no eran como hoy los conocemos, eran más cortos y con condiciones tecnológicas muy básicas. The Beatles, su última gira fue en 1965 y estaba tocando en estadios con la megafonía del estadio, ni siquiera usaban monitores para escucharse. A finales de los 60 el rock derivó a géneros expansivos: el progresivo, el duro, la psicodelia, mucho más dados a la improvisación. La gira ganó una dimensión extra en los 70, cuando se convirtió en un negocio sustancioso; a mitad de esa década, si no tenías un disco en directo, parecía que no tenías credenciales y todo el mundo necesitaba algo así y ahí está el clímax.

L-L: ¿Qué diferencia notas entre el formato de concierto en vivo unplugged y el convencional?

TL: Los discos acústicos en directo, que se pusieron de moda con Unplugged de MTV en la década de los 90 son un género en sí mismo. No creo que jueguen en igualdad de condiciones con un disco en directo, estándar, porque son grabados para un canal de televisión con condiciones favorables donde todo está más controlado. Hay disco que son históricos como el de Nirvana que fue una especie de testamento del grupo. Hay discos grabados por bandas mexicanas que son estupendos también.

L-L: Con la pandemia, ¿qué tanta repercusión tendrá en el público la música de conciertos en vivo?

TL: Estamos valorando lo que teníamos, la experiencia de la música en directo, como quizá nunca antes, aquello que tenemos sin esfuerzo, al alcance de la mano, lo damos por sentado. Esto ocurría con la música y con el músico como oficio. En este proceso que llevamos un año, estamos respetando la profesión de músico y, cuando esto termine, tendremos un hambre de música en directo brutal y nos vamos a lanzar a los escenarios en cuanto podamos. Será bueno para nosotros y para relanzar ese sector.

L-L: ¿Qué reflexión quieres que tengan los lectores, una vez que hayan concluido de leer tu libro?

TL: En ocasiones, no hemos sido justo con el formato de disco en directo y nos han dado muchísimo, de acercarnos a la sensación de ver a un artista que antes no podíamos verlo por edad, situación geográfica o no nos daba el dinero para ir. Los discos en directo han hecho un servicio social. Los discos en vivo nos han permitido sentirnos parte de un movimiento desde nuestra propia casa. Es tan importante el álbum en vivo que creo que merecían atención.

Síguenos en

Google News
Flipboard