¿Qué son las dietas saludables y sostenibles?

La meta de las Naciones Unidas de Acción sobre Nutrición de 2016 al 2025 es ambiciosa: transformar los sistemas alimentarios para promover una alimentación saludable producida de forma sostenible y mejorar la nutrición. Un desafío si se considera que, según datos de la Organización de las Naciones Unidas, más de 820 millones de personas se acuestan con hambre cada noche y la forma en que se producen y consumen los alimentos afecta el medio ambiente. 

“Existe una necesidad urgente de promover dietas que sean saludables y tengan bajo impacto ambiental”, se lee en el reporte Dietas saludables sostenibles. Principios rectores, realizado en 2020 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Estas dietas también deben ser socioculturalmente aceptables y económicamente accesibles para todos”.

Las dietas saludables y sostenibles se caracterizan por promover la salud y bienestar de las personas, tener un bajo impacto ambiental, son culturalmente aceptables y son accesibles, asequibles, seguras y equitativas. Además, se basan en promover el consumo de alimentos locales, minimizan el uso de antibióticos y hormonas, reducen el uso de plásticos para los empaques, apuestan por el no desperdicio de alimentos y priorizan los alimentos de origen vegetal frente a los de origen animal. 

¿Qué tipos de dietas cumplen con estas características?

El reporte Dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles, realizado por la Comisión EAT-Lancet, detalla que las dietas saludables tienen una ingesta calórica óptima y consisten principalmente en una diversidad de alimentos de origen vegetal, bajas cantidades de alimentos de origen animal, contienen grasas insaturadas en lugar de saturadas, y cantidades limitadas de granos refinados, y azúcares añadidos.

Un ejemplo de esto es la dieta flexitariana.  ¿En qué consiste? Se basa principalmente en alimentos de origen vegetal, pero opcionalmente puede incluir cantidades moderadas de pescado, carne y productos lácteos, según Comisión EAT-Lancet. A esta dieta también se le conoce como vegetariano parcial.

Existen otros tipos de dietas que pueden entrar en este modelo, por ejemplo, los lactovegetarianos (que excluyen todos los productos de origen animal menos los lácteos), los ovovegetarianos (que no consumen productos de origen animal, solo los huevos) y los apiovolactovegetarianos (que descartan todos los productos de origen animal excepto los lácteos, los huevos y la miel”, según la Fundación Española de Nutrición).

¿Qué se necesita para poner en marcha las dietas saludables y sostenibles? 

La FAO considera vital realizar algunos cambios en los sistemas alimentarios para garantizar la disponibilidad, accesibilidad, asequibilidad, inocuidad y aceptación de estas dietas. Algunas de estas acciones son: 

• Impulsar la producción, el etiquetado y la comercialización de alimentos variados.
• Actualizar los sistemas alimentarios existentes para alinearlos al objetivo general. 
• Identificar cuáles alimentos son accesibles, en términos de cantidad y calidad, para la población.
• Asegurar que las personas vulnerables cuenten con el acceso y la disponibilidad de alimentos recomendables.
• Diseñar guías alimentarias basadas en los alimentos disponibles en su región.