“Lo estoy poniendo todo en un fideicomiso y renunciando a la dirección general de Financiera Sustentable”: Patricia Armendáriz
Foto: Cortesía.

Formó parte del equipo que negoció el primer tratado de libre comercio de América del Norte, en la era del PRI. Votó por el panista Felipe Calderón. Ahora es candidata a diputada federal plurinominal por Morena, el partido que desde el gobierno federal dice impulsar la cuarta transformación de México combatiendo el neoliberalismo, la corrupción y la pobreza. 

Pero Patricia Armendáriz ha desarrollado su carrera política a la par de la empresarial y, hoy, ambas se unen una misma intención: poner al centro a los más desfavorecidos del país y llevarles bienestar.

Lo hace a través de Financiera Sustentable, la empresa a través de la cual da créditos a microempresarios. Desde 2016, además, solo los más fieles al reality Shark Tank siguen la pista de todos los emprendimientos que competían para que ella, y el resto del jurado, se les asociaran.

Ahí fue donde se dio a conocer al gran público. Hoy, por su actividad en las redes sociales, Patricia Armendáriz es una voz influyente

Gracias a su cuenta de Twitter pudimos colarnos en la cena que el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump ofreció a su homónimo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y a la comitiva de empresarios que le acompañaron a su visita en la Casa Blanca, el pasado 8 de julio.

En alguna ocasión, Armendáriz explicó que publicó imágenes de esa cena para transmitir la esperanza que le generaba el buen clima para las inversiones que se estaba gestando en la reunión de Estado. 

Una muestra más de lo que ella ha llamado su rol de vocera no oficial —o casi intérprete— de las intenciones y la lógica de las decisiones y políticas del gobierno federal. 

Es por esto que Armendáriz, chiapaneca de nacimiento y residencia, decidió presentarse para diputada plurinominal para su circunscripción, la del sureste. Es la número tres.

La-Lista quiso hablar con la empresaria sobre cómo plantea su rol como posible futura legisladora.

Si usted se presentara ante un jurado como el de Shark Tank formado por ciudadanos, ¿cómo los convencería de que confiaran en usted como legisladora?

Por mi trayectoria como empresaria. Está muy claramente probado mi compromiso con la base de la pirámide y el apoyo y la inclusión financiera, son mi quehacer privado como empresaria. Esa parte marca que voy a ir a representar a la base de la pirámide en el Congreso.

¿Cómo surgió su candidatura?

Yo me presenté, porque es el primer gobierno en mi vida donde veo la oportunidad de darle chance a la gente que más me duele, que es la más pobre. 

He apostado por otros gobiernos. Fui salinista, fui neoliberal, me entregué como servidora pública a fuego creyendo que realmente íbamos a apoyar a la mayoría y no funcionó. Fue un modelo fallido en el mundo, no nada más en México.

Si finalmente sale designada, ¿tiene inversiones que pueden suponer un conflicto de intereses con su actividad legislativa?

No en principio, porque llevo una cartera por bienestar social. Pero lo estoy considerando y estoy poniendo todo en un fideicomiso ciego y renunciando a la dirección general de Financiera Sustentable.

¿Qué agenda lleva?

Mi misión no es política, es de tareas. Mi ilusión este año es pasar una iniciativa de acceso de salud de calidad para todos; el próximo año, meterme a la parte de educación, y el tercer año, en el de pensiones.

Solo en la medida que tengamos acceso a los mismos básicos, podremos vernos iguales. En la medida en que el pescador de la comunidad a la que yo voy tenga acceso a servicios médicos, a servicios de calidad de educación, eso va a liberar sus posibilidades de creatividad, porque ahorita está muy atado a esa incertidumbre de qué hago si enfermo, de dónde sacaré dinero. Está prisionero de un futuro.

¿Qué propone en el campo de la salud específicamente?

Tengo en mente una frase de Paul Krugman: puedes visualizar al Estado como un gran asegurado. Y sí es cierto. Estoy tratando de ver cómo convoco a la sociedad privada, civil y pública para que, posiblemente con un método de terciarización, todas las aseguradoras colaboren en un gran seguro de gastos médicos mayores, que al final es lo que quiebra o mata a la gente que no tiene acceso. Tenemos que ver quién pagará por esas primas, evaluarlo, cuantificarlo.

