Día del Padre 2025 en México: ¿cuándo es y por qué se celebra el 15 de junio?

Cada tercer domingo de junio, en México y otros países de América Latina, se celebra el Día del Padre, una fecha que no solo busca homenajear a quienes asumen con compromiso el rol paterno, sino también visibilizar la importancia de su participación activa en la crianza, el desarrollo emocional y la educación de sus hijos. Este 2025, la conmemoración caerá el domingo 15 de junio, una oportunidad para que las familias se reúnan y reconozcan públicamente a los hombres que desempeñan con amor y responsabilidad su papel dentro del núcleo familiar.

Lejos de limitarse a un gesto simbólico, esta celebración impulsa la reflexión colectiva sobre la figura del padre y su impacto en los entornos afectivos y sociales. Con una historia que se remonta a comienzos del siglo XX en Estados Unidos y que encontró eco en México gracias al impulso de una joven estudiante, el Día del Padre ha evolucionado hasta convertirse en un espacio para reforzar los lazos familiares y promover una cultura de equidad y corresponsabilidad en la crianza.

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¿Cuándo se celebra el Día del Padre en México en 2025?

En México, el Día del Padre se celebra cada tercer domingo de junio, lo que significa que este 2025 la cita será el domingo 15 de junio. Esta fecha se alinea con la de otros países como Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Argentina y Chile. La elección del fin de semana busca facilitar la organización de convivencias familiares sin que interfieran las actividades escolares o laborales, permitiendo que los festejos tengan un carácter más íntimo y participativo.

Sin embargo, esta no es una fecha universal. En países como España, Italia, Marruecos y Portugal, el Día del Padre se celebra el 19 de marzo, en honor a San José, considerado un modelo de paternidad dentro de la tradición católica. Esta diferencia pone de relieve cómo el calendario de celebraciones puede variar de acuerdo con factores culturales, religiosos y sociales.

En México, aunque la efeméride no cuenta con el mismo peso institucional ni comercial que el Día de la Madre, su relevancia ha crecido en las últimas décadas como un llamado a repensar los estereotipos masculinos y valorar la paternidad desde una perspectiva más afectiva, empática y comprometida.

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¿Cuál es el origen del Día del Padre en México?

El Día del Padre no nació en México, pero encontró aquí una historia propia gracias al impulso de Carmelita Tostado Gamboa, una joven originaria de la región de La Laguna, quien en su adolescencia comenzó a preguntarse por qué no existía una fecha especial para reconocer a los padres, tal como ocurría con el Día de la Madre.

Inspirada por el ejemplo de su padre, Pedro Tostado Ontiveros, un telegrafista que llegó a ocupar cargos importantes en distintas regiones del país, Carmelita promovió desde los 17 años una campaña que buscaba instaurar una fecha oficial para reconocer la paternidad. Tras dos años de gestiones y difusión, logró que el tercer domingo de junio se convirtiera en la jornada destinada a honrar a los padres en el territorio nacional.

Este esfuerzo se dio en paralelo a iniciativas en otros países, como Estados Unidos, donde Sonora Smart Dodd propuso la celebración en honor a su padre, un veterano de guerra que crió solo a sus hijos tras enviudar. Su iniciativa fue el punto de partida para que el Día del Padre se adoptara en diversas latitudes con enfoques similares: resaltar la figura paterna como pilar emocional y ético dentro del hogar.

¿Por qué es importante celebrar el Día del Padre en la actualidad?

Más allá de los regalos o reuniones familiares, el Día del Padre representa una oportunidad para visibilizar y fomentar una paternidad más activa, presente y emocionalmente disponible. En una sociedad que durante mucho tiempo promovió modelos rígidos de masculinidad, esta fecha permite resignificar el rol de los padres como cuidadores, educadores y acompañantes en el crecimiento emocional de sus hijas e hijos.

En los últimos años, el discurso en torno a la paternidad ha cambiado. Diversas organizaciones y especialistas han insistido en la necesidad de construir una paternidad corresponsable, en la que los padres no solo provean económicamente, sino también participen en las labores domésticas, la crianza diaria, la toma de decisiones y la vida emocional del hogar.

Además, celebrar el Día del Padre también es una forma de reconocer a quienes rompen estigmas: padres solteros, adoptivos, padrastros comprometidos, o aquellos que desafían los roles tradicionales para establecer vínculos afectivos sólidos con sus hijos. En este contexto, la conmemoración adquiere una dimensión más profunda, pues invita a la sociedad a valorar el acompañamiento, el tiempo de calidad y la presencia consciente como elementos fundamentales de la paternidad.

Este 15 de junio, más allá del desayuno especial o el obsequio clásico, el Día del Padre puede ser una excusa para reforzar vínculos, expresar gratitud y continuar construyendo una cultura de equidad, ternura y responsabilidad en los hogares mexicanos.

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