‘¿Por qué tengo que limitar mi forma de expresión porque soy mujer?: Karol G

Hablo con la cantante colombiana Karol G en momento de calma, mientras se encuentra en el coche camino a un hotel. Acaba de llegar a Nueva York para grabar un video musical, pero su hogar está en Miami, aclara, mientras se alcanza a oír el ruido del motor. “¡Me encanta estar allí porque hay muchos latinos!”

Su nombre real es Carolina Giraldo Navarro y nació en Medellín y tiene 30 años. Es una de las estrellas pop más famosas de América Latina, y es una artista muy expresiva que utiliza hermosos coros en sus letras que exploran el deseo femenino y la experiencia sexual, algo muy raro en la escena musical latina dominada por los hombres y en donde, explica, siempre se ha tratado a las mujeres como “productos”.

Con más de 32 millones de escuchas, se encuentra entre las primeras 50 artistas de Spotify de todo el mundo. El video del primer sencillo de su primer álbum KG0516, Tusa, una colaboración Nicki Minaj, tiene más de mil millones de vistas. Su éxito le exige el tipo de agenda en el que las entrevistas se realizan durante los desplazamientos, y eso quiere decir que ha atraído la atención  aunque también por algunos comentarios mal interpretados por la desigualdad racial tan compleja de su continente.

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Cuando apareció en X Factor de Colombia, se dio a conocer con una serie de éxitos a finales de la década de los 2000, pero fue Ahora Me Llama, con el artista portorriqueño Bad Bunny, que la que llamó la atención internacional en 2017. El streaming y la globalización son en parte responsables por el alcance actual del pop latino, dice Karol, pero mayormente, la cantante atribuye el éxito del género a su magnetismo: “Los latinos tenemos una personalidad tan divertida, tan llena de vida, y lo puedes sentir en nuestra música”.

Karol considera que su familia es el catalizador de su carrera. “Mi papá estaba en una banda y quería ser cantante así es que escuchábamos las canciones que ponía en la casa”, de todo, salsa, metal, Bee Gees, vallenato, que es una versión de la música de las provincias de Colombia. Padre e hija hacían juntos pequeñas presentaciones; y eso la hizo darse cuenta de que quería una carrera profesional en la música. “Al principio, pensaba que sería fácil para mi porque no había muchas mujeres en la industria, pero cuando empecé a trabajar entendí por qué las cosas eran así”.

Los ejecutivos de las empresas la hacían sentir inferior en los primeros años y eso la dejaba muy molesta y enojada. “Como mujer, como humanos, más que como mujeres, nos enamoramos, nos desenamoramos, tenemos sexo, nos gusta, o no, cometemos errores. ¿Por qué la gente me dice que limite cómo me expreso como ser humano porque soy mujer?”

Le pregunto que por qué cree que ese candor molesta a la gente. La palabra que viene a mi mente es machismo y ella está de acuerdo. Karol dice que es 100% pro derechos de la mujer, pero que en ocasiones teme que “dividir” la sociedad, ya sea en géneros, raza o sexualidad no resulta productivo.

¿Pero no es menos productivo ignorar el hecho de que existen ciertas divisiones? El verano pasado, las protestas del Black Lives Matter generaron nuevas conversaciones sobre racismo en la industria de la música latina. El reggaetón y el trap tienen sus raíces en la cultura negra, pero muchos de los latinos que sacan provecho económico de estos ritmos son blancos o de piel clara. No ayudó que muchos artistas latinx tuvieran respuestas poco solidarias hacia el movimiento, incluida Karol G. En junio, provocó controversia cuando publicó en Twitter una foto de su perro citando que su color era el ejemplo “perfecto” de el banco y el negro son hermosos juntos. Después dijo que; Sólo hay una raza y es la raza humana”.

“Me comporté de forma ignorante”, confiesa. “El hecho de que alguien discrimine a otro por el color de su piel es algo que no entiendo y eso no pasaba en mi casa”. Dice Karol que como proviene de un país en el que “el porcentaje de personas racistas es tan bajo que es casi imperceptible” y agrega que se dio cuenta del problema cuando se fue a EU, en donde “las cosas son diferentes”. Después de su publicación, empezó a “estudiar, a revisar la historia, a ver videos para entender por qué la gente sentía tanto dolor y estaba tan molesta, y entendí mucho.

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Colombia, al igual que EU, es un país con un pasado y un presente racial violento y que es algo que artistas afroindígenas como Lido Pimienta denuncian. ¿Se dio cuenta de esto? “Sí, empecé a investigar por lo que pasó en EU, pero después me di cuenta de que era un problema global”. Y cita ejemplos de racismo en Colombia, que sólo se hicieron públicos gracias a las protestas del Black Lives Matter, pero insiste que la situación allí es “diferente” de alguna manera.

Karol dice que la experiencia la entristeció. “La gente me juzgó muy duro, perdí muchas oportunidades”. Ahora su futuro se ve claro. Está tomando clases de actuación, está trabajando en su propia marca de moda y belleza. El auto se acerca al hotel y le pregunto a Karol por sus objetivos a corto y a largo plazo. “Fácil,” dice. “Sólo quiero hacerlo todo”.