México duplicó el número de camas, triplicó el personal medico y, aún así, estamos gastando un porcentaje del PIB bajito en comparación con países de la OCDE. Mi bandera va a ser: vamos por un poco más. 

¿Propondrá eso incluso si implica ir en contra de la austeridad republicana?

La austeridad republicana está muy malentendida. Hoy en la mañanera el presidente decía: cuando no hay corrupción, alcanza para todo. Él viene de una familia muy parecida a la mía, donde contábamos nuestro dinero. Ha sido maravilloso lo que ha logrado hacer en cuestiones de recaudación. Ha ido sacando de todos lados donde había oportunidades y las ha asignado. Yo no siento que por el hecho de que no quiere gastar el gobierno no vamos a poder encontrar las medidas para mejorar significativamente el acceso a salud digna en México. 

Expertos critican que por falta de apoyos económicos había quienes no pudieron cumplir con el confinamiento.

México ha apostado por cuestiones poco ortodoxas, que es como se deben de tratar las crisis, que son inéditas por inesperadas. ¿Francia podría ser catalogada como país que manejó su pandemia en los mejores estándares cuando tiene 135% de ocupación de camas? No puedes juzgar estándares de ninguna índole en una crisis como esta. No hay relación directa entre mayor gasto público y menor impacto en PIB.

¿Ni en términos sociales y de vidas?

Estados Unidos gastó más que nosotros y tuvo una crisis de muertes similar per cápita que la mexicana.

¿Cómo aumentaría el gasto en salud?

Podemos recolocar recursos para que se duplique en los próximos tres años de un lado para mandarlo a otro y con un mejor sistema impositivo. Cuando el presidente comenzó su campaña hablaba de millones de pesos que nos íbamos a ahorrar en corrupción y lo ha ido cosechando, ha venido sacando mas recursos fiscales. Ahorita la ley de eliminación del outsourcing supuso ingreso extraordinario en impuestos a largo plazo que no se ha calculado todavía.

Soy una fiel creyente de que no podemos acudir a la deuda para gastar más en ningún rubro. Pero el beneficio potencial de recuperar lo que se quedaba en corrupción es inagotable.

¿Por qué no está de acuerdo con aumentar la deuda?

Creo que en México estamos siendo muy observados como país emergente. Cuanto más endeudados estemos, más nos puede afectar en nuestros costos de fondeo. Gracias a que mantuvimos una política fiscal estricta y austera, los analistas prevén que no vamos a sufrir una degradación en la calificación en el próximo año. 

Si no es vía deuda, ¿aumentaría el presupuesto con impuestos, por ejemplo, a grandes herencias?

Es muy posible, pero no siento que sea muy significativo. Si hacemos más obligatorios los impuestos y los fiscalizamos mejor, en todos los estratos, no solo los grandes ingresos, nuestra recaudación fiscal se iría por las nubes. A pesar de la caída del PIB este año, la recaudación aumentó en términos reales alrededor de un 7%. 

¿Y un impuesto a las grandes fortunas, como ya proponen los demócratas en EU, ya están debatiendo en Chile o ya aprobó Argentina?

No. México está tan dividido entre los que tienen y los que no tienen, entonces trataría de ahorrarme este tipo de roces hacia los más ricos. Yo más bien me iría por convencer a un empresariado socialmente responsable. Lo de los outsourcings era inaceptable. Como decía el jefe del libre mercado, Adam Smith: si no hacemos que las bondades del crecimiento caigan hacia todo el mundo, estamos ahorcándonos como país.

¿Cree que la base de la pirámide no estaría de acuerdo con un impuesto así?

Por supuesto que sí. Pero el costo de la confrontación sería mucho mayor y México no está ahorita para esto.

El 10% que tienen mayores ingresos concentran el 58% del ingreso nacional, ¿qué hacemos con esa brecha social?

