Si sufriste una caída durante el embarazo, ¿debes preocuparte? Te explicamos todo lo que debes saber.
Cuando estamos esperando bebé, evitamos movimientos bruscos y ejercicios de alto impacto por el riesgo de golpes y caídas durante el embarazo. Sin embargo, aunque nos cuidemos, los accidentes pasan, por lo que debemos estar atentas a los síntomas que podrían indicar que la caída, por mínima que sea, puede ser riesgosa para nuestro pequeño.
Yvonne Butler Tobah, médico de Mayo Clinic, explica en su artículo, Fall during pregnancy, que las caídas son causa frecuente de lesiones menores y, en algunos casos, pueden ser perjudiciales para la futura mamá y su bebé.
Hay que tomar las cosas con calma, estar atenta a los síntomas de peligro y llamar ante cualquier duda a tu ginecólogo. Es probable que solo sea el susto, pues el cuerpo humano está diseñado para proteger al bebé durante el embarazo.
“Las paredes del útero son músculos gruesos y fuertes que ayudan a proteger a tu bebé. El líquido amniótico también funciona como una protección. Durante las primeras semanas del embarazo, el útero se encuentra detrás del hueso pélvico. Las caídas menores durante el inicio del embarazo no suelen ser motivo de preocupación.
“Sin embargo, las caídas a fines del segundo trimestre y a principios del segundo podrían ser perjudiciales tanto para ti como para tu bebé, especialmente si hay un traumatismo directo en el abdomen”, explica Butler en su texto.
La doctora Mercedes Álvarez Goris (Lucina ginecóloga), especialista en Ginecología y Obstetricia, nos explica los síntomas a los que debemos prestar atención después de una caída, pues son indicativos de que algo no anda bien:
Si tienes cualquiera de estos síntomas, busca atención urgente. Si no percibes ningún cambio, pero tienes duda, haz cita con tu médico para que te realice un chequeo completo y te sientas tranquila.
Durante todo el embarazo hay que ser precavidas, pero al final debemos tener especial cuidado. Por ejemplo:
No olvides que el eje de equilibrio del cuerpo cambia durante este periodo.
“Aumentas la dimensión, tu columna se curva, la pancita crece y empieza a jalarte hacia delante. En este periodo eres más propensa a tener caídas y golpes inadvertidos. Es por eso que, especialmente en el tercer trimestre, se recomienda no hacer movimientos que requieran mucho equilibrio o mucha agilidad motriz”, indica la ginecóloga Mercedes Álvarez.
Te recomendamos que tomes las cosas con tranquilidad, no necesitas agregar estrés extra. Una visita a tu médico para descartar cualquier peligro te ayudará a estar más tranquila.
Este artículo se publicó originalmente en Baby Creysi. Consúltalo aquí.
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