Liberación de tortugas en Vida Milenaria de Tecolutla: ‘No les digas adiós sino hasta luego’

Luz, Dolly, Estrella, Perla, Mar, Rigo, Beto, Manu, son solo algunos de los nombres que decenas de tortugas bebés recibieron momentos antes de partir al mar, como parte de la liberación de reptiles que diariamente llevan a cabo los visitantes del campamento Vida Milenaria, ubicado en Tecolutla, Veracruz.

De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en México se pueden observar hasta seis de las siete especies de tortugas marinas en el mundo. En tanto, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés) estima que la mayor parte de estos reptiles están en peligro de extinción, en categorías que van desde “vulnerables” hasta “peligro crítico”.

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‘No les digas adiós, sino hasta pronto’

El sol se mece sobre las playas de Tecolutla. Es un miércoles de junio y al menos una decena de personas se han dado cita en esta Área Natural Protegida, localizada al sur del citado municipio veracruzano. El reloj apenas pasa las 07:30 horas, cuando la voz de una mujer de no más de 45 aós da la bienvenida a las y los visitantes.

La gente se abre paso sobre el camino, para dirigirse a un par de mesas que ofrecen café o atole, así como volovanes y panes recién horneados. La compra de los productos sirve para financiar este proyecto que, como organización civil, nació en el año 2000.

Luego de comprar sus productos, son invitados a sentarse bajo una palapa, donde recibirán una charla de no más de cinco minutos, para posteriormente dirigirse a la tienda de recuerdos, que sirve como pase para la liberación de las tortugas.

En la tienda, las y los visitantes pueden comprar desde bolas y playeras, hasta peluches, aretes, pulseras collares y brazalates, todos con figuras de tortuga. Al adquirir los productos, las encargadas entregan un pase, que sirve para recibir una canasta con los reptiles a liberar, y un certificado de liberación.

Mientras las compras terminan, la gente se toma fotos en los carteles colocados en el jardín del centro tortuguero; otras optan por colocar los nombres de sus ahijados en los certificados. Niñas, niños, adolescentes, parejas jóvenes y adultas, y personas de la tercera edad, escriben. Y ahí se escuchan los nombres, que si Pacho, que si Mar, que si Paco, que si Majo, que si Sol, que si Manu.

Minutos después, dos encargados arriban al sitio e invitan a las y los visitantes a caminar rumbo a la playa. El paseo es coronado por el graznido de los pájaros, que termina por ser sustituido por el sonido envolvente de las olas.

El sol continúa su camino sobre la playa, a la par que la gente empieza a tomarse fotos con las canastas de tortugas. Madres con sus hijas o hijos, parejas, familias, todos optan por llevarse un recuerdo en sus celulares.

Sobre la playa, los encargados dan las indicaciones: “a la cuenta de tres, volteen las canastas. No toquen a las tortugas. Y, lo más importante ‘no les digan adiós, sino hasta luego’.

El conteo llega a cero. Las personas colocan rodilla sobre la arena y voltean las canastas. De ellas salen dos tortugas que, lentamente, empiezan a caminar sobre la arena. El andar lento de los reptiles bebés es aprovechado por los visitantes para tomar fotos y videos, el recuerdo que perdure el momento.

Poco tiempo después, las primeras olas se llevan a las tortugas bebés. De las decenas que fueron liberadas, no todas sobrevivirán y solo algunas regresarán a desovar. Por eso, reiteran los encargados, no les debes decir adiós, sino hasta luego, como un llamado a la esperanza de sobrevivir y mantenerse en este mundo.

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Vida Milenaria, un campamento tortuguero que ha transformado a Tecolutla

El campamento tortuguero está enclavado en un Área Natural Protegida, que fue decretada como tal en enero de 2024. A lo largo de los varios kilómetros de extinción hay zonas de incubación y de liberación. El lugar es relativamente nuevo, pues anteriormente se ubican en otro espacio más pequeño.