Si no hacemos crecer el pastel, no lograremos nada. Tenemos que lograr un acuerdo de crecimiento incluyente. Porque justamente lo que nos tiene a México dividido es la creencia de la gente a la que le fue bien en el periodo neoliberal de que le van a quitar o le van a desposeer, para darle a alguien más.

Tenemos que tener un modelo de crecimiento, del que venimos padeciendo en los últimos 40 años. Nos hemos roto la cabeza preguntándonos por qué no crecemos, hemos encontrado hipótesis y creo que debe haber un acuerdo de distribución del valor generado de una manera correcta y justa. Por lo contrario, hemos demostrado que al generar estas pirámides tan fuertes, donde muy poquitos concentran la riqueza, esas mismas empresas y empresarios se están ahorcando porque no tienen mercado interno y su única solución es exportar.

Un aumento del IVA y sin exenciones, ¿votaría a favor?

El IVA al consumo no está suficientemente grabado. El Estado mexicano ahí puede contribuir a la parte del IVA que le correspondería a los más pobres, que consumen de todas maneras. Hay una gran oportunidad ahí. 

¿Y de una reducción del ISR?

Sí, creo que el 90 y tantos por ciento, casi cien, son empresarios que han hecho sus fortunas y sus ingresos de manera responsable y disciplinada. El gobierno necesita de ellos, de su confianza y de su inversión. Así como hay posibilidades de tender red a los que menos tienen, también necesitamos una red hacia arriba.

Usted defiende que el sector eléctrico es estratégico y que, por tanto, tiene que estar en manos del Estado, ¿qué otros sectores estratégicos hay en México que no están en manos del Estado y deberían estarlo?

Ninguno más. Pienso que el sector energético lo es dada la experiencia de lo que está sucediendo, que el capitalismo es ambicioso por naturaleza. Se ha probado que no creció la oferta en calidad, que el tipo de contratos era ventajoso a favor del sector privado y solo considerando el sector eléctrico como estratégico que debe ser controlado mayoritariamente por el Estado

Eso se confunde con el concepto de autosuficiente. Creo que debemos de ir más a ultranza por ser autosuficiencias en gasolinas y en alimentos (además de energía). Son motores de la economía y el reto ahí es que se manejen de manera eficiente.

¿Está a favor de una la reforma judicial que alargue el mandato del ministro Arturo Zaldívar?

No, no creo que sea suficientemente pesada la preocupación del presidente cuando dice que la única razón por la cual aprueba esta extensión es porque se ha comprometido de manera muy explícita a terminar con la corrupción del poder judicial. Hay que darles el derecho de la duda a los otros ministros que también pueden ser igual de comprometidos.

Del 0 al 10, ¿qué calificación le pone a la 4T y por qué?

Un nueve, por su obstinación en principios inalienables de lucha contra la corrupción y mejora de la distribución del ingreso en México.

¿Cuándo fue la última vez que habló con AMLO?

Hace unos meses, cuando me ofreció ser subgobernadora del Banco de México.

¿Por qué no?

Porque le dije que prefería irme a apoyarlo en la legislatura. Me dijo: buena suerte.

¿Qué aprendió de la polémica con su tuit sobre su empleado que falleció y usted dijo que por baja autoestima no dio aviso de los síntomas de Covid?

No creer que las redes sociales son tus amigas. Yo acudía a esa red social amiga a decir que se había muerto uno de mis mejores amigos de la base de la pirámide, cuando yo ya era proAMLO en un país dividido, y aprovecharon para atacarme de manera descarnada. Ya no lo tomo de manera personal y ya no comparto mis cuestiones personales. 

¿Veremos su nombre en alguna boleta algún día?

No creo. Nada más tengo la misión de echar para adelante a la 4T, la distribución del ingreso y mejoras de oportunidades. Hasta ahí voy.

Estoy sacrificando mucho, mis hijas me piden que no lo haga, he perdido muchas amistades por lo que estoy haciendo, pero creo que lo que más excelso que tenemos es nuestra misión y nuestro propósito de vida, y mi propósito de vida es este y estoy agarrando la oportunidad.

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