Los cambios físicos y emocionales en estas etapas pueden reactivar dificultades para sentirnos cómodas con nuestro propio cuerpo.
Como mujeres, crecemos desde pequeñas con una enorme presión social sobre nuestros cuerpos, tratando de adaptarnos a ideales que la mayoría de las veces nada tienen que ver con nosotras.
Durante la gestación, los cambios corporales, la ganancia de peso o la restricción a ciertos alimentos pueden vivirse de forma estresante o reactivar dificultades pasadas sobre la imagen corporal.
Después de dar a luz, las dificultades con la imagen corporal pueden exacerbarse. Ya sea que tu bebé haya nacido por parto o cesárea, tu cuerpo se siente distinto por varias razones:
Muchas veces enfrentamos estas dificultades con frustración, en silencio y en soledad. Nadie nos dijo antes que nos sentiríamos extrañas en nuestro propio cuerpo, que nos costaría reconocernos en él y que necesitaríamos un proceso de adaptación con nosotras mismas.
Además, durante el embarazo y el postparto, nos llegan opiniones no solicitadas sobre nuestros cuerpos y sobre lo que podemos y no comer. Es como si al convertirnos en madres, pasáramos a ser un tema de interés público. Recibimos constantemente comentarios sobre nuestro cuerpo y hábitos que influyen en nuestra propia percepción y solo añaden más estrés.
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Por todo lo anterior, la relación con el cuerpo, el peso y la comida puede ser un tema estresante para muchas mujeres durante la gestación y después de parir, especialmente si la mujer ya ha tenido dificultades con la imagen corporal y la alimentación en el pasado.
Recientemente, se ha observado una tendencia a querer mostrarse sin aumento de peso durante el embarazo haciendo dietas muy restrictivas y ejercicio extremo. Este comportamiento ha sido nombrado por diversos medios de comunicación como “pregorexia”.
Estas prácticas que buscan un control excesivo del aumento de peso durante la gestación, pueden afectar no solo la salud de la mujer sino también del bebé. Además, los hábitos drásticos de dieta y ejercicio extremo enfocados en bajar de peso en el embarazo pueden convertirse en un trastorno de la alimentación en el postparto.
Es importante tener en mente que la imagen corporal negativa es un factor de riesgo para la depresión postparto y los trastornos de la conducta alimentaria, tal como mencionan Patricia Fernández e Ibone Olza en su libro Psicología del embarazo.
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Aquí te comparto ocho pautas que puedes tener en cuenta para favorecer una imagen corporal saludable en la gestación y el postparto:
Recuerda, durante nueve meses, tu cuerpo cambió en el embarazo, se expandió, creó y dio vida, y ha sido capaz de producir el mejor alimento para tu bebé. Es normal necesitar tiempo y paciencia para reconocerte a ti misma en este nuevo cuerpo, en esta nueva identidad.
Tu cuerpo es el hábitat de tu bebé, su lugar preferido.
Este artículo se publicó originalmente en Baby Creysi. Consúltalo aquí.
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