De acuerdo con Irma Galván Tejada, presidenta de la organización civil Vida Milenaria, las labores de cuidado de tortugas iniciaron en la década de 1970. Uno de los encargados especificó que fue Fernando Manzano Cervantes quien empezó la labor en Tecolutla, inspirado en un documental de Jacques Cousteau, que mostraba cómo el gobierno filipino cuidaba a las tortugas.

Por aquellos años, la población de Tecolutla estaba acostumbrada a consumir y vender la carne de tortuga, así como a ofrecer a turistas los huevos del reptil, bajo la creencia falsa de que eran afrodisiacos.

“El impacto en Tecolutla ha sido fuerte. Cuando empezó el trabajo con esas generaciones, había mucha gente que no entendía y pensaba: ‘hay que depredar, hay que cortar, hay que quemar, hay que tirar’”, detalló en entrevista Irma Galván Tejada.

Para cambiar esa dinámica, han trabajado en la concientización de la población. “No ha sido fácil, hemos ido arando en el desierto, hemos ido iuchando contra corriente, pero al paso del tiempo la gente ha visto que es importante”, añadió la presidenta de Vida Milenaria.

Desde hace años, la organización civil lleva a niños y niñas de escuelas de Tecolutla a la playa, con el fin de liberar a tortugas bebés. Además, les piden particpar en las labores de limpiar la playa de de plásticos. “Los niños de las escuelas y los maestro son nuestros mejores aliados”, destacó.

Galván Tejeda puntualizó que aunque la gente les identifica por el cuidado de las tortugas, también trabajan en labores vinculadas al medio ambiente, como limpiar la playa para que la basura no vaya al mar y afecte a las tortugas; otra acción es la vigilancia para evitar derrames petroleros y que el combustible llegue al mar; así como labores de separación de basura, con el din de “regresarle a la tierra lo que pertenece, no que quede ahí en un revoltijo total”.

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¿Qué especies de tortuga cuida Vida Milenaria en Veracruz?

Vida Milenaria protege a cuatro tipos de tortuga: la lora, la verde, la carey la caguama. Para ello, realizan patrullajes a lo largo de 35 kilómetros de playa, en horarios matutinos y vespertinos, que dependen de la especie de reptil

El cuidado de la tortuga lora se da de marzo a julio, con patrullajes matutinos; la tortuga verde, carey y caguama, arriban a la playa a desovar de julio a octubre, por lo que el patrullaje se hace primordialmente en la noche.

Durante las revisiones, los integrantes de la organización civil identifica el rastro que deja la tortuga cuando sale del mar, localizan el nido y protegen con un metro cuadrado de malla metálica el nido; este instrumento evita que depredadores naturales, como los coyotes y los mapaches, o los perros, puedan afectar al nido y comerse los huevos.

Tras ello, elaboran una bitácora y regresan a los 45 o 50 dias, que es el periodo que tardan en nacer, para levantar la malla y revisar que las tortugas estén listas para ir al mar.

Del total de tortugas que nacen, una parte se destina a las actividades de liberación con la población y visitantes a la zona.

“De las miles que se liberan, muchas forman parte de la cadena alimenticia, más la contaminación, redes de pesca, impactos de embarcaciones pesqueras”, puntualizó Ramiro Jiménez, otro de los integrantes de Vida Milenaria..

¿Cómo liberar tortugas en Tecolutla, Veracruz?

Estos son los pasos para formar parte de la liberación de tortugas en Tecolutla, Veracruz:

• Envía un mensaje en WhatsApp al teléfono (+52) 766 113 3655
• Menciona cuántas personas asistirán y el día en que lo harán
• Recibe la confirmación por la misma vía.

La liberación de tortugas no tiene un costo fijo, sino que se da una cooperación voluntaria, que consiste en la compra de uno de los productos de su tienda.

Otra forma de comunicarse con Vida Milenaria es a través de su cuenta en Facebook o al correo electrónico vidamilenaria@hotmail.com.

Luz, Dolly, Estrella, Perla, Mar, Rigo, Beto, Manuel, fueron solo algunas de las tortugas liberadas y que esperan, en unos años, regresar a desovar para dar vida a otras que nos recuerden que el mar, como la vida, aún tienen inmensidad.