La conexión entre mamá e hijo en la lactancia no siempre es inmediata

Cuando nace tu bebé estás cansada, los cambios hormonales y los sentimientos encontrados ante tu nuevo rol de mamá dificultan la lactancia, así como la conexión con tu bebé durante ese momento.

Al convertirte en madre te enfrentas a un sinfín de dudas y cada día descubres cosas nuevas que son un reto. La lactancia es una de ellas porque es como si fuera tu primer examen sobre cómo ser mamá, si no lo haces bien te juzgan y tú te asumes como mala, por ello dudas en pedir ayuda.

No te sientas mal por no poder amamantar a tu bebé, la falta de apoyo y de información es uno de los obstáculos para la lactancia en México, ya que solo 31% de los bebés son amamantados, de manera exclusiva, en los primeros seis meses de vida, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por su nombre en inglés).

Calma, no todo tiene que ser perfecto, estás aprendiendo, te vas a equivocar muchas veces. No estás sola, hay muchas mujeres que quieren ayudar y acompañarte en esta nueva aventura. Ani Cuartas, consultora en lactancia, te cuenta su experiencia.

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De la rabia al amor

Ani recuerda su primera vez frente a la lactancia como el reto más grande que tuvo como mamá primeriza, ya que las emociones y el cansancio se combinaron en su contra, además, la depresión post parto le hizo más difícil amamantar a su pequeña Julia.

“No creía que fuera a durar seis meses en la lactancia, al principio me parecía que era lo más demandante, agotador. El cansancio físico y las hormonas me hacían sentir rabia hacia la lactancia”.

El primer mes de lactancia no fue nada bonito para Ani, por lo que comenzó a complementar con fórmula.

“Yo quería sentir que era la Ana María de antes que podía ir a tomar un café, pero no lo podía hacer porque Julia tenía que comer y todo dependía de mí. Me dio un baby blues muy fuerte. Entonces  yo complementé a mi hija al principio, porque decía: no todo puede depender de mí”.

Julia empezó a tener reflujo, estreñimiento, se quejaba mientras dormía, lo que alarmó a Ani y la hizo sentir muy culpable. Cambió de pediatra, quien le dijo que su leche era de muy buena calidad, le recomendó dejar la fórmula. Su hija se recuperó y Ani se enamoró de la lactancia.

” Yo sentí que estaba enfermando a mi hija por culpa de una depresión y por falta del acompañamiento”.

Una de cada siete mujeres sufre depresión posparto, la cual puede presentarse en cualquier momento durante el primer año de dar a luz, es por ello que las mujeres que atraviesan por este padecimiento requieren mucho más apoyo para la lactancia, advierte la American Academy orf Pediatrics.

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El flechazo

Una vez que su bebé recuperó la salud, la conexión de la que tanto hablan entre madre e hijo al amamantar, nació.

“Estaba sola en la casa con ella, le estaba dando pecho y Julia se despegó, me miró, me sonrió por primera vez mirándome a los ojos. Volvió a pegarse y siguió tomando pecho. Ahí dije: Aquí esta la conexión”.

Ani le dice a las mamás que “esta conexión con sus hijos no siempre es inmediata, como te hacen creer en la televisión, ya que las mujeres pasan por un proceso muy complicado tras dar a luz. En esos momentos, lo que más necesitas es apoyo e información correcta en el momento oportuno”.

“Me enamoré por completo de la lactancia, tanto que lacté a mi hija un año y nueve meses, tanto que me certifiqué como consultora de lactancia para apoyar y acompañar a las mamás en este proceso”.

Ani invita a todas las mamás a buscar ayuda cuando la necesiten: “Es muy importante tener una red de apoyo para no sentirnos solas”.

También nos adelanta que en marzo lanzará un libro de recetas en el que combina “la experiencia de ser mamá y hacerle cosas ricas, saludables y fáciles a mi hija, junto con el acompañamiento de una medico pediatra gastro para que tengamos cosas seguras y que realmente aporten a nuestros hijos”.

Si quieres más consejos de Ani Castro síguela en mujermamavilla.com

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Este artículo se publicó originalmente en Baby Creysi. Consúltalo aquí.